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Editorial

Preparados para el invierno altiplánico

No hay nada más tranquilizador saber que el suministro de agua estará asegurado en caso de alguna emergencia.
Verano pasado los habitantes de Calama vivieron complejos días cuando producto de los aluviones quedaron cerca de una semana sin agua potable generando un caos en la ciudad e incluso hasta protestas por la demora en la reposición de este elemento. Para este verano, estará lista la ampliación de la aducción desde el embalse Conchi con el fin proveer más agua a la sanitaria local y no dejar de abastecer de agua potable a la población. En la época estival de nuestro país, el sector cordillerano de las regiones del norte se ven impactadas por el llamado invierno altiplánico que afectan principalmente a Bolivia y Perú entre los meses de diciembre a marzo, y de paso afectando la zona interior de la Segunda Región. Este fenómeno genera aluviones y fuertes crecidas de ríos, que con el cambio climático ha provocado que éstas se produzcan en pocas horas, generando graves daños alas rutas y zonas habitadas de la precordillera. Por este motivo, las obras para ampliar la impulsión de agua a la planta de filtros que se ubica en el cerro Topáter, permitirá respaldar el suministro de agua potable a la comunidad en caso de una catástrofe natural y no quedar desabastecidos. Incluso para el próximo año se pretende ampliar nuevamente para llegar a producir 600 litros por segundo, asegurando el consumo de toda la ciudad de Calama. Es necesario seguir avanzando en medidas de mitigación frente a emergencias, de tal manera que las empresas de servicios estén mejor dotadas ante una emergencia y puedan responder a la brevedad. Otro de los inconvenientes reflejados en la última emergencia por el invierno altiplánico, fue el bajo estándar de los caminos, que prácticamente fueron “borrados” por la aguas y aluviones, dejando aisladas a diversas localidades del interior por varios días. Esto debiera ser analizado por el MOP con el fin de elevar los estándares de los caminos, con mayores puentes en remplazo de alcantarillas y mejores terraplenes que puedan soportar la fuerza del agua. Todo esto permitirá enfrentar de mejor manera el invierno altiplánico.
Mejores aducciones y caminos son la clave para poder enfrentar de mejor manera los estragos que cada año provocan las lluvias estivales en la zona.