“LA SEQUÍA Y LA SUPREMA”
SEÑOR DIRECTOR Hace unos días apareció publicada una columna titulada"La sequía y la Suprema”, en la que se comenta una sentencia dictada por la Corte Suprema que precisa el sentido y alcance de los requisitos para constituir servidumbres de acueducto.
Lo relevante es que la columna pone de manifiesto quizás el más importante de los desafíos que tiene la nación en el corto y largo plazo: luchar con prontitud contra la sequía y desertificación.
El columnista menciona la desalación y la carretera hídrica terrestre como soluciones posibles para tamaño desafío.
Aunque el alcance jurisprudencial de dicha sentencia fuera efectivamente aplicable al caso del proyecto terrestre, ello solo disminuirían marginalmente los plazos y dificultades de aplicado a una obra demás de 1.000 kms. La columna olvida un tercer proyecto que podría ser menos invasivo en el territorio y más sostenible el sistema que propone transportar hasta Mejillones, a través de ductos submarinos, agua dulce tomada antes del punto de salinidad desde los ríos Maule y Bío Bío.
Su recorrido frente a la costa chilena permite realizar entregas de agua en cada punto de demanda, potencialmente hasta Arica, produciendo un verdadero cambio de paradigma para el proceso territorial de Chile. En el caso de la Corte Suprema, este proyecto no requiere de su eventual fuerza jurisprudencial, solamente necesita de concesión marítima de la Armada, lo que posibilita una construcción rápida y fluida, pero, sobretodo, hecha con un consistente acuerdo ciudadano.
Se requiere de una decisión urgente del Estado.