Presidente APR: “Nuestras bombas sólo chupan aire”
Municipalidad exige al MOP que decrete la intervención del río, porque el agua que baja desde las primeras secciones ya no alcanza para recargar las napas de los APR
Laura León es presidenta del APR de Santa Rosa de Colmo, que funciona hace más de 20 años en el extremo sur de Quillota, justo donde limita la comuna con Limache, Quintero y Concón. Ha vivido toda la vida e ese sector, llevando en su memoria los años de infancia en que el río era su principal entretención. Ese mismo que ahora ve casi como un pequeño hilo en medio de un cajón árido de piedras y tierra. “En mis sesenta años, me crie con el agua del río y los canales. Ahora no tenemos nada de agua, vemos morirse todas las abejitas, todo lo natural, los peces, los camarones. En el río está todo
Seco. A los agricultores se les mueren las siembras. Los animales ven a una persona y creen que le llevan agua. Es muy triste”, describe la dirigente social. Aun sale agua de sus canerías. Poca, pero algo sale, gracias al pozo de 60 metros de profundidad, que abastece a su sector, además de Colmo y San Ramón.
Te somos 300 familias que están en el Comité de Agua Potable. Hay otras personas que se apoyan con camiones aljibes. El problema es que el pozo nos sale con mucho hierro, manganeso y mucha contaminación. Tenemos que hacerle tratamiento, para el consumo humano. Nos beneficiamos con un proyecto para mejorar la calidad del agua, pero no sabemos cuánto nos va a durar, porque cada vez las napas se van profundizando más. Ése es el problema: la intranquilidad. En cualquier momento podemos quedar secos”, advierte. “USAMOS AGUA IMPORTADA” Boco se abastece por medio de su Cooperativa de Agua Potable Rural. Tiene más de 860 arranques, lo que equivale a poco más de 3 mil 400 personas. Su presidente es Sergio Rojas Aguila. Es agrónomo y habla con propiedad sobre cómo la napa dejó de nutrir a la red, porque ya no hay suficiente recarga. Desde las zonas altas del Aconcagua no baja suficiente recurso, como -dicesucedía hasta octubre. “Nuestras bombas sólo chupan aire”, describe. Por eso dependen al ciento por ciento del reparto de camiones aljibe del municipio y la Gobernación. Algunos días llegan dos. Otros pueden arribar hasta diez. Se encargan de dos misiones: trasvasijar agua a los dos estanques de la zona alta de la cooperativa; y abastecer a las familias de zonas altas, donde la presión no alcanza a surtirlos bien. Esto es lo que, damente, el dirigente describe como “agua importada”. “Estamos importando agua. Los camiones aljibes traten de otro lado. En este momento el agua que se está distribuyendo en Boco viene de afuera”, explica el presidente, detallando que los proveedores de agua la traen desde distintas fuentes. “Incluso en algunos casos desde Casablanca, Concón o de acá mismo de Quillota”. El agua llega a las casas a través de tuberías, que salen desde dos estanques que están en el cerro detrás de El Edén
hacia Boco Norte, Quebrada del Ají, Boco Centro y toda la población del paradero 1. “Cuando los estanques están llenos, hay presión para dar agua a todo el mundo, las 24 horas al día. Pero cuando empieza a faltar el agua, el nivel en los estanques baja y en la parte baja llega sin problema de presión, pero en la alta cuesta elevarla”; describe el dirigente. Esta Cooperativa tiene 3 pozos de abastecimiento: sus profundidades varían de entre los 20 y 25 metros hasta los 60 metros. El espejo de agua -el nivel estático del aguaes totalmente variable y ahora está en una situación muy crítica. Uno de los vecinos cuenta que, cuando había recarga de la napa desde el río mes, “veíamos el espejo a unos 2 metros 20 centímetros. Ahora
no alcanzamos a verlo”: El presidente advierte lo malo que es esto: “En este momento el nivel de la napa está bajo el nivel de la bomba, por eso no hay abastecimiento desde las bombas de la cooperativa y dependemos del agua importada”. Entre las 11 de y las 20 horas, se cierran las válvulas de salida de cada estaque, para que, en ese tiempo, los camiones depositen el recurso y los acumuladores puedan llenarse o llegar a un nivel óptimo. De esa hora y hasta las 11 de la mañana siguiente, las familias vuelven a recibir agua desde la cooperativa y juntan todo lo que pueden en sus estanques. Rojas explica que el origen de este problema es la sequía, pero la forma injusta en que se está usando el agua del río. “Acá el acuífero es el rio Aconcagua. Es la fuente de agua del sector. Si la primera y segunda secciones del río disminuyen las sacadas de agua, permite que fluya hacia abajo y se recarguen las napas (como sucedía hasta octubre). Porque el río tiene un flujo en superficie, pero la principal
viene bajo tierra, deslizándose a mayor velocidad, de napa en napa. Es más lento pero más masivo y va infiltrándonose bajo el suelo. Eso dejó de pasar”, lamenta el dirigente. ALCALDE (S): “PEDIMOS QUE SE INTERVENGA EL RÍO” En medio de una conversación con el programa “¿ Y cómo salimos de ésta? de Radio Quillota, el alcalde subrogante de Quillota, Óscar Calderón, dijo que la situación es tan dramática, que requiere una actitud distinta por parte de los regantes de las secciones altas de río y, como eso no sucedió en los términos esperados, lo púnico que queda es pedir que el Ministerio de Obras Públicas decrete la intervención de río Aconcagua.
“Efectivamente presenciando una crisis muy complicada, especialmente en los sectores del sur poniente de nuestra comuna. Estoy hablando de Colmo, Casas Viejas, Boco, en particular, pero esto ha trascendido ya a sectores aledaños a la localidad de San Pedro, algo en San Isidro, en Pueblo de Indios también y algunas complicaciones en la presión del agua también en el centro de la ciudad, que no tiene cierta lógica esto en términos geográficos”, detalla. “Toda la ladera del río
poniente, por llamarlo de alguna forma, camino hacia Concón y Quintero, hoy está dependiendo de del transporte de agua en camiones que van directamente hacia el llenado de sus estanques para que puedan ser distribuidos en horarios además que están restringidos”, describe. Actualmente, se está haciendo un catastro de familias, para sistematizar información y medir la real magnitud humana de la crisis. “Hace una semana, el alcalde (Luis Mella) nos entregó informes, a propósito de las reuniones que hemos tenido, que en un momento de la semana se tomó una medida del caudal del río y arrojó que la primera Sección (Los Andes, San Felipe), en la toma se pasaba cerca de 16 mil litros por segundo. Se tomó la misma medida a la misma hora en donde empieza la Tercera Sección, que nos corresponde a nosotros, desde Hijuelas, y pasaban más o menos 28 litros por segundo. Nos parece abismante la diferencia, una aberración”, comenta Calderón Por eso, en este escenario, el municipio llamó al Mop a declarar la intervención del río, que permitiría que las decisiones sobre el uso del agua pasen, temporalmente, a manos de la Dirección General de Aguas, controladas por inspectores. “Estamos reclamando que efectivamente exista una presencia, un rol del Estado, mucho más fuerte. Que exista una intervención del río con la finalidad de que pueda distribuir de cierta manera este preciado elemento. No estamos planteando que hay que quitar el agua para dárselas a otros. No estamos diciendo eso. Estamos diciendo que hoy más que nunca urge la necesidad de que exista cuidado en la distribución del agua”, precisó.
MOP: “nuestra opción es no intervenir”
Consultado por El Observador, el seremi de Obras Públicas, Raúl Fuhrer Sánchez, dijo que “nosotros hemos trabajado durante más de un año con las distintas juntas de vigilancia, comunidades de usuario, alcaldes involucrados, gobernadores y siempre el espíritu del ministerio es fortalecer las organizaciones de usuarios por medio de las juntas de vigilancia. Creemos que ellos son capaces de auto organizarse y representarse”. De esta forma, descartó intervenir, argumentando que las organizaciones: “Nosotros actuamos como garantes. Siempre nuestra línea, más que intervenir, va a ser el de mediar y generar las condiciones para que estos acuerdos se cumplan y así se hace semana a semana, en donde se monitorea el acuerdo, y, junto con ello, el Ministerio tiene a través de la Dirección de Obras Hidráulicas el compromiso de ir avanzando en obras que van permitiendo distribuir mejor las aguas”. “El fuerte lo tenemos como reserva en el acuífero y las obras van pensadas directamente en poder sacar agua en donde tenemos certeza que hay y llevarla y conducirla a los lugares donde hoy falta”.