LA MADUREZ DE BLANCA LEWIN
“Participé en todos los programas de televisión que me invitaron y pagaron, tenía que generar lucas de algún lado, y lo pasé estupendo”. HACE DOS SEMANAS, BLANCA LEWIN —actriz, 45 años, ganadora de los premios Apes, Altazor y Pedro Sienna— llegó a su matrimonio con el periodista Daniel Matamala, en Santa Augusta, enfundada en un sencillo vestido blanco, arriba de un scooter. —Caminar hasta la playa era un poco mucho y bajar en auto era ridículo, así que encontré que los scooter eran una buena idea —cuenta la actriz, sentada en un tranquilo café de Providencia. Las imágenes del matrimonio se viralizaron, pero Blanca Lewin no quiere entrar en detalles.
Dice que fue una ceremonia íntima y rodeada de amigos y que le hubiese gustado invitar a más gente, pero no pudieron. —En estas dos semanas no ha cambiado mucho mi situación, salvo mi estado civil: ahora soy conviviente civil —dico entre risas.
Entre los ensayos de la obra “Perfectos desconocidos”, que está a punto de estrenar en Nescafé de las Artes, y las grabaciones de la nueva teleserie noc turna “Latorre de Mabel”, que pronto se emitirá en Canal13, Blanca Lewin corre de un lado a otro. Pero está contenta.
Hace unos meses, cuando terminó de grabar “Pacto de sangre”, de Canal 13, y de hacer un pequeño papel en la serie biográfica de Sergio Jadue, “El presidente”, la actriz se enfrentó a un período de cesantía y tuvo que hacer algo que no había hecho antes: asistir a programas de'TV y exponer su vida privada, —Participé en todos los programas de televisión que me invitaron y pagaron, tenía que generar lucas de algún lado, y lo pasé estupendo —dice, en relación a su aparición en espacios como “Pasapalabra” y “La divina comida”. Para este último programa, estuvo junto a Maura Rivera, Pedro Ruminot y Jaime Parada, en las casas de cada uno delos participantes, incluida la suya.
Reconoce que sintió nervios al exponer la intimidad de su hogar. —No me gusta meter cámaras a mi casa, pero dada las circunstancias encontré que era súper raro y poco verdadero hacerlo en otro lado y dije “filo, ya que estoy en esto y me van a pagar por hacerlo”. La exposición en su vida no es algo nuevo.
Blanca Lewin comenzó trabajando como VJ en Vía X cuando tenía 22 años y luego participó en la era dorada del área dramática de TVN, en teleseries como “Iorana”, “La fiera”, “Romané” y “Pampa Ilusión”, Protagonizó la teleserie “Lola” de Canal13, que estuvo en pantalla por más de un año.
Pronto se convirtió en una especie de “musa” del cine indie y en la actriz favorita de directores como Matías Bize, protagonizando películas como “Sábado” y las premiadas “En la cama” y “La vida de los peces”. —Al principio algunos medios me dieron con harto bombo. Fui elegida la chica hotyno entendía por qué la atención estaba sobre mí.
Era muy joven, estaba recién saliendo de la Escuela de Teatro (de la PUC) y eso me violentó mucho, pero porque a mí no me gusta en los medios, donde personas acaparan un foco de atención que no es relevante para la sociedad, arte o cultura.
Después me acostumbré a que me llamaran para opinar de cualquier cosa, pero aprendí a no contestar cuando estoy ocupada y a no responder todo. ¿Quién es uno para opinar sobre todo? Además, esas pequeñas respuestas te pueden sepultar, la gente no olvida —dice riendo, —é Y ahora sientes presión por opinar sobre lo que está ocurriendo en Chile? —Me ocurrió algo muy loco. Ese primer fin de semana fui a Plaza Ñuñoa a cacerolear. Fue una instancia linda, con cantantes y bailarines, pero luego me di cuenta de que aparecía en historias de Instagram de distintas personas, lo que me dio mucha plancha. Me fui para mi casa y me metí en un proceso de introspección.
Me di cuenta de que hoy mi lugar no es ser la guaripola delas marchas, mi lugar está en cuidar a mi familia, a mis hijos y explicarles —desde mi lugar y a su nivel— lo que está sucediendo en el país. Siento que hay otras personas llamadas a poner la cara y a tener gestos. Además, creo que entramos en una dinámica de salud mental bien horrorosa. La gente tiene que ser capaz de hacer esa pequeña crítica y autorreflexión.
Como país estamos viviendo un momento de grandes oportunidades, se deben tomar deciA sus 45 años, la actriz reconoce que “echar a andar la máquina de nuevo cuesta mucho”. Tras un período de cesantía —que, confiesa, la llevó a participar de programas pagados como “La divina comida”— volverá al teatro con la obra “Perfectos desconocidos” y estará en la nueva teleserie nocturna de Canal 13, “La torre de Mabel”. Aquí reflexiona sobre su carrera, las nuevas prioridades de su vida, y su actitud ante la exposición pública. “¿ Quién es uno para opinar de todo?”, dice. Por Matías Sánchez J. “Ya no me da para hacer cinco trabajos al mismo tiempo, ya que tengo otras prioridades en mi vida. Además, mi cabeza es distinta a la de 20 años atrás. Aunque no tuviera hijos, igual no las podría hacer”. Siones importantes con gente con la que, a veces, no estamos tan de acuerdo. Y para eso se necesita tranquilidad, serenidad y empatía, pero también un poco de distancia de la emocionalidad tan a flor de piel. LA MUJER DE HOY.
Fue en medio de ese “período de cesantía” que llamaron a Blanca Lewin para unirse a la nueva teleserie nocturna de Canal 13, “La torre de Mabel”. Creada por el guionista Julio Rojas, se centra en la historia de Mabel Torres (Paloma Moreno), una mujer que vive una ción acomodada, pero por culpa de sus errores termina viviendo en uno de esos edificios llamados “guetos verticales”. Para salir de sus deudas decide instalar un motel clandestino. Blanca Lewin dice que se aferró a esa teleserie “con dientes y uñas”. —Es raro que en un contexto como en el que estamos te lleguen estetipo de pegas. Solo me queda agradecer —dice y explica que ser actriz es un trabajo muy inestable, —Cuando era más joven podía proyectarme, tenía otras pegas más estables comola radio, y nunca me faltó. Pero decidir tener hijos genera un corte en tu carrera, son sacrificios personales y profesionales que uno, a veces, tiene que hacer. Echar a andarla máquina de nuevo cuesta mucho, algunasveces hasta años. Esa es hoy. Ya no me da para hacer cinco trabajos al mismo tiempo, ya que tengo otras prioridades en mi vida. Además, mi cabeza es distinta a la de 20 años atrás. Aunque no tuviera hijos, igual no las podría hacer.
En “La torre de Mabel”, Blanca Lewin es Pandora Torres, una mujer que junto al personaje de Elisa Zulueta serán las amigas y socias de Mabel en este negocio ilegal —Es un personaje maravilloso —dice Matías Ovalle, productor ejecutivo de Canal 13. —Muchas mujeres se verán reflejadas porque es la típica chilena, busquilla y madre soltera. Es de armas de tomar, sin pelos en la lengua, pero encantadora y buena amiga.
Mos historias de mujeres que mostraran cómo son capaces de salir adelante. —Al principio, la teleserie tiene unos giros bastante interesantes hacia el melodrama —adelanta Blanca Lewin. —Es como volver a las teleseries de antes, con historias sórdidas.
Pero siempre en tono de comedia y con el foco puesto en estas tres mujeres que hacen detodo para sobrevivir. (... ) Esla realidad de gente de clase media tratando de surgir en un entorno muy adverso. UNA CAJA Por estos días, Blanca Lewin también se prepara para subirse a las tablas, el 26 de marzo, en Teatro Nescafé de las Artes. En 2016 la película italiana “Perfetti Sconosciuti (“Perfectos desconocidos”), de Paolo Genovese, fue un éxito de taquilla en el mundo entero. Y el año pasado, la comedia llegó al teatro bajo la dirección del argentino Guillermo Francella, con actores trasandinos. Pe To este 2020, por primera vez, se hará una versión con elenco 100% local: Blanca Lewin compartirá escenario con Loreto Aravena, César Caillet, Álvaro Gómez, Alejandra Fosalba, Juan Pablo Sáez y Christián Zúñiga. La adaptación, que solo tuvo cambios en cuanto a modismos chilenos, mantiene la puesta en escena de Francella y está dirigida por Franco Battista.
En ella, cuatro parejas de amigos se reúnen a comer y deciden poner en práctica un juego “peligroso”: todos deben leer en voz alta los mensajes y poner en altavoz las Mamadas que reciban en sus teléfonos.
Desconocidos” habla sobre la caja negra en la que se convirtieron los celulares en nuestras vidas, guardando una cantidad de historias y secretos que muchas veces ni nosotros recordamos, pero que finalmente termina siendo una caja de Pandora para sus dueños —explica el productor general de la obra, Carlos Seminara. —Es una obra transversal.
El público sio síse sentirá identificado y lo más seguro es que al terminar de verla, más de alguno borrará conversaciones de su celular. —Toda nuestra vida está en estos aparatos —dice Blanca Lewin señalando el celular que tiene en la mano. —Tiene un lado luminoso y otro oscuro. Dependo mucho de él, como cualquier persona, pero si un día se me queda en la casa, no pasa nada. En la obra, ella interpreta a Carlota, una mujer casada con Federico —interpretado por Juan Pablo Sáez—, los que, frente a los otros, se muestran como una pareja estable y sincera.
Pero en el transcurso de esta cena esa careta caerá. —Carlota y Federico tienen un secreto, un punto de quiebre en su relación tras un accidente en auto y lo que los mantiene juntos es el sentimiento de culpa.
Es una situación que viven muchas parejas durante años —cuenta la actriz. —He estado en ese lugar, pero en esos casos hay que crecer, avanzar eira terapia (ríe). Lo importante es ser una persona libre de las decisiones que uno toma, con quién y por qué quiero estar ahí. Es una obra que habla de relaciones humanas. Este grupo de amigos, que se llevan muy bien, se dan cuenta de que todas sus relaciones están llenas de dolor, heridas, secretos y mentiras. Blanca Lewin reconoce que una de las escenas que más le gusta de la obra es la del personaje de Alejandra Fosalba con su hija adolescente.
Dice que se siente identificada por la relación que tiene con su propia hija. —Me emociona desde mi lugar de mamá, de cómo uno se relaciona con los hijos, de cómo uno entra en una dinámica donde muchas veces no quieres ciertas cosas para ellos y se generan conflictos. Pienso en cómo será para mí en unos años más —dice.
En los últimos años, Blanca Lewin había trabajado en “obras de living” —como ella las llama—, puestas en escenas en las que los personajes se reúnen a comer y a conversar, con un tema de trasfondo, como “Le Prenom” (2015) y “Un dios salvaje” (2013). “Perfectos desconocidos” entra en esa línea, pero no es lo único que ha hecho en teatro.
En 2018, por ejemplo, trabajó junto a Héctor Morales en “Relatividad”, otro estilo de obra, que se presentó en Teatro UC. —Fue un proyecto muy bonito que me ayudó a salir del estereotipo de obras que estaba haciendo —dice y reflexiona sobre los distintos géneros teatrales en los que ha experimentado. —Siento que he hecho de todo. Siempre estoy buscando poder probar cosas nuevas. (... ) A mí me encanta actuar, es a lo que me quiero dedicar para siempre y mi propósito está en eso, en pasarlo bien.