CASI ESTALLA LA GUERRA DEL AGUA EN ACONCAGUA
Una prueba de los conflictos que trae la aguda escasez hídrica en la zona centronorte ocurrió en los últimos días. Las tensiones se iniciaron cuando la tercera sección, que preside Walter Riegel, pidió la intervención del río a la Dirección General de Aguas. Esta propuso firmar un nuevo acuerdo que fija en 36 horas semanales el cierre de las compuertas de la primera y segunda sección, para dejar pasar toda el agua río abajo y así evitar dicha intervención. Finalmente la primera sección firmó el nuevo Protocolo de Redistribución de Aguas, que se extenderá hasta abril de 2020 y que fue rubricado por todas las partes. No obstante, la primera sección, que preside Javier Crasemann, le habría pedido al director general de Aguas, Oscar Cristi, que consideren los estudios hechos en la DGA —en 20NI—, que concluyeron que no se debe seguir aumentando la superficie de riego, y que el problema de la sequía del río se ha incrementado por el aumento de estas en los últimos 15 años, lo que afecta a los pequeños agricultores y a todo el río. Según esta versión, todo partiría por una sobreexplotación, amparada en un sobreotorgamiento de derechos de agua. Hasta ahora, las partes tenían un acuerdo que consistía en la entrega voluntaria de agua por parte de la primera sección, la segunda y Esval, para asegurar el consumo humano de la Región de Valparaíso.