Ubicados en las regiones Metropolitana, Valparaíso, O'Higgins y Maule, las más afectadas por la falta de agua, se vieron enfrentados a tener que salvar una parte de sus plantaciones y dejar morir otra.
Acieron en el campo o crecieron viendo asus padres cultivar frutales y parronales. En común tienen estar ubicados en las regiones más afectadas por la peor sequía de la historia: Metropolitana, Valparaíso, O'Higgins y Maule, que están con decretos de escasez hídrica del Ministerio de Obras Públicas, Duran seis meses y noson de gran utilidad, ya que autorizan la construcción de pozos — uno cuesta alrededor $40 millones— pero cuando termina el período de escasez hay que cerrarlos. Piden con urgencia embalses: el Puclaro, La Paloma y el Cogotí amortiguaron el impacto de la falta de lluvias en gran parte de la región de Coquimbo.
“Duele el alma” Nunca tuvieron problemas. Por algo el campo más grande —270 hectáreas— se llama Valle Fértil en el camino a Los Andes, ala altura de Quilapilún, en el norte de la Región Metropolitana. Hace 18 años los seis hermanos Alessandrini Ibáñez lo compraron junto a su padre, ya fallecido, y lo unieron al que ya tenían: Huechún de 100 hectáreas. Regaban con el agua del Tranque Huechún, que proviene del canal Chacabuco-Polpaico, cuyo nacimiento se origina en la parte del río Aconcagua. Tranque no tiene una gota desde noviembre. Estamos regando solo con pozos, pero tienen la mitad de agua que el
año pasado, porque no ha llovido en la zona ni en la cordillera”, cuente Pablo Alessandrini, gerente general de Lafrut, la exportadora familiar. Su relato continúa con la decisión más difícil que tuvieron que tomar los hermanos: salvar 150 hectáreas plantadas de uva de mesa, y dejar que se secaran 200 hectáreas de nogales, ciruelas, algo de granadas y uva. Toda la producción era —y es para la que quedó— de exportación y los campos usan riego tecnificado. Al abandonar esas 200 hectáreas la familia perdió, además, la inversión realizada. “Cuando entro y veo todo seco me duele el alma”, dice Alessandrini. No alcanzó a cosechar, porque las ciruelas son de febrero y las nueces de marzo. “La sequía llegó para quedarse”, dice desesperanzado. “Llevamos 11 años y este es el año más agresivo. Salvamos la uva porque es lo más rentable, La nuez lo fue, hace cuatro años se vendía a US$4 el kilo, bajó a USS3 y llegamos a vender a US$2, 2”.
“Podé mis árboles para salvarlos” Su parcela de 15 hectáreas de paltos se riega solo 18 horas a la semana, porque a Quillota, donde se ubica, le corresponde la tercera sección del río Aconcagua. “Estoy más perjudicado, porque aquí corre la ley del gallinero: el de arriba friega —aunque usa otro chilenismo— al de abajo”, dice Luis León, agricultor nacido y criado en Quillota. Losríos, efectivamente, están divididos en secciones: la primera siempre está más cerca de la cordillera y trae más agua, la segunda lleva un poco menos y la tercera lo que va quedando. Y aunque en otras regiones los agricultores han llegado a acuerdos voluntarios para repartir en forma equitativa el agua en las distintas secciones, en la región de Valparaíso eso no ocurre con su río Aconcagua. Lo que explica que Los Andes y San Felipe —que usan la primera y segunda sección, respectivamente-—tengan cinco días y medio de agua. Y Quillota 36 horas en el papel, porque como el agua se infiltra y corre por kilómetros hacia abajo, la cantidad se reduce a la mitad. Con tan pocas horas de agua, Luis León solo puede regar siete hectáreas. En las otras ocho decidió árboles y dejar
Situación de caudales: Tranque Huechún seco Zonas más afectadas del norte de la RM: Peldehue, Huechún, Quilapilún, Til Til, Colina, Chacabuco. Cultivos perjudicados: Uva de mesa y nogales. Solución: Construir un embalse en el Valle de Chacabuco que tome el agua del nacimiento del río Aconcagua en invierno.
Por Ximena Pérez Villamil
Uno por región:
Los troncos, lo que en jerga agrícola se lla¡ a “rebajar”. “Lo hice en septiembre para salvar los árboles”, explica. El palto es un caso único, porque después vuelve a crecer con más fuerza, pero no puede pasar dos años sin agua, porque se muere. En 2019 Luis León contó con 25 horas semanales reales de agua, le alcanzó para todas sus hectáreas, porque además construyó dos pequeños tranques —que le costaron un pero esta temporada no pudo llenarlos.
“Voy a sacar siete veces menos de maíz” Rancaguino, constructor civil que abandonó la profesión, Edgardo Cura —nieto de un inmigrante sirio— compró 100 hectáreas en Rengo en 1980 y está completamente dedicado a la agricultura. Por culpa de la sequía detuvo el proyecto para ampliar su plantación de cerezas: tenía 50 hectáreas listas, pero advirtió que no iba a haber agua y no plantó nada. “Es muy caro y este es un cultivo a entra en plena producción en cinco años”, cuenta Cura. Delas 12 hectáreas de manzanos, que todavía no cosecha, dejó secar cuatro hectáreas para no perder todo. Aún así van a salir más chicas y no las va a poder exportar, Y las 28 hectáreas de maíz “son un desastre, están muertas por falta de riego, con suerte voy a sacar una producción equivalente a cuatro hectáreas, siete veces menos”, se lamenta. Manzanos y maíz seriegan con acequia o lo que llaman “riego tendido” en el campo, porque se deja correr el agua sobre las plantaciones. Mantuvo las 10 hectáreas que ya tenía de cerezas de exportación, “porque salen bastante temprano”. Y las riega por goteo, lo que no ocurre con sus otros cultivos porque la rentabilidad no da. Delos tres ríos de la región de O'Higgins, Edgardo Cura preside la primera sección de la junta de vigilancia del que está al medio del Cachapoal y el Tinguiririca. Se llama río Claro, es el más chico, lleva menos agua, “porque nace en la cordillera baja, a 2. 500 metros, y no tiene aportes de nieve”, explica. La primera sección del río, en lugar de traer más agua con ocurre con otros, “se está muriendo, entrega 100 cm3 por segundo en lugar de 2 mil cm3 de un año normal”. Tiene, además, una particularidad: el
Agua se infiltra porque el suelo es muy permeable en la primera sección. “Llevamos 15 años pidiéndole al MOP y ala Comisión Nacional de Riego que canalice esta parte del río Claro, porque a menor superficie de contacto del agua con la tierra hay menor infiltración y no se pierde. La respuesta es que deben estudiar la construcción del embalse Bollenar”. Rengo no tiene otro río. “Esta es una zona privilegiada por el clima y el suelo y una de las mejores aguas. Aquí hay dos plantas de agua mineral: las de Vital y El Edén”.
“Por primera vez no sembré” Eduardo Alvarez Gallego es un agricultor grande con campos repartidos entre Longaví, Yerbas Buenas, Colbún y Linares en la región del Maule. El más afectado es Rosario, en Longaví, de 140 hectáreas. “Desde que lo compré, hace 18 años, por primera vez dejé de sembrar 50 hectáreas”, se lamenta. Las regaba con acequia o canal, pero vio que no iba a haber agua suficiente. Para las otras 90 hectáreas usa dos surtidores que este año funcionan por turno. Explica que todos los días recibe agua del río Achibueno —uno delos siete dela región del Maule— pero riega la mitad del campo durante tres días, y la otra mitad durante los cuatro restantes. “Ha habido algunos problemas de eficiencia en el manejo del agua del Achibueno y en el control de los celadores (que cuidan las compuertas de los ríos y canales)”, afirma este agricultor dueño de una planta procesadora de maíz que produce alimentos para cerdos, perros y gallinas y que vende a Ca102zi y Agrosuper. “En los otros campos he tenido restricciones, pero puedo regar el maíz. Las asociaciones de canalistas y juntas de vigilancia de los otros ríos están muy bien administradas y organizadas. Las compuertas bien cuidadas por celadores, tienen candados y la cantidad de agua se mide una vez al mes”.
Situación de caudales: Río Aconcagua lleva un 60% menos de agua que en 2019. Petorca y La Ligua secos por la sequía y no contar con organizaciones de usuarios. Zonas más afectadas: El Melón, Limache, Olmué, Quintero, Quillota. Cultivos perjudicados: Paltas, naranjas, mandarinas y limones. Solución: Dos embalses, al menos, que capten agua del río Aconcagua en invierno.
Situación de caudales: Río Claro con 80%-90% menos de agua que en 2019. Zonas más afectadas: Rengo, La Estrella, Pumanque. Cultivos perjudicados: Uva para vinos premium, olivos, manzanos Solución: Construir embalse Bollenar para abastecer 10 mil hectáreas.
Situación de caudales: Ríos Ancoa, Achibueno, Putagán bajaron al 50% desde el 15 de enero. Maule trae un 30% menos de agua. Embalses Digua, Bullileo y Machicura, 57% menos. Zonas más afectadas: Talca, Curicó y Rengo. Cultivos perjudicados: Maíz, trigo, remolacha, avena, arroz, hortalizas y frutales. Solución: Construir el embalse Ancoa Il, en etapa de estudio.