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La ejecución presupuestaria en 2019 fue la más alta en tres años:
E. La Subdere explicó que no tuvo efecto en las grandes obras en ejecución y que se destinaron recursos adicionales para atender los destrozos.
Un impacto menor tuvo durante octubre, noviembre y diciembre el estallido social en la ejecución o gasto del presupuesto de los gobiernos regionales en 2019. Así se desprende de un informe elaborado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), que indicó que el registro ascendió al 99,4 %, el mayor en los últimos tres años. Lo anterior superó en 0, 1% a la ejecución en 2017 y en 0, 6% a la de 2018, mientras que en el uso de recursos se tradujo en que invirtieron US$ 1347,9 millones de los US$ 1, 355,4 millones disponibles para las 16 regiones. En tanto que Maule, La Araucanía, Los Ríos y Magallanes utilizaron el 100% de sus recursos, los menores índices se concentraron en Nuble, con 97,3 %, además de Atacama (97,4 %), Tarapacá (98,7 %) y Antofagasta (98,7 %). El subsecretario de la Subdere, Claudio Alvarado, explicó que el impacto del estallido social “se genera por situaciones de carácter imprevisto por la destrucción de vías públicas, mobiliario, paraderos de buses y señalética. Eso hace que el nivel central tenga una reacción rápida para adjudicar recursos adicionales a los que se están realizando tradicionalmente por los fondos del gobierno regional o sectoriales para reponer esa infraestructura dañada producto de una contingencia”.
También añadió que “las obras de infraestructura para las regiones que desarrollan tanto el FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional) como el nivel central, a través de los ministerios sectoriales, son obras que vienen con una planificación, con un flujo, y que daño de la contingencia prácticamente no tienen. Procuramos que el gasto sea básicamente en infraestructura que estaba programada y es responsabilidad
fundamental de los gobiernos regionales que las proyecciones se vayan cumpliendo”. Entre esas obras de largo aliento que han convivido con la convulsión social —con inversiones superiores a los US$ 125 millones— están la construcción de un embalse en la precordillera de Arica (Chironta) o expropiaciones para mejorar la carretera El Cobre, al este de Rancagua. A lo anterior también se sumaron recursos destinados para enfrentar la escasez hídrica, sobre todo en la zona central del país, con inversiones en programas de riego y recuperación de suelos, entre otros. “Nosotros tenemos un seguimiento muy continuo a través de la Dirección de Presupuestos, en orden a que los flujos se vayan desarrollando de acuerdo a lo comprometido. Ahora, una inversión pública siempre está compuesta de proyectos nuevos y proyectos de arrastre. Hay proyectos de gran magnitud que exceden un año y un calendario presupuestario, por lo tanto, aquí lo que interesa es que la cifra final sea lo más alta posible”, agregó Alvarado. Sin embargo, la crisis social en los últimos tres meses de 2019 coincidió con menores gastos del presupuesto en las regiones más golpeadas por el vandalismo. Valparaíso, por ejemplo, en octubre tuvo 2, 1% de avance. Otros registros bajos fueron Antofagasta (2, 9%, octubre), Aysén (3, 3%, noviembre) y Coquimbo (4, 5%, noviembre). El presidente del Consejo Regional del Maule, Juan Andrés Muñoz, aclaró que “el presupuesto 2019 fue un poco mayor al año anterior”. En diciembre, las que experimentaron mayores repuntes fueron Magallanes (9, 7%), Biobío (10,9 %), Maule (12,5 %) y Metropolitana (12,8 %).
OBRAS. — A fines de febrero parte la reposición de semáforos vandalizados en Concepción, con recursos adicionales entregados a las regiones.
MARIO ROJAS M. Y CORRESPONSALES
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