Encuentro en el Centro de Estudios Públicos
Filósofo Peter Sloterdijk: “El individuo moderno acumula desilusiones”
El pensador alemán critica el tamaño del poder del Estado en las sociedades actuales y piensa que excluir a la ciudadanía de las grandes decisiones alimenta un proceso de degeneración del modelo democrático que puede conducir a una suerte de “masoquismo colectivo”.
Un público variado repletó el auditorio del CEP para escuchar a Peter Sloterdijk.
JUAN ANTONIO MUÑOZ H.
Si bien las respuestas que da son atractivas y provocativas —una rara mezcla de imágenes difusas y concretas— las preguntas que plantea Peter Sloterfuertemente resonantes, impregnadas todas de vínculos amplios: ¿ cómo se racionaliza el Estado?, ¿cómo hacer que deje de ser un oso comilón para convertirse en una pantera?, ¿cómo conciliar el hecho de que mientras la economía necesita la paz, el Estado necesite la guerra?, ¿quiénes cumplen hoy con el papel de administrar la ira? La visita de este filósofo, teórico de la cultura, profesor, libretista de una ópera (“Babilonia”, del compositor Jórg Widmann, estrenada en 2012) y escritor de decenas de libros —Enrique Barros, presidente del Centro de Estudios Públicos (CEP), en su presentación, arriesgó a decir que, al menos en número, Sloterdijk desplazó a Heidegger en los anaqueles de las librerías— generó una expectación pocas veces vista en Chile por una figura de esta naturaleza. El auditorio de la sede de Monseñor Sótero Sanz estuvo colmado de personalidades, maestros y estudiantes. Variopinta concurrencia: desde la filósofa Carla Cordua, en primera fila, a la actriz Patricia Rivadeneira; desde Claudio Orrego, que tomó apuntes, a Eleodoro Matte; Manuel Antonio Garretón y Joaquín Brunner; Fernanda Otero y Patricia Politzer.. . Todos interesados en las observaciones de Sloterdijk sobre el Estado, el dolor de los ciudadanos de hoy, las utopías, la sociedad del futuro.
En conversación con Leonidas Montes, director del CEP, y con la investigadora Sylvia Eyzaguirre, Sloterdijk sobrevoló los tecon calma, enfatizando elipsis, pero finalmente sedimentando frases como “hoy el ciudadano, el individuo moderno, acumula desilusiones”, tras declarar que hay que repensar el Estado, pues la ciudadanía demanda autenticidad y paz (“la utopía de hoy es un estado libre de guerras”), mientras que el Estado es una “potencia bélica” que observa al individuo como un deudor y no como un contribuyente generoso: “Hoy, los im-
puestos constituyen el nervio de la res publica (cosa pública)”, argumentó. A su juicio, la tensión entre el Estado y la libertad —pues el primero habría surgido de los gobiernos absolutistas— monopoliza el poder por el miedo, al pun- to que el siglo XX sería ejemplo máximo del ejercicio del terrorismo de Estado. El mayor problema que ve en esto, es que se acumula la ira y “laira seconvierte en resentimiento; aquí volvemos a Nietzsche, porque Nietzsche es el padre fundador de la filosofía del resentimiento. Los afectos como la ira y otros pueden ser recolectados en bancos de afectos, y los partidos políticos son esos bancos de afectos que pueden aclarar mi ira de manera de que mis afectos se puedan representar en el escenario social”. Para el filósofo, la tributación actual tiene un fundamento inadecuado, que otorga un poder muy amplio al Estado y que perjudica a los contribuyentes, de manera que debe pensarse una nueva ética política para el futuro. “Excluir a la ciudadanía de las grandes decisiones alimenta un proceso de degeneración del modelo democrático y se corre el riesgo de una indignación general”. Según Sloterdijk, aún no peligra la democracia, pero “el sistema está muy debilitado. Los elec-
tores sienten que no hay alternativas y que todo conduce a la confusión”. Esto aumentaría con la falta de información, llegando a producirse una suerte de destrucción del colectivo, al punto de necesitar este que el poder los siga oprimiendo. Usó para esto una imagen de la película “Iván El Terrible”, de Serguei Eisenstein, donde se ve cómo el pueblo va donde el cruel zar para pedirle quesiga con ellos: “Muchos fenómenos actuales se pueden comprender por el masoquismo colectivo”, afirmó. En la última parte de la conversación, Sloterdijk se refirió al mundo virtual y al contraste de este con la realidad. Según él, “los españoles son los mejor preparados para el mundo virtual, ya que la corte española del Siglo de Oro —periodo de florecimiento del arte y la literatura en España, que coincidió con el auge político y posterior declive de la dinastía de los Austrias o Habsburgo españoles— validó la “virtualización” de las relaciones humanas, lo que después derivó en “Versailles, donde se concentró toda una nobleza rural que pasó a convertirse en marionetas. Hay una carta de Madame de Pompadour al filósofo Montesquieu, donde ella se queja de que en la corte todos son autómatas salvo el rey. Esa es la primera vez que se usó la palabra autómata para referirse a los individuos”. Sloterdijk estará hoy, a las 11:00 horas, en el Biblioteca Nacional, donde conversará con Cristián Warken; un foro organizado en conjunto con el CEP y el Ministerio de las Culturas.
MASOQUISMO Muchos fenómenos actuales se pueden entender por el masoquismo colectivo, dijo.