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Estuvo investigando en el Departamento de Física
CAMILA FIGUEROA
Podía elegir entre más de veinte países de todos los continentes y cien- tos de universidades para ir de intercambio estudiantil. Enriko Granadoz Chávez, estudiante de segundo año de la carrera de Física en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), después de recordar su infancia, finalmente escogió la Universidad de Santiago (Usach) "Siempre quise conocer a los personajes de 31 Minutos, que es la serie que veía cuando niño. Digamos que el 20 por ciento de mi decisión la tomé en base a eso. El 80 por ciento restante de mi decisión se basó en mi origen mexicano. Vivo en Estados Unidos desde que tengo 10 años. Como no crecí rodeado de hispanos, pensé que esta era una oportunidad para hacerlo. La cultura latinoamericana es fantástica”, cuenta Granadoz, al teléfono desde Boston, Estados Unidos. El estudiante dice que llegó a la Usach a través del programa International Science and Technology Initiatives (Misti) del MIT, que potencia la colaboración con sus pares en el extranjero. "Me contacté con el profesor Leonardo Gordillo del Departamento de Física. El me explicó la investigación que tenía en mente y me encantó. Es muy parecido a lo que hacemos en el MIT. A veces tomamos curiosidades que aparecen en Youtube y las demostramos. Simple, útil y entretenido. La Usach se parce en eso al MIT”, cuenta. La investigación, describe el profesor Gordillo, estuvo inspirada en el desafío "Bottle Fly Challeng” bit. Ly/29WYkDL). “Consiste en lanzar una botella con agua contra una superficie rígi-
p odía elegir entre más de veinte paí-
da. Usualmente esa botella rebota, pero bajo ciertas condiciones, queda parada. Eso tiene que ver con el movimiento del agua que hay en su interior. Si el fluido se mueve, es el agua la que rebota y no la botella. Construimos un sistema mecanizado para mover el fluido, similar al movimiento que uno hace para catar el vino, con una velocidad y manera de girar muy precisa”, describe Gordillo, quien estuvo a cargo de Granadoz.
Dos diferencias Ir a la oficina de un profesor, en cual- quier momento del día, fue de las curiosidades de la educación chilena que más impactó a Granadoz. “Los estudiantes del MIT a veces se sienten intimidados por los profesores y no hablan con ellos por temor. Muchas veces la comunicación es por correo electrónico, en cambio, según lo que pude ver en la Usach, solo basta- ba con ir a la oficina”, detalla. Algo que le sorprendió fue el proceso de admisión para el pregrado, que es igual en todo Chile. “En el MIT también piden notas. Pero a veces la carta de motivación es igual de importante. Entran estudiantes que tal vez no tienen tan buenas calificaciones, pero cuentan con experiencias de vida interesantes. Los directivos buscan personas que hagan impacto en la comunidad, no solo personas que sepan mucho. Cuando postulé, puse en mi carta que me gustaba jugar fútbol y que estaba involucrado en grupos de matemáticas extracurriculares. También mencioné cosas sobre mi identidad”, recuerda Granadoz, quien asegura que correrá la voz para que sus compañeros elijan la Usach para ir de intercambio.
Granadoz estuvo once semanas de intercambio.
Enriko Granadoz explica las diferencias entre estudiar en ambas universidades.
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