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El tema se aborda esta semana en el IX Congreso de Juventudes Científicas:
Semillas, raíces, granos y microalgas que eran parte de la dieta de los pueblos precolombinos han probado ser una rica fuente nutricional cuyo consumo debiera fomentarse.
PAULA LEIGHTON N.
Uando los conquistadores españoles llegaron a lo que hoy es México, obser- varon con curiosidad que los aztecas consumían un producto que llamaban tecuicatl y que cosechaban con redes en el lago Texcoco y luego secaban hasta obtener unas especies de tortas que formaban parte esencial de su dieta. El tecuicatl no era otra cosa que microalgas verde azuladas que hoy se conocen como espirulina y que los antiguos cronistas españoles reportan que también la consumían los mayas y otros pueblos de Mesoay en el vasto imperio inca. “Hay cada vez más evidencia de que los alimentos ricos en proteína
Quinua
Su centro de origen y domesticación sería el altiplano que rodea al lago Titicaca. Es una buena fuente de proteínas de calidad, fibra dietética, grasas poliinsaturadas y minerales. Supera las recomendaciones para los ocho aminoácidos esenciales.
Maca
que aportaron al desarrollo cerebral de nuestros ancestros no fueron proteínas animales, sino principal-
Raíz andina que crece sobre los 3. 500 m, en suelo árido e incluso rocoso. Contiene cantidades significativos de aminoácidos, carbohidratos y minerales como el calcio, zinc, fósforo, magnesio y hierro, así como vitaminas B2, B12, C y E.
Mente de microalgas que crecían en lagos alcalinos y de _— agua dulce y semillas como el amaranto o kiwicha, la chía, la quinua, el cacao, oel agave”, señala Salomón Shamosh, especialista en filosofía e historia de la alimentación de la Universidad Autónoma de México (UNAM) e investigador en alimentos ancestrales. Shamosh abordará el tema este sábado en el IX Congreso Mundial de Juventudes Científicas, que se inaugura hoy y culmina el domingo en la Universidad de Santiago (programa e inscripciones en juventudescientificas. Org). Ampliando el cultivo
Ricos en minerales, vitaminas, fibra, aminoácidos esenciales y ácidos grasos como omega 3 y 6, hoy se promueve su consumo como parte de una dieta más saludable y natural. “En los 90 hicimos un estudio sobre espirulina, cacao, chía y amaranto y al advertir su potencial iniciamos su rescate”, dice Shamosh. En el caso de la espirulina, la contaminación del lago Texcoco hizo que terminara cultivándose en la prístina Pampa del Tamarugal, agrega. La quinua, en tanto, aumentó su precio tras ser “descubierta” en países desarrollados. Evitar que así ocurra con este y otros alimentos ancestrales, dice el experto, “pasa por masificar su cultivo”.
SALOMÓN SHAMOSH EXPERTO
Amaranto
Cultivada por aztecas e incas, es una de las plantas más nutritivas, por su alto contenido de proteínas, calcio, ácido fólico, vitamina C y su balance de aminoácidos. La NASA lo seleccionó junto a la quinua entre las plantas que podrían cultivarse en el espacio por su alto aporte de nutrientes y bajo consumo de agua. En la foto, galletas de amaranto que viajaron en el transbordador Atlantis en 1985.
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y] Es mejor
consumir los nutrientes directamente de los alimentos y no como suplementos o en productos enriquecidos”.
EN FILOSOFÍA E HISTORIA DE LA ALIMENTACIÓN U. AUTÓNOMA DE MÉXICO
Spirulina
Esta microalga tiene alto contenido de proteínas (aminoácidos esenciales y no esenciales), hidratos de carbono saludables, ácidos grasos omega 3, vitaminas B1, B2, B3, B6, B12 y E, betacaroteno y gran cantidad de minerales. Los aztecas la consumían mezclada con maíz y se dice que sus mensajeros la consumían como fuente de alimento y energía para sus maratónicos desplazamientos.
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