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RODRIGO VERGARA, EXPRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL, DA ESPALDARAZO A HACIENDA FRENTE AL FUEGO OPOSITOR:
El economista —hoy en el CEP— se manifiesta optimista de lograr la aprobación de la reforma tributaria, planteando, eso sí, que no le gustan de ella: el nuevo | “blanqueo de capitales” y cree que es posible eliminar la renta presunta.
- MARÍA SOLEDAD VIAL
La economía se ve bastante bien, un crecimiento súper sólido, un desempleo históricamente bajo”. Rodrigo Vergara viene llegando de Estados Unidos, país que pese a su controvertido Presidente, la economía norteamericana pasa por un gran momento con el vuelo que dejó Obama y que el excéntrico millonario reimpulsó con una rebaja tributaria de más de 10 puntos al impuesto de las empresas.
“Hacia adelante hay una cierta preocupación”, dice el expresidente del Banco Central: “Desequilibrios fiscales importantes que se están generando y la guerra comercial con China no puede terminar bien si se profundiza. La economía tiene sus ciclos, el impulso fiscal tampoco es eterno”.
La exautoridad económica, hoy con su centro de operaciones en el Centro de Estudios Públicos (CEP), pone luz amarilla ante el incipiente deterioro que muestra el precio del cobre, el crecimiento europeo que se ralentiza, e incertidumbres que ve en América Latina y en mercados emergentes como Turquía, Sudáfrica, Indonesia, India y eventualmente China, Los nubarrones también podrían llegar a Chile, advierte Vergara, hacia el segundo semestre del próximo año.
Por eso celebra el Presupuesto que el Gobierno presentó esta semana al Congreso para el 2019: "Un Presupuesto responsable, prudente, consistente con la meta de ir bajando en 0, 2 puntos porcentuales anuales del déficit estructural”. “Es un ajuste muy significativo y era lo que había que hacer”, recalca, recordando el alza del déficit fiscal y la deuda pública en los últimos años.
El mejor antídoto para mantener un crecimiento alto, pese a los nubarrones riesgos que puedan surgir, Vergara lo ve en apurar reformas estructurales, especialmente en dos, y que son políticamente espinudas: pensiones y laboral.
—¿ No le parecen demasiado optimistas algunos cálculos oficiales en el Presupuesto? Siguiendo al Banco Central, el presidente del Senado, Carlos Montes, advirtió de una sobreestimación de ingresos tributarios.
“Puede que algunas variables sean relativamente optimistas, una puede ser el crecimiento de 4, 6% de la demanda interna, el propio Banco Central tiene menos de 4%, y otra podría ser el precio del cobre, pero no veo nada desequilibrado o demasiado fuera de rango”.
—¿Cree que tendrán que ajustar ciertas variables optimistas, como dice la oposición?
“Puede haber algo y la Dirección de Presupuestos deberá hacerse cargo en la discusión parlamentaria, pero, insisto: no hay nada fuera de rango. Se está haciendo un esfuerzo muy importante con la fuerte baja del gasto público, que creció tanto en la administración anterior, igual que el déficit y la deuda pública. Me cuesta que la oposición se ponga extremadamente conservadora en materia fiscal, cuando no lo fue durante su administración”,
—El ajuste solo consigue estabilizar la deuda pública, que sigue muy alta. ¿Cómo debería manejarse si el escenario global efectivamente se vuelve más complejo?
“Hay que entender que la deuda pública creció muy fuerte en el gobierno anterior, aunque había prometido ir reduciendo el déficit fiscal, que fue de 2,8% en el último año de la administración Bachelet. Por primera vez en muchos años hay un esfuerzo importante de ajuste para reducir el déficit efectivo, el déficit estructural y estabilizar la deuda pública. Eso no puede hacerse de un día para otro”,
“Estaba todo dado para haber ido más rápido, pero bueno, se está apurando el tranco”
—¿ A usted le parece que las cuentas están cuadrando? Hay muchos compromisos, proyectos anunciados que demandarán más recursos y deben conciliarse con seguir bajando el déficit y una economía más lenta.
“El gasto público venía creciendo muy fuerte y hay muchos compromisos”, dice. Sin embargo, las cuentas están perfectamente cuadradas en el Presupuesto. La única forma de cumplir con todo es reasignar gasto, algunos ministerios crecerán y otros deberán bajar su gasto. El escenario externo es un riesgo. Si bien se reconoce que la economía crecerá menos hacia adelante, podría estar más cerca de 3% que de 4%, como estima el Gobierno”.
—¿ Qué estrategia tomaría si fuera ministro para cumplir los compromisos en un escenario económico más restringido? Volver a altas tasas de crecimiento fue la principal promesa electoral de Piñera.
“Efectivamente, el plan del Gobierno plantea un crecimiento elevado. Ojo, que en el primer gobierno de Piñera se creció al 5, 3% en promedio. La única forma de que el producto potencial crezca es que hagamos ciertas reformas. Tengo la impresión de que después de un comienzo relativamente lento, el Gobierno ha tomado la iniciativa y hoy tenemos varias reformas muy importantes, como la tributaria, el Consejo Fiscal, el Plan Araucanía, los cambios en infancia, entre otras”.
—Usted que participó en la campaña, ¿se ha sentido interpretado por estos primeros ocho meses de gobierno?
“Había un riesgo de que se produjera cierta inacción, producto de que la economía iba a crecer fuerte el primer semestre, ya se había acelerado en el tercer trimestre del 2017 por un mejor escenario externo y podríamos pensar que por las expectativas que se generaron al hacerse altamente probable que Piñera fuera el siguiente Presidente. Pienso que era un error, estas cifras no se repetirán, la economía va a desacelerarse e incluso podrían tener que ser aún más austeros. Pero si al principio estuvo más lento, ha ido tomando ritmo y vienen reformas importantes como pensiones, lo laboral”.
—¿ Le parece que el Gobierno debió haber enfrentado esos temas de inmediato? ¿ Debió aprovechar la popularidad, el capital político inicial?
“Se aprovechó menos de lo que pensé, quizás hubo que afinar cosas técnicas. Además, se dio un primer semestre de crecimiento que no se va a repetir, estaba todo dado para haber ido más rápido, pero bueno, se está apurando el tranco”.
—¿ No será que quisieron evitar la confrontación política que producirán esas reformas, en que las posiciones son tan divergentes?
“Son reformas súper complejas, pero mientras más se demoren, probablemente aumente la probabilidad de confrontación política. Van a ser dos negociaciones muy difíciles, pero es importante entrar en los temas complejos”,
—¿ Aunque pueda arriesgar una derrota política en el Congreso y reciba todo el fuego de la oposición?
“Esperaba que se bajara el impuesto a las empresas, era una promesa de campaña, había argumentos sólidos. Habría que haber buscado las compensaciones adecuadas”
—Si hablamos de reformas, ¿qué le pareció la más importante que ha propuesto el Gobierno en el plano económico, la reforma tributaria?
"El corazón de la reforma tributaria es la integración, de la que soy muy favorable, porque da equidad horizontal y evita gravar doblemente la inversión, con un efecto muy positivo, Es una buena reforma, aunque tengo algunas dudas, creo que era una señal importante haber bajado el impuesto a las empresas, los países de la OCDE han bajado en promedio cerca de 10 puntos los impuestos corporativos en los últimos 10 años".
—¿ Lo frustró que el Presidente lo anunciara de antemano? ¿ Cree que con estrechez fiscal y todo se habría podido bajar?
“No me frustro tan fácilmente (se ríe), pero esperaba que se bajara el impuesto a las empresas, era una promesa de campaña, había argumentos sólidos para hacerlo. Habría que haber buscado las compensaciones adecuadas para dos puntos porcentuales, no estamos hablando de algo tan significativo. Sé que hay restricciones políticas, pero si hay buenos argumentos, hay que ir al Congreso a defenderlos y tratar de convencer de que son razonables. Tengo la sensación de que en ciertos sectores la integración despierta más rechazo que una eventual rebaja a las empresas, lo dijo el ex ministro Valdés".
—¿ Cree que se perdió una oportunidad por no entrar en confrontación con la oposición?
"Era importante, y si se hubiera perdido la discusión habría quedado la señal de que es la dirección, Estaba en el programa de gobierno, y por buenas razones. Entiendo que había un tema fiscal y uno más político, porque sabemos que el Gobierno tiene minoría en el Congreso. Se decidió no dar esta pelea, y la pelea se trasladó a la integración. Hay otros de la reforma tributaria que no me tan, como un nuevo blanqueo de capitales. Estas cosas, de por sí discutibles, si se hacen es por una vez o muy de vez en cuando. El que no se acogía en la reforma anterior se sometía a penas duras, no tiene sentido abrir una ventana a los cuatro años. Se pierde credibilidad y se incentivan malas prácticas”,
“Soy optimista, se va a aprobar”
—Las críticos sobre el proyecto se han centrado ahora en la integración, dicen que beneficia a las grandes empresas. ¿Sería bueno introducir modificaciones, como un alza al Impuesto Global Complementario, para compensar el efecto y dejar satisfecha a la oposición?
"La mayor compensación viene por la boleta electrónica y hay una duda razonable respecto de si logrará efectivamente esa recaudación que es significativa, sobre US$ 1000 millones. El peso de la prueba lo tiene el Ejecutivo, que debe demostrar que es razonable, Si se reduce la evasión, es perfectamente posible de lograr. Si hubiera que buscar otras posibles fuentes de financiamiento, siempre he pensado que es posible eliminar la renta presunta, que ya no tiene sentido. Lo del Global Complementario es también una posibilidad abierta”.
—¿ Le encuentra razón a la oposición, entonces? Se anticipa dura la discusión legislativa, el Frente Amplio le cerró la puerta de entrada y otros en la oposición son muy críticos.
“La recaudación de la boleta electrónica requiere de un buen análisis y persuasión. Hay otras dudas respecto al efecto de la reforma en el crecimiento del PIB, me parece alto el 0, 6% anual que dice Hacienda; en Estados Unidos los más optimistas hablan de 0, 3% con una rebaja de 10 puntos en el impuesto a las empresas y depreciación acelerada por 5 años. Más allá de eso, este es un buen proyecto y soy optimista de que a pesar de la dura crítica de la oposición se va a aprobar, porque hay conciencia de que la reforma tributaria anterior no es buena y de que la integración es una cosa buena”.
—¿ La tiene difícil el ministro de Hacienda? ¿ Cómo ve el desempeño del ministro Larraín, que ha sido golpeado políticamente por episodios como su viaje a Harvard y ahora con el crédito Corfo?
"Felipe fue un excelente ministro de Hacienda y tiene todas las capacidades para llevar a cabo una excelente administración. Le insisto, soy optimista de que la reforma se va a aprobar”.
“Confío en que si uno plantea bien las cosas, puede conseguir acuerdos políticos. Es importante que el país empiece a mirar al futuro y es clave aumentar la productividad y darle flexibilidad al mercado laboral. Hemos tenido una reducción muy fuerte de nuestro crecimiento potencial y de la inversión, la automatización llegó hace rato y explica en parte por qué no será fácil bajar el desempleo. El Congreso está muy complicado, pero eso no puede inhibir que el Gobierno presente sus ideas”.
—¿Cu{al es su pronóstico para el desempleo, que ha sido rebelde estos meses?
“Es una señal importante, no fácil bajarlo de aquí en adelante, porque la economía crecerá menos, la fuerza de trabajo sí lo hará y la automatización está pegando fuerte. La respuesta es hacer reformas estructurales que afirmen un crecimiento más cerca de 4% y reformar el mercado laboral para que la gente pueda moverse más rápido de empleo y no quede obsoleto. El daño en materia de productividad y eficiencia del gobierno anterior fue serio; sin embargo, pienso que no tiene sentido seguir mirando para atrás, no hay agua en esa piscina. No hay que seguir echándole la culpa al gobierno anterior de lo que estamos viendo hoy, hay que mirar adelante”.
PENSIONES Y LABORAL
"Son reformas súper complejas, pero mientras más se demoren, probablemente aumente la probabilidad de confrontación política".
REFORMA TRIBUTARIA:
"La mayor compensación viene por la boleta electrónica y hay una duda razonable respecto de si logrará esa recaudación. El peso de la prueba lo tiene el Ejecutivo (...) Si se reduce la evasión, es perfectamente posible".
NEGOCIACIONES POR LAS REFORMAS:
"El Congreso está muy complicado, pero eso no puede inhibir que el Gobierno presente sus ideas".
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