Analista afirma que el Gobierno debe moderar su discurso triunfalista previo al fallo en La Haya
El doctor en estudios americanos y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr.
Pablo Lacoste, sostiene que La Moneda debe aterrizar las expectativas de la ciudadanía respecto al litigio que mantienen Chile y Bolivia. Según el experto argentino, el enfoque del equipo nacional, apegado estrictamente a la ley, no necesariamente será el criterio que asuma la Corte Internacional de Justicia al momento de resolver. "El derecho internacional está alejándose cada vez más de la antigua mirada de la legalidad, apegaba a la letra.
Ahora, se está buscando también la legitimidad", advierte.
Esta semana comenzó la fase final del litigio que mantiene enfrentados a Chile y Bolivia en la Corte Internacional de Justicia (CU) de La Haya, donde La Paz busca que Santiago se allane a negociar un acceso con soberanía al Océano Pacífico para el país vecino. Al respecto el Presidente Sebastián Piñera ha señalado que Chile "no tiene obligación alguna de negociar", mientras que el canciller Roberto Ampuero desestimó los argumentos bolivianos, señalando que solo constituyen
una "referencia a la historia" pero que carece de sustento legal. Así, las autoridades políticas del país desacreditaron públicamente los argumentos del equipo jurídico del Estado
Plurinacional.
Al respecto, el analista internacional argentino y académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Pablo
Lacoste, advierte que La Moneda debe moderar su discurso previo al fallo de la CU, ya que al menos teóricamente, existe la posibilidad de que Bolivia logre su objetivo en el Tribunal Internacional. "Hay que preparar a la sociedad chilena y abstenerse de formular opiniones tan taxativas, donde todos los políticos son unánimes y compiten por quien es más nacionalista, quien defiende mejor a Chile", sostiene. A juicio del doctor en estudios americanos, desde la habitual mirada chilena en estos temas es obvio que la posición de Bolivia se perciba como más débil ya que nuestro país prefiere fortalecer el armazón jurídico a priorizar un discurso más anclado en la historia cuando enfrenta estos temas. "Sin embargo estamos detectando un cambio, donde el derecho internacional está alejándose cada vez más de la antigua mirada, apegaba a la letra de la legalidad. Ahora, también se busca la legitimidad", enfatiza.