Director del Instituto de Humanidades de la UDP presentó en la Universidad de Valparaíso el libro “Octubre en Chile”, donde analiza tanto el origen de la situación como las complejas vías de solución. Una salida que, observa, será lenta y bien podría demorar años, “si no décadas”.
PA rosa. Zamora(Amercuriovalpo. cl
as complejidades de la crisis en que está sumido el país, cuL yo origen ubica en el desajuste entre los anhelos populares, por una parte, y la institucionalidad, los discursos de los partidos y las élites políticas, por otra, han poblado los análisis del abogado y filósofo Hugo Eduardo Herrera, director del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales y profesor de la Universidad de Valparaíso, quien acaba de publicar “Octubre en Chile”, un libro escrito al fragor del estallido social cuyas vías de solución tampoco se observan lo expeditas que se requiere. Ácido crítico de la actuación del Presidente Piñera en esta contingencia, a quien le atribuye un discurso economicista que a su juicio le impide una correcta interpretación de lo que está ocurriendo, eso no obsta para que el analista político y escritor le reconozca su compromiso republicano y el hecho de que haya dejado avanzar un proceso constituyente con el que no estaba de acuerdo. Para Hugo Eduardo Herrera, en este contexto, el mejor escenario sería que el Mandatario cambiara su gabinete, nombrara ministros políticos y empezara a operar políticamente en la conducción de los procesos constituyente y de reformas sociales. Y si eso no se logra, “el segundo mejor escenario es que el Presidente no hable sino que actúe”.
ORDEN POLÍTICO Y ORDEN PÚBLICO - ¿ Qué pasó en octubre en Chile? Ernesto Ottone habla de un terremoto social. -Uno podría describirlo como el desajuste entre los anhelos y las pulsiones populares, es decir, la realidad concreta del pueblo en su territorio, por una parte, y por otra parte la institucionalidad, los discursos de los partidos y las élites políticas. Y esto probablemente tenga que ver con que las clases medias son mayoritarias por primera vez en la historia de Chile, un valioso rendimiento del sistema político y económico, ya que hasta hace unas pocas décadas el problema de Chile era la desnutrición infantil que llegaba al 40%. Pero son clases medias muy precarias, tienen deudas, miedo a jubilar, asu situación anterior. Así lo describiría en términos estructurales. Por supuesto que hay también otros aspectos, en cada lugar hay razones peculiares y específicas.
- ¿ De dónde violencia? ¿ Es espontánea o coordinada? El Presidente habló de una violencia sistemática, profesional, organizada, con tecnología de punta. - Pienso que hay de todo un poco. Hay violencia de grupos probablemente organizados, el Gobierno lo dice, pero no muestra los antecedentes; de hecho aquí hay una falla de inteligencia muy importante de la cual todavía no nos recuperamos, no sabemos quiénes fueron, sies que los hubo. También está el problema de la violencia de la policía. Pero creo que el Gobierno se equivoca al poner el énfasis solamente en los asuntos policiales. El tema de fondo es que un orden público se asienta sobre un orden político. Entonces, los estados de ebullición popular en que hay un millón de personas en la calle no se solucionan sólo con policías.
FUERZA INCONTENIBLE, DIFUSA Y PODEROSA -¿ Quién es el pueblo? El mismo Ottone señalaba que “de tanto escuchar a la calle nos olvidamos de las casas y los lugares de trabajo”, a propósito de que el triunfo de la derecha en las últimas presidenciales provino de ahí. -Cuando irrumpe en la calle una gran cantidad de gente de manera persistente -no se puede decir que ahí no había votantes de Piñeray hay tanta energía expresada, en teoría política se habla del pueblo. ¿ Quién es el pueblo? Es complicado porque se deja caracterizar
más como lo que no es que como lo que es. Es una fuerza que irrumpe que noes la ciudadanía, no son los consumidores, noes el padrón electoral, pero está ahí y tiene un poder. Y cuando irrumpe, no se sabe bien qué va a pasar. Es una fuerza incontenible, difusa y poderosa a la vez. Y esto puede terminar en el extremo en una dictadura, en una revolución real «donde se empieza a ejercer violencia contra grupos de personaso puede decantar hacia un proceso de reformas, que es lo que todos esperamos.
- Si existe lo que usted define como un desajuste profundo entre el pueblo y las instituciones, los discursos y las élites políticas, ¿ cómo podría haber un camino de solución? - En el desajuste yo veo dos discursos que han dominado en los últimos años. Por un lado en la derecha imperó uno economicista donde ala política se la veía desde la economía. Es la tesis de Friedman de que un orden económico neoliberal es la base de un orden político adecuado, idea que asumió el equipo económico de Pinochet. Pero parece ser que es justo al revés porque el periodo de mayor desarrollo económico extenso dentro de la República, cuando Chile creció más que el promedio de los países que después iban a ser desarrollados, fue entre 1830 y más o menos el cambio lo que coincide con un orden político estable. Entonces es ese orden el que parece ser la base de florecimiento del país, incluido el aspecto económico; si tenemos, nada funciona. Lo vemos ahora: pasamos por una crisis política y la economía se va al suelo. Más importante que la economía es la articulación del orden institucional, que se respete y sea percibido como legítimo. Eso en la derecha.
- ¿ Y cuál es el discurso en la izquierda? - Creo que en el Frente Amplio se instaló un planteamiento distinto al de Está el discurso de Fernando Atria que realiza una condena explícita al mercado, que es declarado el mundo de Caín donde no habría preocupación por el hermano y se lo sindica como una esfera de alienación, y existiría una forma de plenitud que es la deliberación pública o la política, vía por la cual se va aalcanzar la revolución desplazando al mercado de áreas enteras de la vida social, idealmente de todas. Entonces hay discursos que no conversan porque en un caso se eleva al mercado al carácter casi de absoluto, y en el otro caso el mercado es condenado moralmente, desconociéndose que en él se pueden producir experiencias colaborativas y que la existencia de un mercado fuerte es fundamental para que haya división del poder. Entonces en los dos extremos hay discursos muy abstractos que obstaculizan el proceso político.
PROCESO CON AVANCES DEMOSTRABLES - ¿ Cómo influye esto en el tránsito hacia una salida a la crisis? - Creo que el Gobierno es presa del discurso economicista. Y que más que con su personalidad, los desaciertos de Piñera -en que un día dice que estamos en guerra y a otro día llama a la paz, y que se guarda cuando la centro derecha acuerda avanzar hacia una nueva Constitucióntienen que ver con que probablemente está pensando el asunto en términos eminentemente económicos. ¿Cómo salir? Pienso que lo que se logró en el acuerdo constituyente es relevante porque hubo un modus vivendi entre el Gobierno y el Parlamento. Y si bien el Gobierno no apareció, apoyó el proceso, y los parlamentarios estuvieron a la altura. ¿Cuál es el riesgo de un Presidente que se omite y un Parlamento que opera? Que en los grandes momentos éste opera con facilidad, pero también el proceso se puede trancar muy fácilmente porque son muchos partidos, con distintas líneas internas. Yo creo que de esta crisis no salimos si el fuego de la calle no se apaga. Y no se apaga si el pueblo no ve un proceso político desencadenado, que vaya marcando hitos demostrativos de que se va avanzando hacia reformas políticas y económicas para ajustar el sistema de nuevo a las pulsiones y anhelos populares.
- ¿ Con de credibilidad y confianza que revelan las distintas encuestas respecto de las élites políticas, el Parlamento y los partidos, hasta dónde es posible que se genere lasalida que usted menciona? -Es difícil, pero no hay otra. El país tiene por así decirlo un stock de élites. Se puede sacar algunas, renovarlas parcialmente, cambiar los hábitos de pensamiento, de operación. Por eso la salida a esta crisis va a ser lenta, no de meses, probablemente de años, si no de décadas.
-¡ De décadas! - El momento más crítico probablemente sea de años, pero podría durar décadas. La crisis del centenario empezó palmariante en 1910, pero la solución se produce en el segundo gobierno de Alessandri bien entrados los años 30. Son veintitantos años de crisis. Yo espero que de ésta salgamos antes, pero cambiar hábitos es lento y los
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La tesis de Friedman era que un orden económico neoliberal es la base de un orden político adecuado, pero parece ser que es al revés porque el periodo de mayor desarrollo económico extenso en la República, fue entre 1830 y más o menos el cambio de siglo, lo que coincide con un orden político estable”
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El Gobierno es presa de un discurso economicista y, más que con Su personalidad, los desaciertos de Piñera tienen que ver con que probablemente está pensando el asunto en términos eminentemente económicos”
Rosa Zamora Cabrera
Hugo Eduardo Herrera, filósofo, abogado y analista político:
Procesos de renovación de las élites también.
- Usted plantea que las salidas republicanas a las grandes crisis han incorporado renovación de los grupos dirigentes y no su desplazamiento. ¿ Qué lectura hace de la consulta ciudadana del domingo 15 donde triunfó la idea de una nueva Constitución elaborada por una comisión de ciudadanos elegidos, sin participación de parlamentarios? - Es un resultado importante que expresa la tensión entre el pueblo y las élites tradicionales. El asunto, sin embargo, no deja de tener la forma de una tensión, que se puede atenuar, pero no superar. Pasa que tampoco dejarán de ser élites las que representen a los ciudadanos en la asamblea constituyente. Con todo, la elección de esos representantes es una oportunidad para incorporar contingentes nuevos en la vida política. La renovación de los grupos dirigentes puede ser más o menos lenta y la asamblea constituyente, que es el escenario a todas luces más probable, es una ocasión para apurar el paso en la tarea de renovación de las élites.
PARLAMENTO, ÉLITES Y GRUPOS DE INTERÉS - ¿ En estos dos meses de crisis el Parlamento y el mundo político han dado el ancho? - El Parlamento ha tenido momentos de gloria, en cierto modo, pero también se entrampa y con mucho ruido. No sé si lo de Chadwick contribuye especialmente, o el hecho de que la gente vea que las negociaciones se detienen por la discusiones sobre las cuotas en el proceso constituyente. Pero es pedirle peras al olmo porque además de élites antiguas tenemos un Parlamento que muy difícilmente puede llevar adelante el proceso político, y en cierto modo no es su tarea. Poner de acuerdo a 155 individuos, cada uno con su proyecto personal, es muy difícil. Entonces no hay que cargarle tanto los dados al Parlamento. En este momento el equilibrio es frágil porque el esquema de un Presidente más bien omitido que actuando y un Parlamento o ciertos sectores del mismo que llevan la iniciativa puede trancarse muy fácilmente. Eso es delicado.
- Y las élites económicas? “Yo creo que no, pero eso es anterior. Chile tuvo un súper periodo entre los últimos años de Pinochet y 1998, cuando la productividad se catapultó. Pero después viene un estancamiento y todos venían reparando en esto, desde el Centro de Estudios Públicos hasta los economistas de izquierda. ¿Por qué no setomaron medidas? Todos los países que han superado la trampa de los ingresos medios y han alcanzado el desarrollo lo han hecho a partir de grandes pactos en los cuales la simple operación del mercado no ha bastado, sino que hay apuestas. Corea del Sur apuesta por la industria del acero, financiada por el Estado. Creo que hubo mucha negligencia de las élites económicas en no pensar el desafío productivo que le venía a Chile: o empezamos a agregar decisivamente valor a nuestros productos y dejamos de ser una economía meramente extractiva y de servicios, o vamos a quedar perpetuamente mirando el desarrollo como algo que se aleja en el horizonte. Y el estancamiento produce frustración. Ahí viene la presión de las clases medias que ven que sus expectativas están totalmente frustradas. Yo creo que en esta crisis tuvo gran importancia el estancamiento económico.
- ¿ Y la Mesa Social, que ha convocado a los paros y las marchas? Yo le daría el carácter de un grupo de interés más de las élites; no creo que tenga más fuerza representativa que la del Parlamento. De hecho, la Cut está muy cuestionada internamente. No creo que ellos puedan atribuirse una mayor legitimidad que las instituciones usualmente representativas, porque ¿ cuál es la solución? ¿ Caer en un sistema corporativista donde los sindicatos, los gremios y las organizaciones sociales sean las que legislen? Pienso que éste es un momento para reparar también en los principios fundamentales sobre los cuales se organiza la República, y lo hace en un régimen partidista representativo. Y a diferencia de los grupos de interés, los partidos pretenden representar el interés general de la nación, no intereses sectoriales, mientras que los gremios por definición sí lo hacen.
EL DILEMA PRESIDENCIAL -Sujuicio sobre el Presidente es demoledor. Dice que lo percibe congelado, que ve una realidad distorsionada, que no le toma el peso al símbolo de la Presidencia. - Creo que el Presidente está presa de un discurso economicista y eso le impide actuar adecuadamente, haciéndose una buena composición de qué está ocurriendo. Aquí hay un desajuste entre el pueblo y sus instituciones, y los discursos políticos, un problema político que decanta en aspectos económicos, no un problema económico. El mejor escenario sería que cambiara su gabinete, nombrara ministros políticos y empezara a operar políticamente, haciéndose cargo del poder que tiene la figura de la Presidencia -en tanto jefe de Estado es el único que le puede hablar al país en su llevando la impulsión del proceso constituyente y encabezando la agenda de reformas sociales. Si eso no se logra, el segundo mejor escenario es que el Presidente no hable sino que actúe; no es una mala manera de operar para salir de esta crisis.
- Eugenio Tironi planteó en una columna que “hay que ser justos con el Presidente”, señalando que “podríamos haber perdido la democracia. Una vacilación suya habría bastado para abrir una grieta sin retorno” y llamó no sólo a juzgar lo que hizo sino también “lo que no hizo o evitó quese hiciera” Yo le reconozco a Piñera que no haya insistido en llamar a las Fuerzas Armadas a la calle de nuevo porque no están preparadas para controlar manifestaciones, así como su compromiso republicano: aquí en ningún momento se ha discutido la democracia como el sistema de gobierno y la República con división de poderes; eso no se
ha puesto en cuestión. También le reconozco que a pesar de estar desafectado con la situación haya dejado operar el avance del proceso constituyente. Eso demuestra cierta grandeza, que haya dejado avanzar algo con lo que él no estaba para nada de acuerdo. Dicho todo esto, igual tenemos problemas.
- ¿ Usted vaa votar Sí o No en el plebiscito de abril? Yo en principio votaría Sí. Hay que ver cómo decanta el panorama porque está todo muy complejo. Pero si se llega a un acuerdo constituyente sensato, creo que es el momento de darnos una nueva Constitución. Desde hace varios años yo venía planteando que teníamos que cambiarla. El problema de la Constitución del 80 es que aunque se le modifiquen todos los contenidos, a esta altura su legitimidad como símbolo ya no vale. Porque una Constitución tiene que ser un símbolo que una. Más allá del contenido -que sea republicana, democrática, con división de poderes, con un Estado y un mercado fuertes, como la gran mayoría cree que debiera sercreo que es fundamental tener un símbolo en que todos podamos reconocernos formando parte de una misma nación. Sin eso no hay legitimidad posible. Por eso votaré que sí. .o
“ME PARECE IRRESPONSABLE BUSCAR LA CAÍDA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA”
0- ¿ Era previsible que la acusación constitucional contra el Presidente se caería en la cuestión previa? - Más allá de las diferencias que se puedan tener con la conducción del proceso por parte del Presidente, me parece que es irresponsable buscar su caída. Es una especie de evasión. Salvo en la mente de quienes buscan intensificar la crisis, como el PC, que en una actitud que puede ser calificada de cínica, ha abogado desde un inicio por tal caída del Presidente, desconociendo el hecho palmario de que su representatividad como partido es minúscula. ¿Qué precedente quedaría para la historia de la República si el Presidente fuese derrocado? ¿ Qué posibilidad real de dar salida a la crisis? ¿ Qué busca el PC, obtener acaso por secretaría, por golpes de timón lo que las urnas le ha negado durante los 30 años desde el retorno a la democracia y en los cuales no llega a representar un décimo de la ciudadanía? Piñera, tal como el PC, es parte del problema. La salida a la crisis requiere que Piñera y los partidos políticos sean, lealmente, también parte de la solución.
¿ Qué le parecen los ataques de que han sido objeto las figuras opositoras que la aprobaron? - Los ataques alas personas de oposición que no se han sumado al esfuerzo de sacar a Piñera por la vía de una acusación me parecen partisanismo de baja estofa. El derecho a discrepar, a votar de cara a los representantes y ala propia consciencia republicana antes que bajo el yugo de camarillas, es requisito del buen funcionamiento de la democracia.