Invernaderos locales son ejemplo para combatir la sequía
La peor sequía en 70 años, y que tiene a buena parte del centro sur analizando posibles escenarios futuros, es también la oportunidad que las autoridades del Agro están viendo con respecto a la experiencia que se está desarrollando en el altiplano de El Loa, precisamente en los invernaderos de Talabre y Socaire. “Son experiencias muy interesantes y que se han desarrollado gracias a alternativas productivas en altura, y quese han hecho igual en Alto La Portada en Antofagasta y con excelentes resultados”,
explicó Gerardo Castro, titular de Agricultura. Para la autoridad el ejemplo local “si bien puede replicarse ante los serios problemas de sequía que se viven en el centro y sur, se debe sortear algunos desafíos importantes como la tecnificación de cultivos, la reutilización del agua (la cual escasa), proyectos que impliquen el reconocimiento a la forma productiva, de carácter ancestral y con denominación de origen, y que cuenten con producción de vegetales o frutas frescas más baratas”.
Gerardo Castro apuntó además a “crear lo que se denomina la seguridad alimentaria. Es decir una producción con especialización de mercados en el caso de los invernaderos en altura. En ello también se pueden mejorar otras cosas como por ejemplo que no sean hortalizas las que se produzcan. Que haya un mayor dinamismo en la variedad de productos a poder cosechar”, dijo en relación al trabajo pendiente que deben comenzar a trabajar para consolidar mercados y las proyecciones a futuro.
LABORATORIO Consolidado el concepto del Laboratorio en el Desierto, “este será observado y podría ser replicado en otras zonas del país donde ya hay impactos negativos ante la falta de agua. Nuestra zona esta siendo de alguna forma pionera en el país en generar actividad agrícola en medio del desierto, con productos frescos y durante todo el año. Es ahí donde tenemos el mayor desafío, el ser el faro de la nueva agricultura en condiciones adversas, de poca agua y con tecnificación. Nuestro ejemplo podría usarse en otras regiones, y para ello ya la Corfo ha entregado en un primer proyecto la suma de 40 millones de pesos para trazar una hoja de ruta que en conjunto a la Región de Tarapacá será impulsada en los próximos años”, dijo Gerardo Castro. “En los últimos años el espacio productivo se ha reducido, la tradición oral se ha comenzado a perder, y desde tiempos inmemoriales la agricultura en el desierto se ha desarrollado con escasez hídrica en El Loa. Aún así ha sobrevivido y se ha mantenido por años. Esa condición, insisto, es la que debemos aprovechar, y creo quea futuro podremos sacar conocimientos de esta forma de
MM
NO SE DESCARTA QUE ESTE MODELO DE PRODUCCIÓN SE AMPLÍE.
Producir en el desierto. Aello debemos sumar tecnología y más conocimiento. De ahí que sea importante contarcon apoyo quetendremos de Israel, quienes en esta materia tienen mucha experiencia, sobre todo con el uso de agua en ambientes subletales y con aprovechar otras condiciones para