Capital (Chile)
28-05-2020
Elisa Ansoleaga y trabajadores de la salud: "Hay que desmontar la metáfora de la guerra y los héroes"
Elisa Ansoleaga y trabajadores de la salud: «Hay que desmontar la metáfora de la guerra y los héroes» La psicóloga a cargo del programa Acción Salud UDP, que atiende la salud mental del personal médico, afirma que se les está generando una carga adicional a la situación crítica que hoy enfrentan.
Turnos de más de 12 horas, equipamiento de seguridad que dificulta la movilidad y la inmensa responsabilidad de dar atención a quienes lo requieren de manera urgente, a veces sin contar con todos los medios necesarios. Eso sumado a la carga emocional de hacer frente a una pandemia y a un servicio de salud a tope. La sanidad mental del personal de salud vive momentos críticos y pensando en proporcionarles contención, la Universidad Diego Portales, a través de su Programa de Estudios Psicosociales del Trabajo, está implementando Acción Salud UDP.
Elisa Ansoleaga, profesora de esa casa de estudios y directora del proyecto, cuenta que han armado un programa con múltiples enfoques: una campaña comunicacional que genere una conversación pública, intervención directa en equipos de salud, y trabajo con las jefaturas intermedias que tienen personal a su cargo. “A los factores de riesgo propios de quienes trabajan en salud, se agrega la situación pandemia. Estamos enfrentados a una bomba de tiempo, a menos que la desactivemos. Cuando apareció el discurso público de los héroes y la batalla de Santiago, pensé: “Chuta, tenemos que hacer algo””, dice la profesional. El trabajo en salud es colectivo, no individual, enfatiza Ansoleaga. Volviendo a la analogía de la batalla, agrega: “los héroes tienen superpoderes y siempre ganan. En las guerras, incluso en las peores, hay reglas que se respetan. Aquí no.
Entonces son metáforas muy inadecuadas que ponen una carga adicional que puede afectar negativamente la salud mental de quienes trabajan en instituciones médicas”. Confidencia además testimonios de trabajadores de la salud que le han comentado: “los que aplauden desde su ventana, muchas veces son los mismos que se saltan las normas y no cumplen cuarentena”. Ansoleaga es psicóloga clínica de la UDP y además estudió políticas públicas en la Escuela de Ingeniería industrial, interesada en comprender cómo las determinantes sociales afectaban la salud mental de las personas. Terminó fascinada con la economía y constató que sin adentrarse en los problemas macro del país, las consultas sicológicas continuarán llenas. En 2007 se integró a un proyecto canadiense sobre Salud mental y trabajo en Chile, que funcionaba en conjunto con el Centro de estudios de la mujer. “Me enamoré del tema. Desde ahí empecé a profundizar en cómo el trabajo, como actividad central de la vida de las personas, espacio de autodeterminación, vínculos sociales y despliegue de nuestras habilidades, entre otras necesidades humanas básicas”, señala Ansoleaga. Se ganó una beca canadiense para realizar un doctorado en el tema. Lo cursó en Salud pública de la Universidad de Chile y su director de tesis fue Michel Veziná, médico canadiense. Durante tres años viajó a Quebec en el mes de septiembre, y allá trabajó con un equipo multidisciplinario. Tras el terremoto de 2010 les llegó a la UDP una solicitud del Ministerio de salud para que realizaran una intervención a los trabajadores de la salud post catástrofe. Armaron un dispositivo: un espacio colectivo para que ellos pudieran hablar de lo que estaba pasando y conectarse. “En las situaciones de caos, las personas por mecanismo defensivo siguen en modo automático y eso es muy costoso para la salud mental.
El cuerpo humano está preparado para tener momentos de activación y recuperación, entonces dejar prendido todos los interruptores prendidos es ir derecho a la enfermedad». Trabajaron con egresados de psicología UDP, a los cuales les hizo una capacitación para que funcionaran en duplas. Realizaron cientos de talleres y repitieron el ejercicio para el aluvión de 2012 y el terremoto de 2016 en Coquimbo. Ahora están desplegados en torno a la pandemia. En estos momentos Acción Salud UDP está trabajando con un programa de intervención social para grupos médicos que consta de cuatro sesiones. Comenzaron por hospitales y centros de atención con los cuales la universidad tiene vínculos a través de sus campo clínicos y ahora están activando el proyecto con cinco nuevas instituciones. La Clínica Psicosocial del Trabajo ha atendido a dos UTI, una UCI y un equipo de jefatura clínica. También les tocó realizar una intervención en crisis a un equipo que tenía a una compañera de trabajo y a su marido internados con Covid-19, lo cual afectó los ánimos de manera particular. En las sesiones grupales los profesionales a cargo pesquisan sintomatologías que requieran tratamiento individual. De haber algún caso, se le contacta y deriva. Hay un aspecto sensible al cual también se refiere la experta: el sufrimiento ético. No se puede salvar a todos los pacientes, y tomar una decisión respecto de a quién se lo provee de un servicio médico, muchas veces implca dejar de dárselo a otra persona. “Esa decisión provoca sufrimiento, porque son profesionales que están formados para salvar vidas. Un enfermero joven me contó que tuvo que sacarle el respirador a una señora mayor para dárselo a una persona más joven. Para él fue terrible”, explica Ansoleaga. La profesional se refiere a la pandemia como un huracán: “Partió en China, lo mirábamos de lejos, luego lo vimos llegar a Europa y ahora lo tenemos arriba de nuestras cabezas. Tenemos poco control, pero hay cosas sobre las que sí podemos actuar”. ¿Cuáles? “Cuidar el discurso público; independiente del color político. Cuando habla la autoridad, la gente escucha y actúa en consecuencia, entonces hay fallas comunicaciones que nos han puesto en riesgo. Realizar aseveraciones tan potentes, sin contar con toda la información, no corresponde”. Al mismo tiempo señala que es inutil especular respecto de quién podría haberlo hecho mejor. Afirma que esta pandemia es una crisis sanitaria, económica y social, que demuestra que el Estado, tal y como está organizado por ministerios sectoriales es incapaz de dar respuestas a crisis sociales de esta magnitud. “Faltaría una mirada más global para aprehender. Los balcones desde donde mirar el problema, hoy nos quedan chicos”, asegura. Para contactar a Acción Salud UDP: Instagram y facebook @psicologiaudp
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