Autor: DANIELA TORÁN
Descubren nueva flor en la costa de Paposo
Fue bautizada como Paposoa Nic. García, por el nombre del científico que dio con ella tras años de estudios y clasificaciones. El ingeniero en Recursos Naturales Nicolás García recuerda que su primer acercamiento a las añañucas fue a comienzos de los años 2000, cuando trabajaba en temas medioambientales y tuvo que recorrer Chile varias veces.
En cada viaje al centro y norte del país se encontraba con algún ejemplar de estas flores silvestres parecidas a un lirio pequeño, y que en Chile deben su nombre a una triste historia de amor. Cuenta la leyenda que en la época de la Colonia, en el pueblo de Monte Patria (Valle del Limarí), vivía Añañuca, una bella joven indígena que todos los hombres querían conquistar. Un día llegó al pueblo un minero que andaba en busca de un tesoro. Ambos se enamoraron y vivieron juntos hasta que el joven decidió salir en busca de la mina y nunca más volvió. A los meses Añañuca murió de pena y fue sepultada en el valle. Al día siguiente el lugar amaneció lleno de flores rojas que fueron bautizadas como añañucas. "Existen varios géneros y, dentro de ellos, varias especies de las llamadas añañucas. Las más conocidas salen en el Desierto Florido. Estudie su taxonomía y cómo se diferenciaban entre sí.
Ahí me di cuenta de que faltaba mucha información porque la clasificación no estaba clara”, dice el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile. "Estas plantas tienen un bulbo subterráneo, similar al de las cebollas, por lo que son súper fáciles de cultivar. Con las flores hice un herbario.
Debo haber colectado plantas de más de 30 lugares diferentes, hasta que en 2009 me fui a Estados Unidos a realizar un doctorado”. Durante su estadía en la Universidad de Florida, García estudió un grupo mayor de estas plantas que están presentes desde Chile hasta el sur de Estados Unidos. “Se hizo una investigación a la historia evolutiva y se analizó la secuencia de ADN de las plantas”, cuenta el doctor en Botánica. Los resultados de su investiga La flor tiene un bello tono rosa y se parece a un lirio.
Se trata de un género de la añañuca, aunque con pétalos más grandes ción, que duró poco más de 10 años, fueron publicados recientemente en “Taxon”, revista oficial de la Asociación Internacional de Taxónomos de Plantas, y aprobados por el Código Internacional de Nomenclatura Botánica "Descubrí que la mayoría de los grupos endémicos de Chile formaban un grupo evolutivo separado de los más tropicales.
Dentro de esas chilenas encontré que había una especie que no calzaba dentro de los géneros establecidos, que tenía una línea evolutiva aislada del resto, por lo que fue necesario crear un género aparte para acomodarla”, explica García. Paposoa Nic. García es el nombre del nuevo género para la flora chilena y tiene una única especie: Paposoa laeta (Phil. ) Nic. García, conocida anteriormente como Rhodophiala laeta Phil. “Género y especie son endémicos, típico del desierto costero del norte de Chile. Crece entre Chanaral y Antofagasta. Se le conoce comúnmente como añañuca rosada. Sus flores tienen forma de trompeta bien abierta, como un embudo, muy atractivas”. -¿ Qué la distingue del resto de las añañucas? -La secuencia genética y la morfología. Estas plantas por lo general tienen dos o más flores por varas.
El tamaño de los pétalos es más grande, las hojas son más anchas y la flor no tiene corona, que son unas pequeñas estructuras al interior. -¿ Por qué el nombre Paposoa?- Al comienzo le había puesto Eremolirion (lirio del desierto), pero me di cuenta de que existía un nombre muy parecido en otro género de plantas en África, y lo cambié. La especie fue encontrada en 1860 en Paposo, costa de Antofagasta. Le dediqué el nombre a esa localidad, porque es un lugar característico de un tipo de ecosistema que es el desierto costero de Taltal. El resto termina con el nombre del autor.