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TEMAS ECONÓMICOS
* El avance del calentamiento global representa una amenaza para el crecimiento económico mundial. Si bien el progreso tecnológico ha contribuido a mitigar en algo su impacto, aún se requiere un mayor compromiso de las autoridades y de la población.
El medio oeste y el noreste de los Estados Unidos están padeciendo las temperaturas más bajas de los últimos 25 años. Chicago es un caso emblemático, con mínimas de -32 grados Celsius y una sensación térmica de -45 grados, la de lugares como el Everest o la Antártica. Paralelamente, otras latitudes experimentan intensas olas de calor. A fines del año pasado algunas zonas de Australia Occidental alcanzaron los 49,3 grados, la temperatura más elevada desde que se tienen registros en ese país. En el plano local, distin-
tas comunas de la Región Metropolitana tocaron recientemente máximas históricas, mientras que los 42,9 grados del fin de semana pasado en San Felipe representan un nuevo récord nacional. La ciencia ha demostrado que todos los casos anteriores no son más que consecuencias del cambio climático. Las temperaturas pueden desplomarse o elevarse dependiendo de la región y la estación. El calentamiento global, de manera indirecta, puede reducir transitoriamente las temperaturas de zonas
cas, al facilitar la desestabilización del vórtice polar —fenómeno detrás de las gélidas jornadas en EE.UU. —, al tiempo que produce un aumento significativo y permanente en la temperatura promedio mundial. Cuantificar el impacto agregado del cambio climático sobre la economía es tarea compleja. Sin embargo, simulaciones recientes indican que un aumento de un grado en la temperatura global reduciría el crecimiento mundial anual en un 2%, mientras que un incremento de cuatro grados lo disminuiría a la mitad.
Desde caídas en la productividad hasta huracanes
El calentamiento global incide sobre la economía por múltiples vías. Anivel individual, el organismo humano requiere de importantes esfuerzos para ajustarse a temperaturas extremas. Los efectos pueden ser particularmente dañinos sobre la salud de grupos específicos, como niños y adultos mayores. Lapsos prolongados de frío o calor como los que afectan a los hemisferios norte y sur, respectivamente, también pueden tener efectos negativos sobre la población general. Si bien estos pueden no manifestarse en un daño evidente sobre la salud, sí impactan la actividad de las personas, incluyendo el trabajo, lo que golpea la productividad. Así, de profundizarse el calentamiento global, ambos factores (daño a la salud de grupos específicos y efecto general sobre la productividad) podrían hacer disminuir el crecimiento económico potencial. En cuanto al desempeño delas distintas industrias, destacan las pérdidas que el cambio climático provoca en la agricultura, la ganadería y la pesca. Este último caso podría ser particularmente grave, considerando la sensibilidad del ecosistema marino a las altas temperaturas. La minería y la generación hidroeléctrica también se ven amenazadas por la escasez de agua debido a sequías prolongadas. Además, las temperaturas extremas reducen el atractivo de los destinos turísticos, fuente de
Avances muy insuficientes
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU sugirió limitar el aumento de la temperatura global a 1, 5 grados desde su nivel preindustrial, siendo este tope más exigente que los 2 grados establecidos originalmente en el Acuerdo de París. Pero el IPCC advierte que, de mantenerse el actual ritmo de emisiones de gases invernadero, la temperatura global superaría en 2040 el umbral propuesto. En este contexto, el escaso avance
en materia de recortes de emisiones logrado durante la vigésima cuarta versión de la Cumbre del Clima de la ONU (diciembre pasado) es preocupante. Y las masivas manifestaciones de la población francesa ante el anuncio de alza del impuesto a los combustibles en ese país demuestran las dificultades políticas para avanzar en dicha agenda usando instrumentos económicos. Así, las apuestas apuntan a lo que se pueda lograr mediante la innovación tecnológica. Desde los incipien-
recursos para las economías locales. Existe virtual consenso en que la intensidad y frecuencia de eventos meteorológicos extremos —como tormentas, megaincendios y huracanes— han aumentado producto del calentamiento global. Tal como Chile lo ha experimentado durante los últimos años a propósito de los incendios, los costos económicos de estos eventos son considerables. Por lo mismo, el presupuesto de las naciones deberá estimar crecientes provisiones para enfrentar estas situaciones. Y dado que los más pobres son también los menos preparados ante tales emergencias, el efecto socialmente regresivo del cambio climático no será despreciable.
Tes progresos para remover el CO2 de la atmósfera hasta el notable desarrollo de los autos eléctricos y las energías renovables no convencionales, el cambio tecnológico moviliza los esfuerzos en la materia. Sin embargo, todo sugiere que no será suficiente. La preservación del medio ambiente requerirá una población educada que entienda que, sin modificaciones en sus patrones de vida y consumo, los costos económicos y sociales del cambio climático seguirán creciendo.
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