Canalización, encauzamiento y embalses en el rio Mataquito
Chile por condiciones geográficas cuenta con numerosos ríos transversales de cordillera a mar, cuyos caudales dependen de cómo se presenten las condiciones climáticas beneficiosas o adversas en su oportunidad. En repetidas ocasiones por este mismo diario La Prensa, he venido extensamente advirtiendo y señalando a las autoridades pertinentes del nivel central, lo que dice relación con el encabezamiento de lo que paso a exponer una vez más. Hace ya más de 30 años, la provincia de Curicó fue violentamente sacudida por un cataclismo sísmico de catastróficas proporciones, cuyas consecuencias destructivas afectaron con mayor intensidad a las comunas del sector costero de la Región del Maule; Hualañé, Curepto, Licantén y Vichuquén, cuyas construcciones de origen colonial (murallas hechas de adobes, paja, barro y pesadas techumbres de tejas)
no resistieron en pie el movimiento sísmico, sufriendo daños irreparables en sus infraestructuras y como si todo esto hubiera sido poco, coincidentemente con ello acompañado, además, por un sostenido y violento temporal de viento y lluvias que duró más de diez días, lo que dio como resultado desbordes y avalanchas del río Mataquito, aislando varios sectores en la ruta vehicular hacia la costa, anegando con sus aguas, sedimentos y basura la ciudad de Licantén y sus alrededores cuyas construcciones, las que aún quedaban en pie, ya afectadas por el movimiento telúrico expuesto, se transformaron en un montón de escombros con pérdida total de bienes personales, mobiliario y en algunos casos sentidas víctimas humanas. Todo esto bajo un nivel de agua y barro de más de un metro de altura en el cincuenta por ciento del pueblo; dolorosa situación que faltan palabras para describir, pero que algunos de
memoria frágil ya han olvidado, no obstante, para quienes vivimos esos momentos dificiles de angustia y desesperación, los que estuvimos allí removiendo el barro, buscando junto a los afectados lo posible, nos obliga a recordar, meditar, hacer presente y transmitirlo a las nuevas generaciones. Todo lo precedentemente expuesto que cobra vigencia de nuevo en otra dimensión, lo he venido repitiendo cancinamente como ignorado poblador en la costa desde el año 1985 en adelante, referido al comportamiento y condiciones imprevistas del río Mataquito, lamentablemente sin respuestas o simple comentario de las autoridades aludidas al respecto (o por decirlo peyorativamente en jerga popular “a palabras de necios oídos sordos”), motivo por el cual me permito citar como un téngase presente algunas de varias publicaciones en diario La Prensa que ayuden a corroborar lo expuesto, indicando y precisando fechas, títulos y páginas de las inserciones; todo ello consta en ejemplares originales del periódico mencionado, que mantengo a resguardo en mi biblioteca personal, según detallo: - Mes agosto 1987 “Nueva crecida del río Mataquito amenaza Licantén”. - Mes junio 1993 “Municipio de la cuenca del Mataquito”, reunión de alcaldes. - Mes octubre 1998 Pág. 5 Editorial “La sequía llega a punto de crisis”. - Mes Sept. 2010 Pág. 18 “Ríos Teno y Mataquito en medio de escasez de agua”. - Mes Abril 2011 Pág. 20 Crónica “Sobre el río Mataquito” - Mes Abril 2016 Pág. 10 Tribuna “El río Mataquito”. - Mes Agosto 2018 Pág. 18 Tribuna “El agua que no llega” - IL. - Mes Abril 2019 Pág. 20 Tribuna “Preocupación en el sector costero por falta de agua”.
Sin el ánimo de polemizar ni
cuestionar a nadie y ante la situación crítica que está viviendo el país por falta de lluvias que afectan gravemente al sector agrícola, industrial y minero, entre otros, es que el Gobierno, parlamentarios y empresarios reunidos en mesas de trabajos se encuentran abocados en diseñar una política nacional para contrarrestar la emergencia; solución que ojalá no sea repetitiva otra vez como nube pasajera del momento tantas veces consensuada y que en el caso nuestro estamos lamentando ahora con la paralización temporal desde el 20 de diciembre de 2019, de la Planta de celulosa “Licancel”, ubicada en la ciudad de Licantén, que produce más de ciento cincuenta mil toneladas métricas de celulosa y de cuyas actividades dependen económica y laboralmente las comunas de la costa ya mencionadas (Hualañé, Licantén, Curepto, Vichuquén). Esta paralización que fue adelantada, es inédita, y obligada técnicamente por las circunstancias (falta de agua en el río Mataquito) y debe según entiendo poner en alerta roja al gobierno central en forma definitiva. Basta ya que ante situaciones críticas repetidas ya más de una vez como la que estamos viviendo, no se haya atinado desde más de treinta años, en lo que tal vez ignorantemente vengo repitiendo: CANALIZACIÓN, ENCAUZAMIENTO Y EMBALSES EN EL RÍO MATAQUITO, y por qué no agregarle en otros tantos ríos transversales a lo largo del país, casi todos en periodo invernal que pierden sus aguas al mar y en período estival falta de agua para riego agrícola, funcionamiento industrial y consumo humano, etc. , etc. Etc. Y eso no sería todo.
Herman Fuenzalida Fuenzalida