Publirreportaje Chile Programa de Recuperación de Vegas Altoandinas A más de 3.900 metros sobre el nivel del mar, en el Altiplano de la Región de Tarapacá, se desarrolla un programa de recuperación de aguas que, a través de técnicas ancestrales ha repuesto más de 200 hectáreas de bofedales.
os bofedales son humedales en altura y su existencia es básica para la vida de muchas especies animales y vegetales. La escasez de agua en el norte, los golpea con fuerza y su recuperación resulta fundamental para la conservación de un ecosistema único e irrepetible.
En 2013, Coca-Cola de Chile junto a Fundación Avina y Corporación Norte Grande quisieron tomar el desafío y poner en marcha el Proyecto "Más Agua", con el desafío de trabajar en 200 hectáreas de bofedales en la zona de Alto Tarapacá. Cinco años después las cuentas son más que felices: no sólo se logró la meta, sino que se superó y hoy, en su cuarta y última etapa, ya se han recuperado 230 hectáreas.
Una de las características del trabajo realizado en esta área, fue que se mantuvieron y promovieron las técnicas ancestrales, las mismas con que los aymaras trabajaron sus tierras y que durante cientos de años funcionaron a la perfección. Es así como comuneros y habitantes de los alrededores, trabajan cada día en la recuperación de las fuentes de agua, a través de la canalización, limpieza de vertientes, retiro de vegetación y construcción de diques.
Desde el principio, Diego Aranibar ha estado a cargo de este programa desde la Corporación Norte Grande. Por lo mismo, conoce a cada uno de los que han trabajado por este logro y a muchos de los beneficiados. "Las localidades se han ido despoblando y quienes viven en los territorios son gente mayor. Las técnicas no se han perdido y nosotros estamos trabajando para que eso no ocurra. Para los descendientes de la cultura Aymara, una forma de transmitir cariño es compartir el conocimiento y con esto ellos se sienten valorados, porque su conocimiento tiene un sentido hacia el territorio", explica.
Solo beneficios "Esta ha sido una de las grandes apuestas que ha hecho Coca-Cola porque estamos generando un piloto para Chile y toda la zona alto andina de Latinoamérica", explica Aranibar.
Y es que los resultados sólo hablan de saldos positivos: se benefició de manera directa a 38 familias indígenas de las zonas de Laguna del Huasco, Cancosa y Copaquire, en la comuna de Pica; al igual que de los poblados de Villablanca Huaitane, Ancovinto, Pisiga Choque, Turuna y Enquelga, en Colchane. Además indirectamente se vieron favorecidas otras 1.640 personas, de las nueve comunidades aymaras comprometidas.
La mayor disponibilidad de agua en las hectáreas intervenidas también impactó en la producción de forraje más nutritivo para 4.800 cabezas de ganado (63% son llamas, 14% son alpacas y 23% son corderos), ya que los bofedales constituyen el principal aporte forrajero. Y como si todo eso fuera poco, con frecuencia se realizan talleres dirigidos a jóvenes voluntarios, en que los comuneros más experimentados en el rescate de las fuentes de agua transmiten sus conocimientos sobre las técnicas utilizadas. Sabiduría milenaria que pasa de generación en generación.
En cinco años se han intervenido 230 hectáreas lo que supera la meta establecida al inicio del proyecto.