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CONSU MEL
Según distintos cálculos, la forma en que los seres humanos es vi actualmente requerirá de varias Tierras para sobrevivir en el futuro. La cuota n consumo sustentable de 2018 se acabó hace dos meses. Lorena
El 2 de junio pasar o, Cl su cuota de consumo sus 2018. Mientras que Chin: días después, Estados Un ahorro el 15 de marzo, E Unidos el 4 de ese mismo 9 de febrero, el primero en hé
La huella ecológica global se calcula considerando la demanda en todas las áreas productivas, incluidas alimentación, madera, fibras, carbono secuestrado e infraestructura. Solo las emisiones de carbono son responsables del
60% del total de la huella de este año.
11 de agosto pasado, la humanidad agotó los recursos que tenía permitidos, si se considera un consumo sustenta- ble, para 2018. En otras palabras, el cálculo que hace la Global Footprint Network significa que el mundo está usando una línea de crédito que el planeta no necesariamente podrá sustentar. Si bien este es unindicador global —el mismo que muestra que Chile terminó de consumir su cuota anual a principios de junio—, definitivamente activa las alarmas, dicen los especialistas. Es una luz roja para hablar de cómo se consumen los recursos y qué se debe hacer para no terminar con un planeta yermo.
Capacidad
En 1997, la fecha en que se agotaba la cuota de consumo sustentable a nivel mundial era a fines de septiembre. Solo 10 años después, esta ha retrocedido un mes, el tiempo más reducido desde que se creó el indicador a principios de los 70, Esto quiere decir que hoy la humanidad está utilizando los recursos naturales del planeta 1, 7 veces más rápido que la capacidad de los ecosistemas para regenerarse. Dicho de otra forma, para ser 100% sustentables, este año necesitaríamos los recursos de más de una Tierra y media. El concepto detrás de este indicador no es nuevo y se denomina capacidad de carga. Por ejemplo, si una hectárea de pradera tiene capacidad para 20 vacas, pero pastorean 40, la naturaleza no aguantará y la vegetación se destruirá. En otras palabras, se supera la capacidad del ecosistema, explica Gonzalo Medina, académico e investigador del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello. Es eso de lo que habla el indicador, pero a escala global. Si bien es una buena señal de alerta, justamente por su globalidad no es lo suficientemente específico para bajarlo a realidades locales regionales. “Es un indicador agregado de todos los recursos, por lo que no distingue cuál de ellos es más crítico”, asegura Claudio Huepe, director del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Diego Portales. Por ejemplo, hay zonas donde el agua es mucho más crítica que la contaminación o viceversa. Ahora bien, lo anterior también implica que esto no es una sentencia de muerte, agrega el académico. “Si bien podemos estar consumiendo más de lo debido, tenemos la posibilidad de cambiarlo con tecnología”, explica. Pueden existir soluciones,
pero hay que ejecutarlas. El tope es que ello tiene muchas aristas. A juicio de Gonzalo Medina, no se puede lograr un consumo sostenible si todo el mundo vive al nivel de los países desarrollados. Hay que repensarlo todo. “Hoy algunas ciudades europeas consumen cuatro veces lo considerado sustentable, y Arabia Saudita lo hace en seis veces”, ejemplifica. En concreto, soluciones como la piscicultura, para frenar la extracción de peces, igual necesita de recursos marinos; o una agricultura más sustentable, igual requiere fertilizantes. “La capacidad de carga del planeta es una, por lo que si queremos hablar de sustentabilidad tenemos que entender ese límite. Las energías renovables no convencionales son cruciales, pero también la biodiversidad y los ecosistemas. Sin abejas, sin polinización, por ejemplo, no hay cosechas”, dice.
Acciones concretas
Decir que el ser humano está sobreconsumiendo el planeta es una cosa, pero otra muy distinta es poder gestionar un consumo sustentable. Y eso la huella ecológica global no lo puede guiar. “Para lograr bajar la información y poder tomar acciones concretas, son necesarios otros indicadores y mediciones, y no solo medioambientales”, opina Claudio Huepe. Analizando,
desarrollo sostenible de Naciones Unidas son, a su juicio, el mejor instrumento hasta ahora. Lo anterior es esencial para conocer las urgencias y determinar adónde se quiere ir. “En el caso de Chile, no contribuimos al cambio climático, pero es- Pte nos vaa pegar muy fuer- , te”, asegura. Pero, por otro lado, “en el tema de conta- minación atmosférica tene- mos mucho por hacer”, ad- y vierte. Esta complejidad re- quiere de una visión integral y no solo de acciones aisladas. Rodrigo Figueroa, decano de Agronomía de la U. Católica, concuerda, y agrega otro ejemplo. “Tenemos un rol importante en los alimentos”, asegura. Conseguir una producción sustentable es un imperativo si se considera que, según datos de la FAO, para 2050 la población habrá aumentado 30%, pero la demanda de alimentos lo hará en 70%, La diferencia se dará por el mayor desarrollo y la mejora en la calidad de vida. “Chile es un país “huerta del mundo”, por lo que tiene una situación particular. Si elimináramos nuestra huella tendríamos que dejar de producir alimentos”, explica. Por ello es vital la investigación. “Tenemos que mirar nuestra producción y asegurarnos de cómo generar sustentabilidad a largo plazo”, detalla. La producción frutícola que estaba en la zona centro norte, por ejemplo, ahora lo está en la Región de La Araucanía, dice. “Este es un proceso en desarrollo, y estamos haciendo investigaciones a escala local o regional, pero aún no tenemos una mirada país”, afirma. Faltan fondos tanto públicos como privados para ello. Todos los índices sirven, tanto los globales como los locales, agrega Medina, pero lo importante es tomar acciones concretas como país. “Y para eso, el desarrollo de la investigación científica es la única manera de evaluar de manera objetiva lo que se debe hacer”, enfatiza. Bajar esas necesidades a cada persona es fundamental, continúa Figueroa. Como saber qué implica usar el auto o dejarlo en la casa, pero también tener incentivos y estímulos que faciliten la decisión, agrega.