Imprimir Cerrar |
|
0
Editorial
Es destacable el esfuerzo de las empresas y el trabajo de las comunidades; pero debe advertirse que cada caso es distinto; no todas las faenas pueden ejecutar estas obras.
| consumo de agua en la región más desértica del planeta es muy relevante, lo que obviamente se explica por la existencia de la industria minera instalada en la zona. En un siglo de producción a gran escala y un desarrollo más notable a partir de los años 90, el desierto de Atacama ha visto florecer la actividad cuprífera. Es evidente que sin tener este recurso, la actividad no sería posible, pero sin la actividad, la región y el país no serían lo que hoy son, es decir, no ostentaríamos los indicadores de desarrollo que hoy sobresalen en el continente. Pero es bien evidente que continuar estresando las cuencas no parece prudente, lo mismo que mantener enormes captaciones desde napas subterráneas, de lo cual sabemos objetivamente poco. En esto, la industria ha hecho esfuerzos bien notables: la operación de Centinela (grupo Amsa) fue la primera en funcionar solo con agua de mar; lo mismo hizo a continuación la faena de Sierra Gorda sem y lo mismo acaba de anunciar y ejecutar Escondida, la mayor productora de cobre del planeta. La faena operada por BHP decidió adelantar en una década este plan a un costo de US$ 4 mil millones invertidos en los últimos 15 años. Las dos desaladoras construidos permiten generar 3. 800 litros de agua de mar desalada por segundo y así asegurar la producción, dejando las captaciones desde el acuífero de Monturaqui. Lo mismo harán otras faenas como Spence y las cuatro divisiones de Codelco en el Distrito Norte (Chuquicamata, Gaby, Ministro Hales y Radomiro Tomic), las que esperan construir una planta desaladora con capacidad de diseño de 840 litros por segundo y nominal de 630 litros por segundo. Y aunque no será suficiente para resolver el consumo de agua cordillerana, será un avance importante. Son buenas noticias, es un cambio económico y cultural importante, en sintonía con el asunto medioambiental; pero debe advertirse que cada caso es singular. Es obvio, por ejemplo, que operaciones como Escondida y Zaldívar no pueden medirse igual, detalle que debe tenerse en consideración para el debate de los próximos meses en este caso.
Aún hay mucho que hacer en materia de impulsión de agua desde el océano a las faenas, pero también en conocer los hábitats andinos, en cómo están siendo afectados y cómo pueden ser mejorados.
Copyright © 2022 · LITORALPRESS