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La semana de la zanahoria y el garrote
El Presidente, de gira en la Región de Los Lagos recorrió el canal de Chacao.
"Hay sectores de la oposición que están en un ánimo constructivo con Chile. Y lo aprecio" dijo el Presidente.
Equipo de política
Durante la inauguración de la Ruta 7, sector Río Puelche-Pelluco, el Presidente Sebastián Pinera estuvo al lado del senador Rabindranath Quinteros (PS), uno de los críticos de la llamada "sequía legislativa".
"¿Hay alguien con manos de tijera?" preguntó Pinera, al momento de cortar la cinta, lo que causó carcajadas de los presentes y del propio Quinteros. "Bueno que este buen humor llegue al Congreso y nos aprueben todas leyes", volvió a decir Pinera, a lo que Quinteros le respondió: "Cuando lleguen los proyectos".
A un día de la frase de Piñera, "pónganse a trabajar", que molestó a dirigentes opositores, el ambiente distendido y de diálogo volvía a primar.
De hecho, hoy Piñera se refirió al proyecto de un puente en el canal de Chacao iniciativa impulsada por Ricardo Lagos como ex ministro de OO.PP. y luego como Presidente, como un ejemplo de "unidad". "Es una vieja aspiración de todos los chilenos. El puente va a costar aproximadamente US$ 700 millones, pero va a permitir conectar a los chilenos... Por todo eso, quiero decirle a mis compatriotas que así se hace crecer al país. Con más colaboración y acuerdos", dijo.
Y a diferencia del tono de ayer, hoy dijo que "me gustaría hacer una distinción.
Hay sectores de la oposición que están en un ánimo constructivo con Chile. Y lo aprecio. Pero hay otros sectores que se han dedicado a obstruir todo lo que hace el Gobierno. Ese camino está equivocado.
El camino de negar la sal y el agua es un mal camino para Chile. Los llamo a recapacitar. Hay proyectos muy buenos para Chile". "Yo llamo a los sectores de oposición que están colaborando, que lo sigan haciendo. Y a los otros que recapaciten.
Les digo desde aquí que las puertas están abiertas", dijo.
El matiz del Presidente, de un día a otro, fue un ejemplo más de los vaivenes que tuvo el debate político esta semana.
A juicio de analistas, la estrategia "del garrote y la zanahoria" de Piñera había tenido un relativo éxito, aunque con un costo para sus ministros.
La semana partió con la creación por parte del Presidente de un consejo asesor para la modernización del Estado al que entre otros expertos, convocó a la dentista política y militante PS, Gloria de la Fuente. El hecho se convirtió en una nueva provocación a la directiva socialista que encabeza el senador Alvaro Elizalde.
El miércoles, el ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blu
niel, se reunió con el presidente del Senado, Carlos Montes, en medio de un foro con estudiantes sobre educación cívica.
Allí cruzaron bromas y Blumel dijo que el diálogo político debía ser "sin peñascazos", en referencia a la disputa pública que había tenido con Montes a raíz de la polémica de "sequía legislativa", que acusa la oposición, versus el "obstruccionismo", del que se queja el oficialismo.
Ese mismo día el ministro y el senador acordaron mantener un clima adecuados, hasta la frase de Pinera de ayer.
"A los que hablan de sequía legislativa yo les digo pónganse a trabajar en los muchos proyectos que ya hemos enviado... si no quieren colaborar, no se dediquen a obstruir", dijo en el Encuentro de Empresarial de La Araucanía, en Temuco.
"Juega con lógica bipolar"
Los cambios de tono de Pinera fueron una estrategia habitual de presidentes en el pasado y Ricardo Lagos fue el principal exponente de ese diseño que suele descolocar a la oposición.
El mismo Iñigos lo explicó en una entrevista. "El Presidente de la República es el principal comunicador del país, es muchas cosas: es jefe de Estado, jefe de gobierno, líder de la coalición", dijo en Radio Cooperativa el 28 de junio de 2012.
Michelle Bachelet, también hizo algo parecido el 11 de marzo de 2008, cuando promulgó la reforma previsional. En ese acto en La Moneda, elogió a la oposición.
Pero una hora después, en la ceremonia de sus dos años de mandato, arremetió contra la derecha a la que acusó de instalar una imagen de "corrupción" en el país.
Para el académico de la U. Central Marco Moreno, "estas salidas del Presidente Piñera están libreteadas. juega con la lógica bipolar de la relación política: el garrote y la zanahoria. Al tener una oposición sin relato ni claridad de cómo enfrentar al Gobierno, usa cada ciertos días su capacidad para retornar el control de la agenda. Y deja a la oposición sólo reaccionando".
Según el académico de la UDD, Eugenio Guzmán la estrategia de la oposición no ha mostrado ser efectiva para dañar al gobierno. "Piñera ve una posibilidad de ser mucho más confrontacional. Su estilo siempre ha sido de autonomía. El ingrediente adicional es que la oposición está fragmentada y lo que hace Piñera ayuda a frenar una posible rearticulación. Es un juego interactivo".
Sin embargo, el académico de la U. de Santiago, Bernardo Navarrete, hace una prevención: "El estilo de Piñera termina dañando a sus propios ministros". Y ejemplifica con Blumel, quien tiene un trato "suave y amable... Blumel se está comiendo su capital político, se está descapitalizando, el Presidente lo hace pagar costos innecesarios".
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