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Editorial
Dentro de la amplia gama de materias de interés en la zona, hay dos muy sensibles: el estado de los puentes y el Plan de Descontaminación Atmosférica.
Oncluido ya el año 2018 y corriendo sus primeros días la nueva temporada de 2019, un buen ejercicio es trazar desde ya los lineamientos de lo que será y debieran ser los lineamientos de la acción pública a nivel provincial, tanto desde el plano normativo como del esperable, que a veces van de la mano, y otras no. En un ejercicio realizado por este medio para precisamente sondear entre las autoridades locales cuáles serán las directrices, figuran lo que con mucha seguridad se convertirán en dos de los grandes tópicos que dominarán el debate en los meses que se avecinan: el estado general de los puentes de la provincia, que quedaron al desnudo después del desplome del Cancura y los meses en que estuvo inutilizado el viaducto del Rahue, en la Ruta 5 Sur; y la ya urgente necesidad de someter a revisión el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de Osorno. En el primer caso, es de esperar que en los meses venideros comiencen a conocerse los detalles de la investigación que realiza el Ministerio Público en torno a las causas de la caída del Cancura, sobre el cual todavía hay numerosas dudas que zanjar. Una de estas, por ejemplo, pasa por delimitar el rol que tuvo la extracción irregular de áridos en la zona circundante, fenómeno que, según se reveló con investigaciones periodísticas posteriores, se viene repitiendo peligrosamente en otros cauces de la provincia. En cuanto al PDA, la comunidad suele incurrir en el error de no prestarle la suficiente atención en cuanto se van las bajas temperaturas. La opinión pública no puede olvidar que el gran instrumento de política pública lleva casi tres años de ejecución con un presupuesto a todas luces insuficiente para su propósito, que es el de reducir en un 83% las emisiones de partículas contaminantes hacia el año 2026. Desde que entró en vigencia, el 1 de abril de 2016, se ha incumplido la meta anual de entrega de subsidios de recambio de calefactores y de aislación térmica; y sino se corrige el rumbo, pronto el PDA se transformará en letra muerta. Por cierto, no son los únicos grandes temas que dominarán el debate este año. Allí están también las demandas pendientes del mundo lechero, el déficit habitacional, la escasez hídrica, la situación de la Ruta 215 y el ya inabordable relleno sanitario.
En el caso del Cancura, pronto ya debiera haber novedades sobre el estado de la investigación que lleva adelante la Fiscalía.
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