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A seis meses de emergencia en Osorno:
Dice que debe concentrar sus esfuerzos en enfrentar la sequía en su operación de Santiago. Essal aun enfrenta proceso sancionatorio y arriesga multa de hasta $2. 500 millones
Seis meses del desastre que se vivió en Osorno el 11 de julio pasado —por la contaminación del suministro de agua potable—, la matriz de la sanitaria Essal, Aguas Andinas, tomó una decisión radical: vender su participación total en la compañía, según informó hoy a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). “El directorio ha acordado dar inicio a un proceso abierto y competitivo para la venta de la participación que directa e indirectamente detenta en Essal, que representa el 53,5 % de las acciones”, dice el hecho esencial firmado por Marta Colet, gerenta general de Aguas Andinas. Tras el anuncio al mercado, la empresa envió una declaración pública para profundizar el motivo de la venta, argumentando que ésta no tiene relación con el proceso sancionatorio que pesa sobre la empresa y que podría eventualmente anular la concesión en la Región de Los Lagos y significarles una multa de $2. 500 millones. En el documento manifestó que tomó la decisión “por motivos estrictamente empresariales, considerando que hoy se enfrenta a grandes desafíos que la determinan a focalizarse en sus actuales prioridades estratégicas en Chile”. En específico, dijo que que “el cambio climático y la sequía extrema sitúan a Aguas Andinas en un complejo escenario que no sólo requerirá acciones en el presente, sino también en una hoja de ruta en el mediano y largo plazo que permita enfrentar con robustez operacional, tecnología de vanguardia, nuevas infraestructuras y personal altamente capacitado, momento del cual nos debemos hacer cargo”. Ya en septiembre pasado el gremio que agrupa a las sanitarias (Andess) advirtió que la situación para estas empresas era complicada producto del cambio climático y calculaba que deberán invertir unos USS 10 mil millones hacia 2040 para hacer frente a las nuevas necesidades producidas por la escasez hídrica.
El fantasma de la multa Hasta septiembre de 2019, Essal reportó pérdidas por $178 millones, las que se comparan con ganancias por $7. 267 millones en igual período del
ejercicio anterior. El resultado, muestra los efectos del extenso corte de agua en Osorno, tras lo cual la compañía reconoció más de $7. 417 millones por concepto de compensaciones y gastos operacionales. Entre los principales activos de la compañía está su cartera de clientes, que suman 229.038 para el servicio agua potable y 218.945 por concepto de tratamiento de aguas servidas.
La venta de este activo por parte de Aguas Andinas no se vislumbra fácil: Essal enfrenta un proceso sancionatorio que se abrió el 8 de agosto. Allí la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) levantó dos expedientes sancionatorios paralelos que podrían culminar en un plazo de seis meses. En el primero, arriesga una multa inédita en la industria, que podría llegar a los $2. 500 millones; y en la segunda arista, la más grave, la firma controlada por Aguas de Barcelona podría perder la concesión, si así es ratificado por el Presidente de la República. Aguas Andinas confirmó que aún no ha tomado contacto con posibles compradores. El segundo accionista de Essal a la fecha es Inversiones Gran Araucanía Dos —dueña del 40,46 %—, ligada al empresario Felipe Ibáñez Scott, ex controlador de matriz de supermercados Lider, junto a su hermano Nicolás. Hasta el medio día, la acción de Aguas Andinas B se cotizaba a $307, con un alza de 2, 25%. Desde que se produjo la crisis sanitaria en osorno, en julio de 2019, los títulos de la matriz han caído un 24,42 % a la fecha.
53,9 %
de participación tiene Aguas Andinas en la sanitaria de la Región de Los Lagos
Por Sergio Sáez y Francisca Garrido
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