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El centro de diversiones será trasladado a San Bernardo:
Plantean que los constantes eventos que se realizan en el terreno han deteriorado su vegetación, pero apuntan a recuperar su “identidad” de área verde más que seguir potenciándolo como un foco de entretención.
ATRACC NES. —Inaugurado en diciembre de 2015, e Tren Minero es una de las montañas rusas más modernas que tiene Fantasilandia.
El nuevo Fantasilandia tendría un enfoque en la naturaleza con muchos juegos acuáticos.
DIERK GOTSCHLICH
Luego de 40 años operando en el Parque O'Higgins, Fantasilandia se trasladará a San Bernardo. Esto generó altas expectativas sobre el nuevo uso que se le dará al paño de 6, 8 hectáreas, una vez que la empresa termine su contrato con el municipio de Santiago y abandone ese espacio en 2022. El diseño del recinto está pensado para albergar eventos masivos porque —además del principal parque de atracciones de Chile— allí se realiza el festival Lollapalooza, conciertos en el Movistar Arena, las tradicionales fondas de las Fiestas Patrias y la Parada Militar. Esto, según expertos, lo ha perfilado como un centro de entretención que —con los años— ha provocado un deterioro en sus áreas verdes.
Identidad del paño
El académico Arturo Orellana, del Instituto de Estudios Urbanos UC, plantea que a pesar de que el terreno tiene múltiples propósitos, ninguno se integra entre sí para determinar una identidad clara del sector. Así, la salida de Fantasilandia significará “una buena oportunidad para que el parque recupere la condición de pulmón verde y no seguir potenciándolo como un centro de entretenimiento”.
Al respecto, plantea que
esta situación se debe a que se ha optado por perfilar al sector como un lugar para conciertos y espectáculos nocturnos: “Están los eventos que se desarrollan en la noche, pero de día es un parque bastante poco atractivo por lo descuidado que tiene las áreas verdes, justamente por la masividad que se produce”. La directora de gestión urbana de la Fundación Urbanismo Social, Camila Ramírez, tiene una visión parecida.
“Esto es una oportunidad para potenciar el Parque O'Higgins como un gran pulmón verde para Santiago, y poder relevar su rol histórico dentro de la ciudad”, dice, y agrega que “esto puede devolverle la vocación que tuvo el parque en sus inicios, la que más bien se basaba en ser un lugar público para toda la ciudad”. Sin embargo, asume que las dimensiones del paño permiten que pueda rias funcionalidades: “Es im-
portante que sea un pulmón verde, pero también es un espacio de encuentro que no hay que perder”.
San Bernardo, expectante
El nuevo parque de diversiones se emplazará en un terreno de 26 hectáreas que la empresa compró en el sector de Lo Herrera, en San Bernardo. La alcaldesa Nora Cuevas se muestra entusiasmada ante la posibilidad de recibir “el Fantasilandia del futuro, con un concepto de naturaleza y muchos juegos acuáticos, lo que nos parece maravilloso”.
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