El creciente e inexorable agotamiento de los recursos hídricos de la Región del Maule producto de la lenidad en la creación de obras de acumulación para fines humanos y productivos.
Esde hace más de un siglo que se está incubando en forma silenciosa y creciente un desastre producto de la escasez de agua y del irracional uso de los recursos hídricos en la Región del Maule, considerando que se trata de un elemento fundamental para la vida y la permanencia y desarrollo del sector silvoagropecuario, que aporta el 13% de PIB regional y genera el 27% del empleo. La situación del recurso hídrico es dependiente de los ciclos climáticos que se han traducido en la conocida y manoseada acepción de “sequía”. El territorio de la Región del Maule tiene una superficie de 3. 029.600 hectáreas, conformado por la zona andina, el valle central, la cordillera de la costa y la zona litoral. La irregular topografía generó cuencas donde escurren los torrentes generados por las precipitaciones y los ventisqueros andinos y/o glaciares. Estudios y antecedentes efectuados en el período 2013-2018 determinaron que el año 2013 fue el de menor cantidad de precipitaciones, en especial en el territorio de la Provincia de Curicó, con una precipitación anual que alcanzó a 364,7 mm. Si se asume que esta precipitación mínima fue similar en todo el territorio regional, el volumen hídrico anual alcanzó a 11.048 .951.200 m3. Al considerar que de este volumen hídrico un 30% del agua se infiltró en el suelo, la infiltración sería del orden de 3. 314.685 .360 m3. Y
el 70% restante, los 7. 734.265 .840 m3. , escurrieron por las diferentes cuencas hasta alcanzar el mar de Chile donde llegan todos los torrentes. Del total de este recurso que escurre, la región cuenta para acumularlo y guardarlo, al año 2020, con 7 acumuladores o embalses, de los cuales 5 fueron construidos en el siglo pasado. Estos acumuladores tienen capacidad para almacenar 889.700 .000 m3. , lo que representa la capacidad de almacenar el 10% del agua caída y que escurre al mar sin uso alguno y que representa el 90% del recurso precipitado en un año seco.
Cabe destacar que hoy, cuando usted lee este artículo, el río Maule, frente a la estación Forel, lleva un caudal del orden de 100 m3/seg. , lo que equivale al contenido de 2 piscinas de 10 metros de largo x 5 metros de ancho x 1 metro de profundidad, que pasan por cada segundo al mar sin uso alguno. El día de 24 horas tiene 86.400 segundos, vale decir, pasan diariamente por Forel, en pleno período de sequía, 172.800 piscinas de 50m3. Lo que representa 8. 640.000 ma3. , equivalentes a la décima parte de la capacidad de los 7 embalses de la región, vale decir, con ese caudal en 10 días se completa la capacidad de ellos. Si lo analizamos desde otro punto de vista, se tiene que el estándar de consumo humano es del orden de los 150 litros diarios por persona. Este volumen de agua que escurre sin ningún uso frente a Forel permitiría abastecer diariamente a
Una población de 57.024 .000 habitantes, vale decir 3, 3 veces la población total de Chile. Esta es la sequía. La región, por sus condiciones de suelo, clima, recursos hídricos y su población, tiene una vocación silvoagropecuaria que es su soporte económico y social. Con un territorio de 3. 029.600 , la región del Maule tiene una población de 1. 044.950 habitantes, según el Censo INE 2017. De la población activa regional, el 27% depende de esta actividad que constituye y genera el 13% del PIB regional y da empleo y sustento a la población rural que es de los 279.819 habitantes (26,78 % de la población regional). Otro dato relevante es que la distribución de la población regional con vocación agrícola se asienta en el orden de 1. 200 centros poblados. De los suelos de la región, se estima que 1. 000.000 de hectáreas tienen potencial agropecuario. Gracias a las obras de infraestructura de riego construidas en los siglos XIX y XX se riegan del orden de las 320.000 hectáreas. Y mediante la concreción del orden de 20 proyectos de muy antigua data se podrían alcanzar a regar 620.000 hectáreas, lo que constituiría duplicar la superficie regada con el consiguiente beneficio económico social para la región, transformándose realmente en una potencia agroalimentaria, concepto tan “cacareado”. Los 7 embalses existentes tienen capacidad para almacenar el 10% del agua caída anual en un año seco (889.700 .000 m3.). 5 de ellos son de antes del inicio del siglo XXI, almacenando el 90,70 % del volumen total. En este siglo se han construido 2 embalses que representan el 9, 3% de la capacidad total. Sin embargo, el país y la región tienen una capacidad infinitamente superior en recursos humanos, técnicos y económicos. El año 1967 se aprueba la primera estrategia de desarrollo de la Región del Maule. En ella se establece, entre sus prioridades, el desarrollo de 20 obras de nuevos embalses para el desarrollo agrícola. El año 1977 se aprueba la segunda estrategia de desarrollo regional del Maule y nuevamente se priorizan estos 20 nuevos embalses con el objetivo de duplicar la superficie de riego. Sin embargo, transcurridos 53 años desde la primera estrategia de desarrollo regional y transcurridos 10 gobiernos de distintas sensibilidades y colores del arco iris político, sólo se han construido dos, los que han aumentado el volumen de almacenamiento en un 10% del 100% previsto. Más el regadío de Pencahue, construido en el período de ¿ la dictadura?, en que la hacienda fiscal
estaba en la pellejería. Esta obra tuvo una inversión del orden de los US$ 33.000 .000 y permitió regar del orden de las 11.000 hectáreas, transformando un páramo en un vergel, con resultados a la vista en lo económico y social para esa comuna. De los 20 proyectos propuestos en las estrategias del año 2019, 18 se encontraban en las siguientes condiciones técnicas: 7 en estado de diseño, 1 en estado factibilidad, 7 en estado de prefactibilidad y 3 en estado de idea. Estos proyectos almacenarían aproximadamente 104.500 .000 m3. Y cubrirían del orden de 151.000 hectáreas para su riego. Y el costo estimado sería de US$ 525.000 .000 de dólares, con un valor promedio de US$ 31.000 dólares por hectárea y con una dispersión de US$ 244.896 dólares por hectárea para el de menor eficiencia y del orden de US$ 2. 400 dólares la hectárea para el más eficiente (embalse Ancoa sitio original). Es necesario señalar que la recientemente creada Región de Nuble está implementando el embalse Punilla con una inversión del orden de los US$ 500.000 .000 (quinientos millones de dólares), obra que tiene 60 años de historia y peticiones y cuyo valor corresponde aproximadamente al 95% del costo de las 18 obras de embalses pendiente desde el año 1967 para la Región del Maule. Según antecedentes obtenidos, el Gobierno Regional dispone de recursos anuales del orden de 1. 375 millones de dólares, mientras que las obras descritas representan cerca del 47% de esos recursos. Los recursos para esta inversión significarían el 7, 64% de los recursos regionales anuales, lo que tendría un efecto multiplicado en lo económico y social inimaginable. ETERNA DISCUSIÓN La eterna discusión de la inversión en obras de riego es ¿ quién las paga?, ¿quién se hace rico con ellas? y ¿ a quién perjudican? Por ello es necesario señalar, a modo de ejemplo, el caso del Canal Pencahue que se construyó a regañadientes de los doctos en la materia. Este canal, con un caudal de orden de los 10m3/seg, riega unas 11.000 hectáreas que antes eran un páramo, en una zona con una cesantía y pobreza abismante. La inversión en esta obra fue del orden de los US$ 33.000 .000 (treinta y tres millones de dólares). Este canal empezó a operar el año 1996. El año 2004, en un período de 8 años, la producción se incrementó (por concepto de IVA) en aproximadamente US$ 50.000 .000, lo que equivalía a haber pagado al Estado 1, 5 veces el valor de la obra en un período de 8 años, amén de los mayores ingresos por el concepto de impuesto territorial. El avalúo de una hectárea de secano está muy por debajo del avalúo de una hectárea de riego. Por otra parte, la duración de una obra de riego bien construida supera el siglo, por lo cual el Estado, vía tributaria, percibe en ese período recursos que son superiores a lo menos en un 500% a lo invertido, además del desarrollo económico y bienestar social que esas obras generan y que contribuyen al don más preciado: la paz social. Del análisis precedente se puede colegir que en esta región no hay sequía sino un manejo troglodita del recurso agua y una falta de decisiones políticas para destinar recursos económicos y técnicos para almacenar y racionalizar el uso de este vital elemento, base para el
desarrollo regional. El estado actual es vergonzoso.
CONSUMO HUMANO Al agua le damos importancia para la vida sólo cuando falta y empieza la desesperada tarea de conseguirla en carácter de urgencia y se mueven las comunidades presionando por urgentes soluciones. Sin embargo, en los períodos de abundancia no es preocupación de nadie, los torrentes se usan para depositar fecas, basuras, etc. En los centros urbanos existen sistemas de distribución que regulan el consumo vía precio, sin embargo, los procesos acelerados de urbanización apuntan hacia la densificación debido a la inelasticidad de la oferta de suelo, generando proyectos de alta densidad y concentración que se materializan en torres de gran número de pisos que acuden al expediente de utilizar el subsuelo para estacionamientos, bodegas, salas de máquinas, centrales de calefacción, etcétera, con profundidades bajo el suelo de hasta 4 niveles, alcanzando cotas de 12 metros más la profundidad de las fundaciones. En el caso del casco histórico de Talca, el acuífero se alcanza a los 5 metros de profundidad, por lo cual la primera faena que se realiza para su construcción, es generar sistemas para deprimir la napa y evitar las supresiones hídricas. Este caudal emergente se evacúa por las tuberías del sistema unitario de la red de aguas servidas y aguas lluvias, cobrando el portador un arancel. La otra solución es verter este recurso a los torrentes próximos haciendo las obras de conducción subterráneas hasta la descarga, soluciones que seguirán incrementando en la medida que se densifique el uso del suelo y se adopte la modalidad de uso del subsuelo. Sin embargo, este procedimiento está dilapidando este recurso tan valioso, deprimiendo la napa para uso humano. Se estima que en Talca por la aplicación de este método se están perdiendo del orden de 170 It/seg. De este valioso fluido, lo que permitiría llenar en 5 minutos una piscina de 50 m3 de capacidad. Se estima que se están dilapidando diariamente unas 288 piscinas de 50 m3. Lo que representa 14.400 m3. Con lo que podría abastecer a 96.000 habitantes diariamente, un 46% de la población de la comuna de Talca. Ante esta situación no se han generado estudios para utilizar estas aguas e incorporarlas a la red de agua potable, generar una red de riegos para las áreas verdes y/o que sean utilizadas para servir el consumo en los edificios en los que se está deprimiendo la napa. Cuidemos el agua, el tan manoseado eslogan.