La Paradoja del Agua
Dam $mith se preguntó por qué el aqua, compuesto vital, es más barata que los diamantes, que no tienen ninguna relación con la vida, que todos apreciamos más allá de cualquier riqueza, tal como lo señaló Steve Jobs antes de morir. La teoría económica señala que los bienes adquieren valor no por sus propiedades intrínsecas sino por sus circunstandas, no siendo decisiones absolutas. El agua es un compuesto lleno de paradojas. Por ejemplo, en Latinoamérica se tiene un tercio del agua dulce del planeta, con 23 mil m3 per cápita, pero una parte importante de su población no tiene seguridad de servicio. Paradojal resulta también la situación de nuestro país, donde en promedio sobra agua, pero mal distribuida, lo que nos llena de disputas y contradicciones. Tenemos más de 4 mil kilómetros de costa que podría conducir a pensar que no podemos tener escasez del recurso, pero el problema es que, si bien el planeta está cubierto de agua, un 97% de ella es salobre y del resto solo un 1% podría ser utilizada directamente como agua potable. La desalación puede resolver pardalmente este problema, pero cabe considerar su multidimensionalidad, abarcando aspectos que se refieren al medio ambiente, la tecnología, la cultura y la producción, siendo su gestión responsabilidad de todos. El agua tiene un valor económico bajo, sin embargo, la defensa de intereses relacionados es muy fuerte. Las grandes civilizaciones surgieron alrededor de recursos hídricos de gran importancia, como es el caso del Nilo en Egipto y actualmente no es la excepción. Países de fuerte expansión económica, como China invierten cantidades enormes en infraestructura hídrica, reconociendo que sin agua no hay desarrollo. En Estados Unidos, Trump ha impulsado un plan de 1. 5 trillones de dólares. Según la OECD, el conjunto de países Rusia, China, India y Brasil, invertirán 1 trillón de dólares hasta el 2025. En paises en desarrollo la inversión es un 75% pública, siendo paradojal que pese a los augurios de aumento de escasez se observa una disminución en la última década. En Chile la CNR plantea gastar 150 millones de dólares, valor importante pero insuficiente, a lo que suma una institucionalidad obsoleta. Por ello, lo primero es tener una visión amplia de la sociedad, donde se necesita una planificación de largo plazo, no solo técnica, sino socialmente válida con estrategias sustentables más allá de contingencias y políticas de bajo alcance. La paradoja de Adam Smith se empezará a disolver en una sociedad donde crecen las demandas de mayor valorización de los recursos naturales, mostrando indicios de un nuevo paradigma ambiental, social y económico.
Por Sebastián Videla, Consultor Senior