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En el horizonte de corto hay importantes proyectos en carpeta; en su mayoría de cobre y de continuidad operacional. Pero a más largo plazo resulta clave E AS lar
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a información más completa sobre la Cartera de proyectos de inversión minera es el reciente informe de Cochilco, que para el periodo 20192028 considera un monto por US$72.500 millones y 44 proyectos, de los cuales el 91% corresponde a cobre”, señala Álvaro Merino, gerente de Estudios de
Sonami, a la hora de evaluar el escenario de los proyectos mineros en el país. Puntualiza que para este 2020 se prevén inversiones en el rubro por un monto cercano a los US$10.400 millones. Asimismo, hace notar que la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables contempla una inversión minera, para los próximos cinco años, de US$30.700 millones. Claudio Valencia, director ejecutivo de 1st Quartile Mining, coincide en resaltar la existencia de una importante cartera: “Hoy están aprobados y en ejecución diez proyectos, de los cuales siete son de cobre, dos de litio y uno de hierro. Estos suman cerca de US$17.500 millones. Es una cifra extremadamente importante”. Y si bien este 2020 se pondrían en marcha pocas iniciativas, estima que existen varias otras relevantes que deberían ir a aprobación. En esta situación, a su juicio, se encuentran Santo Domingo, Expansión de Mantoverde, Diego de Almagro y Desarrollo de Centinela. “En general, están cerrando el financiamiento, u optimizando las factibilidades para
tomar la decisión”, apunta. A mediano y largo plazo, en tanto, comenta que si bien existe una cartera bastante grande —sobre US$50.000 millones de inversión adicionales—, aún les faltan etapas de estudio o aprobaciones del El A, tanto el grado de incertidumbre sobre su desarrollo es mayor. De acuerdo con las estimaciones de Juan Carlos Guajardo, presidente ejecutivo de la consultora Plusmining, el principal proyecto a entrar en operaciones durante el presente ejercicio es Desembotellamiento Concentradora Mantos Blancos, el cual ya ha iniciado sus obras. “En el mediano plazo, especialmente entre 2021 y 2023, prevemos una entrada en operación más numerosa, incluyendo
algunos proyectos clave, como QB2, Spence Growth Option (SGO), Traspaso Andina, Rajo Inca, entre otros”.
Brownfield vs greenfield Guajardo subraya que la cartera de proyectos de cobre en Chile se caracteriza por un amplio predominio de brownfield por sobre nuevas iniciativas, “destacándose la continuidad de operaciones de gran escala y con una larga data productiva”. Hace hincapié en que exceptuando Nueva Unión -que ha entrado en una fase de mayores estudiosgran parte de los greenfields se centra en iniciativas de mediana escala, con capacidades de producción promedio en torno a 30.000 - 50.000 tcf por año. “En términos de ubicación, una porción relevante de estos se encuentra en la Región de Atacama y son de propiedad de empresas junior o de major sin presencia productiva en Chile”. Claudio Valencia si bien coincide en que se aprecia una clara mayoría de proyectos en brownfield, considera que también existen varios nuevos, mencionando los casos de Santo Domingo, El Espino, Diego de Almagro, Salares Norte. “Son de menor tamaño que los proyectos del pasado -acota-, lo que probablemente será la tendencia futura. Hay variedad de commodities: hierrocobre-oro, cobre, oro, litio”.
Obras del proyecto Andes Norte, de Nuevo Nivel Mina en División El Teniente.
El gerente de Estudios de Sonami añade que los nuevos proyectos “deben tener claramente internalizado que hoy cobra especial importancia el trabajo con las comunidades desde etapas tempranas, tanto para informar acerca de las actividades que comenzarán a realizar en la zona y del real alcance de los respectivos proyectos, como para la creación de vínculos estables y de confianza”.
Estallido social Consultados por el posible impacto del estallido social que enfrenta el país y las medidas anunciadas para encausar las demandas que los sustentan, los especialistas no ven un impacto serio en el corto plazo, aunque se muestran más cautos de sus posibles efectos a mediano y largo plazo. Juan Carlos Guajardo cree probable que los proyectos
mineros profundicen sus estudios a la espera de mayores certezas: “Una crisis como la que actualmente vive Chile trae consigo consecuencias, lo cual obliga a inversionistas a revisar las nuevas condiciones en las que podrían desplegar sus proyectos”. En cuanto al proceso constituyente y los cambios legislativos que se están experimentando, menciona que será clave observar la evolución en aspectos referidos a la tributación (especialmente la específica a la minería), el derecho de propiedad, las leyes orgánicas constitucionales, los intereses nacionales en recursos naturales y las relaciones laborales. Claudio Valencia, en tanto, dice que “hasta el momento no ha habido señales de postergación o detención de proyectos”, concordando en la importancia que tienen para los inversionistas la certeza y la estabilidad de las reglas del juego. En la misma línea, Álvaro Merino prevé que este año la inversión minera continúe su curso normal, particularmente en aquellos proyectos que están en construcción y tienen alto grado de avance, “de modo tal que el impacto de la situación que afecta al país, en la inversión para 2020, debiera ser marginal”, estima. El gerente de Estudios de Sonami recuerda que en las últimas tres décadas, la minería en Chile ha tenido “un desarrollo espectacular”; la producción de cobre, aumentó de 1. 600.000 toneladas en 1989 a 5. 830.000 toneladas en 2018, en tanto que las exportaciones del sector pasaron de US$10.000 millones a US$43.000 millones, en el mismo periodo. “Ello por cierto no fue fruto del azar”, advierte, sino que se explica por una diverUS$
72.700
millones
y 44 proyectos, de los cuales el 91% corresponde a cobre, considera la cartera de inversión minera.
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Cabe indicar que se consideran los proyectos en distintas etapas: o al fono 56 2 2757 4284.
Sidad de factores, siendo crucial el marco institucional político, económico y jurídico que ha proporcionado garantías de competitividaa, estabilidad y confianza al sector. “Hemos sido un país confiable y esa condición se ha reflejado en el flujo permanente de inversiones que concurren a Chile, en representación de los más importantes consorcios mineros del orbe”, añade, reforzando que adoptar medidas que afecten la confianza en las instituciones implica necesariamente, menor inversión y desarrollo. Por todo lo anterior, reitera la postura de Sonami en orden a que en la elaboración de una eventual nueva Constitución se mantengan aquellos preceptos constitucionales que han contribuido, en las últimas tres décadas, a desarrollar la principal actividad económica del país.
Desafíos para los proyectos “Aún sin la coyuntura, la minería en Chile enfrentaba desafíos estructurales como el envejecimiento de los yacimientos, la escasez hídrica, extensos procesos de aprobación ambiental, que en muchas ocasiones no brindaban certeza jurídica, entre otros”, subraya Juan Carlos Guajardo. En cuanto a desafíos de carácter macro, identifica el conflicto entre EE.UU. Y
China, y la cautela por parte de los inversionistas respecto de los proyectos mineros. En este sentido, Claudio Valencia sostiene que en la actualidad hay un escenario económico y geopolítico bastante complejo a nivel mundial, que produce incertidumbre sobre los precios de los commodities, en especial el del cobre, “a pesar de la leve recuperación que hemos tenido en diciembre, gracias al acuerdo de la fase 1 entre China y Estados Unidos”. Acota que otros riesgos importantes son los temas sociales y ambientales, “y cada proyecto tiene sus particularidades. En este caso, la crisis social y sus resultados pueden llegar a ser una amenaza, dado que podrían cambiar las reglas del juego en algunos
aspectos. Respecto de los temas ambientales, para mí por lejos el más importante tiene que ver con la escasez de agua”, afirma. Para Álvaro Merino, “en un mundo globalizado como el actual ya no interesan sólo los productos, sino la forma cómo han sido elaborados, por ello, son trascendentes los procedimientos utilizados desde un punto de vista ambiental, el trato a las personas y el vínculo con las comunidades que rodean las faenas mineras”. También plantea que es necesario “reencantar a los inversionistas”, por lo que propone impulsar cambios en la legislación que otorguen mayores grados de certeza jurídica y agilizar el otorgamiento de permisos, de modo tal de alcanzar una tramitación más expedita. Mch
Una de las iniciativas más importantes en marcha es el proyecto INCO, de Minera los Pelambres.