Se vienen temperaturas y Conaf activan plan por ola de calor que se viene en la zona central sobre los 30 grados,
humedad del aire bajo el Decretan alerta por el temido
30% y vientos sobre los
30 km por hora. Expertos 30-30-30: la combinación fatal
explican qué tan
QUE aviva los incendios forestales
En los megaincendios del 2017 estuvo presente el
JUAN MORALES
ecirle a un brigadista de Conaf que se viene un 30-30-30, es como decirle a un soldado que hay movimientos de tropas enemigas al otro lado de la frontera. Es la inminencia del combate, aunque en este caso, claro, lo que se combate son incendios. El 30-30-30 es como se le conoce al escenario ideal para la generación y propagación de incendios forestales: temperaturas mayores a 30 grados, una humedad relativa del aire inferior al 30% y vientos por sobre los 30 km por hora. Mucho calor, mucha sequedad y mucho viento. Y eso es lo que precisamente se viene en los próximos días. La Dirección Meteorológica ha pronosticado para el martes, miércoles y jueves, entre las regiones de Coquimbo y O'Higgins, temperaturas superiores a los 30 grados (Santiago, por ejemplo, tendrá 33* y respectivamente), vientos entre los 20 y 30 km por hora y una humedad relativa de entre un 20% y un 30%. Apenas se dio por enterada, la Onemi decretó alerta temprana preventiva y Conaf declaró a buena parte de su personal prácticamente en estado de acuartelamiento. Pero, ¿qué tan peligroso es este famoso triple 30? Habría que partir diciendo que el 30-30-30 estuvo presente en los megaincendios del verano del 2017, y que arrasó con 600 mil hectáreas. Sin embargo, Miguel Castillo, doctor en recursos naturales e investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, aclara que la sola existencia de estas condiciones no significa mente que se produzcan más siniestros. “Han habido momentos en que con estas condiciones se han producido menos incendios forestales que en condiciones normales”, dice. “Lo que sí es cierto es que con un 30-30-30 po-
dría aumentar la conflictividad del fuego, es decir, que las posibilidades de propagación o de comportamiento extremo del fuego sean mayores”. Horacio Gilbert, profesor de ingeniería forestal de la Universidad Católica, dice que es como hacer un asado: "Para un asado se necesita un fuego inicial y un combustible, que en este caso es carbón. Si el fuego es tenue, ¿qué hago? Soplo para avivar el fuego, aumentando así la temperatura. Lo mismo pasa con el 30-30-30. Mientras más sequedad y temperatura, aumentan las posibilidades de ignición inicial,
porque así la energía del combustible, la vegetación, se libera más rápidamente; y mientras más viento, aumentan la temperatura y la velocidad de propagación”. El viento, de hecho, es capaz de propagar el fuego a varios kilómetros de distancia a través de pavesas, chispas incandescentes que viajan por el aire, atraviesan ríos y generan nuevos focos. “Sin viento, puede que el fuego en un pastizal no pase de la media hectárea”, dice Gilbert. Y si hay demasiada humedad, muy probablemente no pueda producirse el
fuego inicial. Castillo explica que los incendios son generados casi en talidad por el hombre, principalmente por conductas irresponsables, como las quemas de pastizales y de basura. "Los incendios casi siempre se inician en combustibles livianos, como pastizales, porque cuentan con más oxígeno, porque son ralos. En un arbusto muy tupido, sin aire, es difícil que se forme fuego. Pero la cosa se facilita mucho con mucho calor y poca humedad, porque hay más posibilidades de que la energía se consuma más rápido”.