EL DESAFÍO DE
LA UNIVERSIDAD
TRANSGÉNERO
Los y las estudiantes transgénero s enero paso en la educación superior superando las barreras sociales y prejuicios, y motivan diferentes protocolos o e reconocer de Género.
políticas -que si bien están en desarrollo- les entrega la su identidad en un país en donde aún no existe una Ley de Identidad de Género.
Por MARITZA PEÑA DELGADO JUAN LUIS SALINAS.
Alejandra Toledo meditó las palabras que utilizaría cuando asumiera su identidad de género en su universidad. Pero ese martes de diciembre de 2016, le pareció el momento justo. Finalizaba el año académico y ella estaba en una reunión con un grupo de profesores y directivos del Instituto de Ciencias del Lenguaje de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), donde además de cursar Pedagogía en Inglés también era la presidenta del centro de alumnos de su carrera. Ahí pidió la palabra y dijo: "Quiero decirles que soy una persona transgénero y que hace poco empecé mi proceso de transición.
Quiero que lo sepan para que estén enterados y desde ahora me traten bajo mi género femenino. Ahora nace Alejandra y muere el estudiante que habían conocido hasta este momento".
El salón quedó en silencio y luego aparecieron los aplausos. Incluso varios de sus profesores, recuerda se le acercaron para darle su apoyo.
Durante los últimos años Alejandra (22) se ha transformado en una líder estudiantil dentro de su universidad y es reconocida activista por los derechos de la personas transgénero: mantiene un blogy un
canal de YouTube en donde relata su experiencia desde que inició la terapia de reemplazo hormonal, y además entrega información para comprender la realidad de las personas transgénero. "Es mi bandera de lucha" dice. El 8 de marzo, durante el Día Internacional de la
Mujer, Alejandra fue homenajeada junto a otras mujeres y organizaciones de Valparaíso que trabajan pollos derechos humanos, cultura, salud, inclusión social entre otras. A ella la destacaron por ser la primera el i rigen tu estudiantil transgénero. Hoy es secretaria general de la Federación de Estudiantes de la PUCV.
-Yo he sido afortunada, pero reconozco que gran parte de lo que he logrado es porque he contado con el respeto de mi familia, de mi madre -comenta Alejandra quien actualmente cursa quinto año de su carrera.
Alejandra reconoce que la Universidad Católica de Valparaíso "es conservadora, y no existe un protocolo que asegure una política de real inclusión para estudiantes transgénero". Lo explica: -Todo el trato humano que realizo dentro de mi comunidad es por la voluntad que tienen diferentes actores: la buena onda de mis amigas que apoyan y comparten mi nombre social, y gracias a mis profesores que lo respetan en la lista, porque no hay nada institucional que me respalde. Hace unas semanas, mientras comenzaba el nuevo año académico, una profesora llamó a Alejandra para decirle que había ingresado una nueva alumna transgénero a la universidad. -Alguien tiene que velar por que el derecho de la identidad de las personas trans se respete en todos los espacios, incluyendo la universidad.
* * * Pasan las cinco de la tarde y la estudiante de Dirección Audiovisual Triana Duhalde llega al Campus San Joaquín de la Universidad Católica. Aunque ella tiene clases generalmente en la Facultad de Comunicaciones, hoy tiene planeado visitar la biblioteca de este campus. Triana tiene 22 años v comenzó su transición en 2016, cuando estaba en tercer año de carrera. Comenta que, en general, la convivencia con sus compañeros, profesores y funcionarios ha sido respetuosa, pero aún no ha podido cambiar su nombre en la credencial universitaria. -El mail lo pude cambiar, pero fue porque una persona que trabaja en mi facultad intercedió a favor mío. Cuando yo fui, no me dejaron, escribí a la Dirección de Informática y me dijeron que si el nombre de carnet es uno, ese tiene que ser. William Young, director de Asuntos Estudiantiles
Alicia Arriado está en segundo año de Diseño
Industrial en la UDP.
Triana Duhalde tiene
22 años y esta en
quinto año de Dirección
Audiovisual en la Universidad Católica.
"Yo pienso: tienes una estudiante trans aquí y ahora y
que tiene necesidades ahora",dice
Violeta Rodó,estudiante de la Universidad de Chile.
de esa casa de estudios, asegura que se ha solicitado apoyo para las unidades académicas.
-Las unidades han sido orientadas en la necesidad de mantener una actitud de respeto y delicadeza, y se ha marcado claramente que no debe existir ningún signo de discriminación injusta.
-¿Existen medidas para que las personas transgénero de la universidad puedan utilizar su nombre social? ¿Ha habido conversaciones para generar un protocolo o política?
-Dentro de las orientaciones entregadas a las unidades se ha pedido no poner dificultades para el uso del nombre social en la interacción cotidiana. Velamos siempre por la dignidad de las personas y el cuidado de los miembros de la comunidad, así como por la inclusión. Existen distintas instancias para el apoyo de una comunidad diversa, las que trabajamos en conjunto como comunidad universitaria. En ese trabajo estrecho, se han acordado medidas directamente con los alumnos trans como por ejemplo el acceso a un camarín especial en cursos deportivos. Angie Hernández tiene 23 años y está terminando Psicología en la Universidad Católica. Nació en Talca y es la primera de su familia en ingresar a la educación superior. Dice que el año pasado vivió un episodio de discriminación cuando un compañero de universidad la atacó por un grupo de Facebook que agrupa a los estudiantes de la institución. Angie denunció inmediatamente la situación a su unidad académica y comenta que la Secretaría General de la universidad se comunicó con el estudiante y le solicitó que pidiera disculpas por la misma red social. -En ese momento no pude sino quebrarme y sentirme débil, vulnerable, porque aunque quiera negarlo, sé que la realidad es que la mayoría de las personas piensan como él. Angie comenta que más allá de eso no ha tenido grandes problemas en su paso por la universidad pero que la discriminación positiva ha sido parte de su vida desde que se asumió como persona transgénero. -El que no sufra discriminación negativa no quiere decir que sea un espacio seguro para mí, de hecho muchas veces no lo es.
*** En enero de este año dos estudiantes de la Universidad de Chile se acercaron a la Casa Central para entregar una carta al rector, Ennio Vivaldi, pidiendo que la institución reconociera su identidad de género. Una de ellas era Violeta Rodó, estudiante de segundo año de Antropología. Violeta dice que cuando entró a la carrera solicitó en su facultad que respetaran su nombre social en las plataformas de internet y en las listas de curso. Comenta que entonces le dijeron que hablarían con sus profesores para regularizar su situación, pero nada de eso ocurrió. La única solución que le ofrecieron, asegura, fue que ella conversara con cada profesor y les pidiera que la llamaran por su nombre social. Dice que la respuesta fue positiva, que solo una profesora le hizo pasar un mal momento. -Le dijo a otro curso "bueno y su compañero que se quiere llamar Violeta..." ¿Por qué tiene que hablar con otra sección sobre mí, diciendo que casi era un capricho que me quisiera llamar Violeta?... Yo entré como Violeta a la universidad... Yo pienso: tienes una estudiante trans aquí y ahora y que tiene necesidades ahora. Durante el año pasado en U-Campus, la plataforma de internet de la Universidad donde se publican las notas, la bibliografía de cada clase y los perfiles de todos los estudiantes por curso, Violeta era identificada con su nombre legal. Según Osmar Valdebenito, jefe de Admisión y Matrícula de la Universidad de Chile, el tema ya está solucionado. Asegura que hace unas semanas se realizó el último Consejo Universitario -que reúne al rector, decanos y directores de facultades e institutos- y se asumió el compromiso de crear un decreto que rija a toda la
Violeta Rodó está en segundo año de
Antropología en la Universidad de
Chile.
universidad, y donde se considere el respeto e inclusión de estudiantes transgénero.
-Nosotros tenemos que cambiar los registros para que los estudiantes puedan sentirse más acogidos (...)
Es probable que otros estudiantes, que a lo mejor no se reconocían como personas transgénero dentro de la universidad, a lo mejor el día tic mañana tengan la confianza de compartirlo.
Además Leonor Armanet, directora de Pregrado asegura que el rector Ennio Vivaldi se comprometió a motivar el desarrollo de un decreto sobre la materia. Es un paso importante, explica, porque "estamos adelantándonos a la legalidad chilena, que aún no aprueba la ley de Identidad de Género". Hasta fines del año pasado cada estudiante debía presentar una solicitud al rector, quien evaluaba y daba su aprobación para que el nombre social apareciera en las plataformas de internet, actas de notas, y listas de curso de quien lo solicitara. El cambio se refleja en que ahora cada estudiante podrá acercarse a su secretaría de estudios y el departamento de Admisión y Matrícula gestionará el cambio en todas las instancias. El nuevo decreto, aún no tiene nombre, pero está inspirado en la experiencia del Instituto de Asuntos Públicos de la universidad, donde los estudiantes, con el apoyo de sus académicos, lograron el Decreto Mara Rita, que buscaba garantizar el uso del nombre social en esa unidad académica. El decreto fue bautizado en honor a Mara Rita Villarroel, una estudiante transgénero que murió en abril de 2016 por un aneurisma cerebral. Mara Rita fue activista, poeta y la impulsora del primer Preuniversitario Trans de Chile. Ella estudió Literatura y Lengua Hispánica en la Facultad de Filosofía y Humanidades, y luego ingresó al Departamento de Estudios Pedagógicos para convertirse en profesora.
*** Alicia Arriado es de Punta Arenas. El año pasado llegó a Santiago para estudiar Diseño Industrial a la LTniversidad Diego Portales. Inició su transición hormonal en esa misma época. Cuando entró a la universidad, inmediatamente comentó a sus compañeros que era transgénero, pero entonces no se atrevió a vestirse de acuerdo a su identidad. Más allá de la opinión de sus compañeros, Alicia tenía miedo a la discriminación, a que le gritaran cosas en la calle. Al principio tampoco pidió a los profesores que la trataran por su nombre social y aceptaba utilizar el nombre que aparecía en el carnet. Este año todo cambió. En enero comenzó los trámites para que su nombre social se considerara dentro de su espacio académico, en listas de clase y el correo electrónico institucional. La Universidad Diego Portales implemento un formulario que los y las estudiantes deben completar para hacer válido el uso de su nombre social. Ella comenta que el trato con sus compañeros siempre ha sido bueno y que la posibilidad de completar este formulario y ser reconocida como Alicia la hace sentir respetada. -En este país aún no existe ley de Identidad de Género, pero mi universidad me ofrece una oportunidad. En el documento emitido por la Dirección de Registro y Certificación de la UDP. se especifica que el cambio de nombre se puede realizar una vez, y que será efectivo para el correo institucional, expediente del estudiante, portal del estudiante, entre otras instancias. Una vez hecho el trámite, se informará a la Dirección de Escuela correspondiente. Ximena Palma, secretaria general de la Universidad Diego Portales, dice que la iniciativa de crear este formulario para uso de nombre social dentro de la institución viene desde la demanda de sus estudiantes. El tema también está siendo abordado en otras universidades. En la Universidad de Santiago se está trabajando en un protocolo, inspirado por las experiencias de la Universidad Diego Portales y la Universidad de Chile. Se presentó en noviembre del año pasado a la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante, y se espera que sea aprobado durante el primer semestre de este año. Algo similar ocurre en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. David Letelier, director de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de esta casa de estudios, explica que durante este semestre se creará una mesa de trabajo integrada por rectoría, académicos y representantes estudiantiles para tratar el tema.
"Alguien tiene que velar por que el derecho de la identidad de trans se respete en todos los espacios incluyendo la universidad dice
Alejandra
Toledo.
-Hemos establecido, en conjunto con la Federación de Estudiantes, un espacio de trabajo para concordar un procedimiento en relación al uso del nombre social de estudiantes transgénero, para facilitar y apoyar las trayectorias académicas de estos y estas estudiantes.
Iñaki Terroba tiene 24 años y acaba de egresar de
Derecho en la Universidad de Concepción. Aún no inicia su tratamiento hormonal, pero hace tres años asumió su identidad de género masculina con su familia y entorno cercano. Gradualmente fue cambiando su apariencia femenina, pero en la universidad siguió utilizando su nombre legal. En diciembre de 2017 habló con el decano de su facultad para pedir que en la carrera se respetara su identidad de género. Le pidió que le comunicara tanto a profesores como al personal que empezaran a llamarlo
Iñaki y "no como aparecía en el carnet". -Aceptaron y durante el año pasado en toda la facultad profesores y compañeros empezaron a llamarme con mi nombre social. Incluso se permitió que utilizara el baño de hombres sin problemas. Iñaki dice que la misma apertura encontró en la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado donde en 2017 y 2018 realizó pasantías laborales. En el primer período hizo su práctica con su nombre legal y se vestía con ropa femenina lo más neutral posible. -Entonces todos me conocieron como mujer, pero este verano volví como hombre. Antes de integrarme me reuní con la directora para explicarle. Su respuesta fue: "¿Y cuál es el problema?" y desde ese momento me trataron de acuerdo a mi identidad. La transición masculina de Frank López no representó problemas en la Universidad Mayor -donde está egresando de Pedagogía en Inglés-, pero sí fue un tema complejo para su familia. Mientras su directora de escuela habló con todo el cuerpo docente para que respetaran su identidad de género, en su familia no encontró igual respuesta y lo expulsaron de la casa. -Eso es lo que le ocurre a la mayoría de las personas trans en Chile. Yo pertenezco a una minoría. De hecho conozco casos de familias de personas trans que los amenazan con que si realizan su transición no les pagarán la carrera y los dejarán sin estudiar. Según el doctor en Psicología de la Usach, Jaime Barrientos Acevedo -quien trabaja en un estudio sobre la discriminación que enfrentan las personas transgénero en Chile-, la universidad sirve como refugio para las personas transgénero, y donde además se pueden generar discusiones y movimientos sociales. -Hay una distinción importante en los cursos de vida que siguen personas trans que logran continuar con estudios, ya sea técnicos o universitarios, a diferencia de quienes no pueden hacerlo -explica Barrientos, quien asegura que las y los universitarios transgénero "tienen acceso a un capital social y cultural que les permite avanzar por brechas muy diferentes, pueden problematizar sus propios temas y conseguir en estos espacios apoyo para las luchas reivindicativas identitarias". Fierre Lepe, quien estudia cuarto año de Periodismo en la Universidad Alberto Hurtado y se reconoció como mujer transgénero hace dos años comenta que no ha tenido grandes problemas con los profesores de su carrera. Primero, porque conversa con cada profesor sobre su identidad cada semestre y segundo, ha evitado los problemas administrativos porque ha preferido mantener su nombre legal. Aunque asegura que la mayoría de sus compañeros la aceptan y la respetan, reconoce que esto no es la regla general. -No me gritan, pero me ven raro. Una vez, cuando ni siquiera había iniciado mi transición, en primer año entré a un baño de hombres y al salir, dos niños decían: "¿y qué era eso, era un hombre o una mujer?". Me afectó mucho. Entonces yo acá en la U decidí no entrar al baño, y me aguanto no más. Es fuerte, pero qué se la va a hacer. Marjorie Cuello, encargada de Convivencia Estudiantil de la Universidad Alberto Hurtado, comenta que la universidad está trabajando en un compromiso en contra del acoso sexual y de género. Además, dice que no existe una petición formal para el uso de nombre social, pero que está incluido en el compromiso.
* Julieta Ruiz tiene 25 años. Estudió Técnico en Administración de Empresas en la Universidad Aconcagua, en Puerto Montt. Reconoce que durante la carrera solo tuvo un problema con un profesor, quien se negó a llamarla por su nombre social. Cuenta que recurrió a las autoridades académicas, quienes la apoyaron y la cambiaron de sección. Al buscar práctica profesional Julieta asumió que la universidad debía ayudarla. -La jefa de Carrera me consiguió práctica en Fonasa y me gustó porque es como un plus trabajar en el servicio público -dice Julieta. Frank López está próximo a realizar la práctica profesional como profesor. Su situación ha sido más compleja. Explica que al aparecer su nombre legal en el certificado de antecedentes le ha cerrado muchas puertas. Incluso ha retrasado el término de su carrera, porque necesita cumplir con este proceso para titularse. -Ahora salió la oportunidad de hacer la práctica en la comuna de Recoleta, donde la inspectora del Departamento de Educación dijo que ella me iba a conseguir no solo a mí, sino que a todas las personas trans que hicieran práctica en Pedagogía. Pierre Lepe aún no egresa de Periodismo, pero durante el verano quiso buscar un trabajo en ventas o en locales de comida rápida, pero solo recibió respuestas negativas. -Me miraban de pies a cabeza, me decían que yo no calzaba con el perfil, y hasta el día de hoy no he encontrado trabajo... No sé qué va a pasar mañana cuando como periodista busque trabajo. ¿Me van a mandar a reportear o me van a mandar a algún lugar donde no me vea, no hable y esté escondida? Ahora todo el mundo está feliz por "Una mujer fantástica" pero la realidad es más complicada
"Antes de integrarme me reuní con la directora para explicarle. Su respuesta fue: ¿Y cuál es el problema?" dice Iñaki Terroba.