On 14 cultivos en 3. 500 hectáreas, el 80 por ciento con riego tecnificado, principalmente con Karl Munzenmayer, de Agrícola Terrantes -presente desde Linares a Biobío-, está muy claro con respecto a la mayor necesidad que tiene hoy el agro, la disponibilidad de agua. "Estamos en una zona que disponemos solamente del agua de la cordillera pero no de embalses, como sí dispone Biobío, y lo que necesitamos es principalmente poder embalsar agua durante el invierno”. Para hacer frente al consumo de agua, usan rotaciones de cultivos, con cultivos invernales, que en primavera tardía se riegan muy poco y un balance de agua, con el agua que se calcula se podrá disponer según lo que se tiene en un año normal y en base a eso, se establece la rotación de cultivos”. El agua debe aplicarse a los cultivos en la cantidad exacta y a tiempo, de acuerdo con los requisitos del cultivo. Por esta razón, el riego es una práctica agrícola muy delicada. Otro factor crucial en el riego es el conocimiento del agricultor sobre la práctica y su capacidad financiera para establecer un sistema de riego. Si no se cumple una de estas condiciones, el rencompleto puede faar.
RIEGO EN ÑUBLE Saber cómo se está regando en Ñuble y bajo qué parámetros es un elemento imprescindible para dar respuesta a las necesidades del agro de la zona, que bajo una mirada de eficiencia e innovación, debe hacer frente al
desafío que involucra el cambio climático, las menores precipitaciones y el cambio de un panorama que hasta hace pocos años era predominantemente de cultivos tradicionales y que hoy está fuertemente influenciado por el avance de la fruticultura. Mucha de la información disponible hoy corresponde a datos empíricos y apreciaciones, ya que la última radiografía al agro data del año 2007, fecha del último Censo Agropecuario y Forestal, aunque se han ido actualizando datos en la medida que se han realizado catastros específicos. Así, los datos del Censo de 2007 hablan de una región con poca mecanización: de 87 mil hectáreas bajo riego, 87% a riego gravitacional, principalmente riego tendido; el resto, mecanizado, con 8% bajo riego presurizado por aspersión y 4% localizado, según rescata el investigador de Inia Quilamapu y especialista en riego, Hamil Uribe, quien destacó que la información oficial de riego disponible está desactualizada y corresponde al Censo Agropecuario y Forestal 2007. Aún así, da una idea con respecto a los cambios que han venido ocurriendo durante los últimos años, indica Uribe. De acuerdo a este censo "en la región de Ñuble (provincia de Nuble) habían 87000 ha bajo riego, las cuales correspondían a riego gravitacional en 87%, principalmente riego tendido. El resto correspondía a riego presurizado distribuido en 8% por aspersión y 4% localizado, indica el investigador. Al mismo tiempo las comunas que actualmente conforman la provincia de Punilla concentraban en 64% de la superficie regada, seguido por Diguillín con 35%". Pero el riego presurizado ha seguido creciendo, como lo prueba el aumento de pivotes centrales y laterales de avance frontal la región de Ñuble, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Riego, recabados por Gustavo Roa, profesional de la División de Estudios, Desarrollo y Políticas de la CNR, quien a modo personal inició hace varios años la actualización de los datos relativos al riego por pivotes a nivel nacional. Al día de hoy, indica Gustavo Roa, a nivel nacional hay contabilizados 1950 pivotes y avances frontales que están en operación y que riegan 93.677 ha. "Lamentablemente, una de las falencias del Google Earth es que no mantiene actualizadas todas las fotos del territorio, por lo que esos valores corresponden a aquellos efectivamente identificados. En el valle central regado existen zonas cuyas fotos datan del año 2017 hasta zonas que datan de agosto de 2019, por lo tanto, existiría aún una cierta cantidad de equipos no identificados que se encuentran instalados pero que no cambiaría la tendencia catastrada". Sus resultados, que están disponibles en la página de la CNR, indican que las comunas de San Carlos (73), Bulnes (66), Yungay (58), Coihueco (54) y Chillán (45) reúnen más de 65% de los equipos de la Región, y la región de Ñuble concentra 451 equipos, el 23% a nivel nacional, correspondiente a una superficie regada de 20.110 ha, 22% del total nacional. Le siPor Claudia Wórner Lavín.
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guen Biobío, con el 22% del número de máquinas (418), y el 22% de superficie regada y sólo son superadas por la Dr de Maule, con el 24% del total de máquinas (468) y 22% de superficie regada, Hoy la comuna de Los Angeles en la región del Biobío concentra el mayor número de equipos (267 unidades, con 12.433 ha bajo riego), y se aprecian con claridad en la zona lechera y ganadera, por ejemplo, en el área de San Carlos de Purén, situada entre dicha ciudad y Mulchén. "En la medida que los negocios del maíz, la leche y la carne se mantengan en cierto nivel de rentabilidad, va a seguir creciendo”, proyecta Gustavo Roa. La siguen, pero bastante lejos la comuna de Parral (región del Maule), 87 unidades y 4. 192 ha, y San Carlos (región de Nuble), comuna con unos 74 equipos y 3. 702 ha bajo riego. "Este catastro es el resultado de varios años de trabajo ininterrumpido de monitoreo de equipos de riego tipo pivotes centrales y avances frontales instalados a lo largo del territorio nacional. Esta búsqueda se ha realizado a través de tecnología de imágenes satelitales, y la disponibilidad de éstas desde el año 2006 en la mayoría del
valle regado del país ha permitido hacer un seguimiento del comportamiento del mercado de este tipo de máquinas de riego de alta tecnología en los últimos 13 años, resultados que serán publicados prontamente en nuestro portal e-SITR. Esperamos como CNR que esta información sea de utilidad tanto para los agricultores como para los representantes de las distintas marcas comercializadas en el país y para organismos estatales asociados al quehacer del mundo agrícola; asimismo, creemos que será información importante ara las empresas comerciaizadoras de insumos agrícoEl riego por pivote representa un ahorro en la mano de obra, de energía, mayor productividad de los cultivos y mayor eficiencia en el uso del agua.
Las y prestadoras de servicios asociados”, destacó Mónica Rodríguez, jefa de la División de Estudios, Desarrollo y Políticas de la Comisión Nacional de Riego.
TECNOLOGIA VS RECURSOS Diego Rivera, investigador principal del Centro de recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería, indica que el problema tecnológico en torno al riego está resuelto hace rato y el capital humano también lo está relativamente. "El problema es que falta agua. Uno puede tener un sistema de riego muy sofisticado, pero no nos sirve si no tePR Y
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nemos agua”. La pregunta del millón entonces sería ¿ Sirve generar más eficiencia? Generar más eficiencia, ¿podría ir en detrimento del que está aguas abajo? "Aunque es un concepto que ya tiene algún tiempo, recién hace un par de años se le está tomando el peso, porque 10 años atrás nuestro principal problema era la eficiencia en el predio, porque se regaba muy mal. Entonces se empezó a poner el foco en ser muy preciso con lo que ocurría en el predio, pero no en el nivel de cuenca”, indica Rivera. El cambio se produjo tras la publicación de un artículo, "la paradoja de la eficiencia”, que señala que la eficiencia local no implica necesariamente eficiencia a nivel de cuenca. O sea, si tengo 10 de agua y uso 9, y sólo dejo de usar 1 que fluye, este flujo recarga el agua subterránea y después son reutilizados en riego, dice Rivera, y aparecen otra vez en el río. "Entonces, si nos enfocamos en mejorar
ES AS EN LEE
e AS La eficiencia del riego gravitacional o superficial va de 30% al 70% máximo.
La eficiencia local, sin ver este gran paisaje que tiene que ver con el manejo de cuenca, podemos cometer errores. Otra arista del riego es el positivismo tecnológico, que postula que para cada problema, ya aparecerá la solución algo que se refleja en el agro nacional. "Compramos mucha tecnología, pensando que nos va a ayudar en la solución del problema, pero nos olvidamos de la operación, del capital humano, de quién va a hacer uso de esa tecnología, y no importa el tamaño de la explotación”, comenta Rivera, poniendo de ejemplo las estaciones meteorológicas. Muchos privados compraron estaciones y lo único que hicieron fue llenarse de planillas Excel. Pero podrían haber tenido información tanto o más valiosa con un termómetro de máxima y mínima, y siendo ordenados en anotar el pronóstico del clima todas las noches. "Tendemos a pensar en la tecnología y en el uso de información como temas
Muy sofisticados y no lo es tanto”. Así por ejemplo, comentó, un sensor de humedad de tipo grillo, de bajo costo, se puede programar para que avise a un cierto nivel de humedad, y el sensor no se va a apagar hasta que no se riegue. “Eso es suficiente, es de
bajo costo y puede ser usado por un agricultor pequeño, que podría ahorrarse un riego, o cambiar un turno. Eso es aplicación de tecnología, donde el agricultor toma una decisión basada en información recogida en un monito-
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OPCIONES DE APOYO "Lo importante para nosotros desde el Ministerio de Agricultura es que las regiones de Nuble y Biobío puedan desarrollar una agricultura sustentable y enfrentar los desafíos que supone la actual sequía que atravesamos y
Que afecta a gran parte del país y para esto es clave el riego”, señaló el coordinador zonal Biobío-Nuble de la Comisión Nacional de Riego, CNR, Javier Avila. En atención a eso, destacó los instrumentos disponibles para los agricultores, como la Ley N218.450 de Fomento al Riego y Drenaje que tiene como objetivo mejorar la gestión del agua tanto a nivel intrapredial como extrapredial, y también a través de nuestros Estudios, Proyectos y Programas que tienen como objetivo mejorar la infraestructura y también la gestión que hacen los agricultores y sus organizaciones de usuarios de agua. En lo tocante a la ley de Riego, destacó que ésta se ejecuta a través de concursos para obras como tranques o acumuladores, revestimiento de canales, obras de distribución y tecnificación del riego, ya sea con pivotes, carretes o sistemas de riego por goteo o aspersión, entre otros. "Así, por ejemplo, cuando un agricultor pasa de usar un sistema de riego por surcos o 'botado' a un riego por goteo, está aumentando la eficiencia del uso del agua de un 30% a un 90%".
RESPONSABILIDAD A mayor nivel predial, el uso de información ya ha sido recogido por los productores así como por la empresa. Ronald Leichtle, ingeniero agrónomo y administrador de la empresa que provee de servicios de información y monitoreo de humedad a Orafti, indica que a través de las herramientas que provee la agricultura de precisión, caracterizan la variabilidad de un sitio y con eso es posible hacer un buen seguimiento del cultivo una vez que se establece. "Uno de estos seguimientos es el del riego, a través de sensores. Definimos donde instalar los sensores a través de la caracterización de suelo, lo que me permite ver a qué tasa se va usando el agua. Eso me asegura poder regar de manera precisa, y tener economía de costos”. Respecto del tipo de agricultor que puede hacer uso de estos recursos, es claro. Es para todo cultivo y para cualquier tipo de agricultor, aunque los que primero adoptan estas tecnologías son medianos y grandes, "porque hay mucho capital invertido y por lo tanto están preocupados de cómo ahorrar o como ser más productivos, pero también se puede extender a pequeños agricultores, una viña chica, un huerto, una chacra de maíz. Sobre la tasa de ahorro, indica que se puede registrar ahorro por sobre un 25 por ciento, "que también es un ahorro de energía, porque no se trata solamente de ahorrar agua, sino de aplicar la cantidad correcta; el exceso de agua también produce estrés en las plantas y puede ser tanto peor que la falta de agua. Hoy con el agua más cotizada, el agricultor tiene que ser responsable, dado que el 70 por ciento del agua dulce se ocupa en actividades agrícolas, entonces somos el sector llamado a economizar”, señala Leichtle.