Universidad de Santiago Opinión Las comunidades energéticas oposición a las represas por Gloria Baigorrotegui y Ana Pizarra*
Felipe Oyarzún Eichholtz. C1309 Secuencia Cosmogonía. 2009
Sacar el tenia de la energía de la palestra técnica v especializada no es tarea fácil. Si una persona común y corriente se propone revisar alguna cifra relativa a la energía requiere enfrentarse a nomenclaturas diversas, que después de identificadas y situadas en prácticas específicas, la conducen a diagramas y flujos propios de sistemas métricos geopolíticos. Mientras los profesionales del rubro mantienen sus diálogos entre conversiones económico- métricas y metáforas complejas. otros se proponen develar cuáles son las verdades y las ficciones de la política e n e rgé tica gl oba 1.
Con todas estas barreras en mente propias del lenguaje críptico de este sector, resulta meritorio reconocer cómo los conocimientos y el contacto directo de los ciudadanos con cables, torres generadores, concreto, entre otros elementos. fueron dando paso a distintas formas de transformar, consumir y vivir la energía a nivel local. Es lo que sucede con los colectivos que gestionan por si mismas su energía, las denominadas co m u n i d ade s e n e rgé ticas.
Si para algunos se trata del tránsito haci a v í as susten tables desde 1 as com u nidades, para otros se trata más bien de formas emergentes de política, tras años de haberse enfrentado a regímenes energéticos amenazadores en sus territorios.
En este contexto, resulta interesante revisar cómo cada dos años los encuentros internacionales, como los de Ciencias Sociales y Represas (Ciencias Soeiais e Barragens), que convoca a académicos, activistas y ciudadanos vienen generando un trabajo académico acerca del impacto de estas infraestructuras energéticas, aeuíferas mineras en cuencas latinoamericanas. En estas reuniones con (Inven miradas interesadas en los derechos humanos desarrollo, justicia ambiental, género identidad y cultura. Asimismo se articulan grupos de trabajo que analizan los efectos de las negociaciones, las compensaciones y reparaciones de las comunidades, pero también las constelaciones de la política representativa para estos proyectos, las valorizaciones de impactos, los riesgos y las estrategias de instalación y comunicación en los territorios. En síntesis, es posible encontrar variados enfoques y metodologías para indagar sobre el fenómeno de las represas y su interferencia de todo tipo en las comunidades, que se torna cada vez más actual, dadas las presiones internacionales para abordar el calentamiento global. Sin duda, la organización del encuentro en la Universidad de Santiago de Chile desde el 26 al 2<S de Septiembre de 2018 será una excelente oportunidad para ampliar las discusiones y propuestas en torno a la represas en el país y en el continente. Bajo el lema "Medioambiente, Represas y Cultura" se convoca a investigadores de diversos ámbitos, activistas, ciudadanos interesados, personeros de política pública y la industria a reflexionar sobre el tema, a presentar sus trabajos, a participar en simposios abiertos, presentación de libros, trabajos audiovisuales, entre otros (1). Al mismo tiempo v de forma paralela se realizará el encuentro regional del MAR (Movimentó Atingidos per Represas), que en conjunto con el movimiento Ríos Libres, Patagón i a Sin Represas, Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la protección del Medioambiente (MODATIMA) confluirán en el Museo de la Educación Gabriela Mistral en Santiago. Será la oportunidad para generar un espacio único para conocer las afectaciones, las redes de activismo v acción colectiva de núestro país y la región. Más allá de la posttira sobre las represas, resulta impostergable ahondaren stisaristas múltiples. Las experiencias internacionales muestran no sólo la importancia de la democratización de los diseños de represas, sino también la tendencia a recuperar la hidrobiología y las interacciones de seres vivos (especialmente de fio ra v fa u na) t ras s ti d es m an tel a ni ie n to. Así, las represas como construcciones modernas son conflictivas y productivas a la vez. La generación eléctrica es lo más nombrado, aunque también son de alarma pública las roturas de represas de relaves mineros. Actualmente son las comunidades de base local que trabajan con energías renovables las que están tomando cada vez más relevancia pública. En muchos de estos casos, la antesala de formas de experimentar, vivir y comprender la energía en el territorio ha provenido de luchas v resistencias locales frente a proyectos energéticos indeseados, entre ellos las represas hidroeléctricas. En Chile la cooperativa Enercoop Aysén es un ejemplo de esto. Como colectivo político se torna una plataforma sobre el debate por la energía para la Patagonia aysenina. Algunas de las actividades de esta cooperativa son experimentales, por ejemplo, al instalar formas de calefacción e iluminación en viviendas con energías renovables, compras conjuntas, talleres de autoconstrucción de molinos, de alfabetización energética entre otras. Como una comunidad que promueve que los beneficios sean disfrutados por los habitantes del lugar y que la toma de decisiones sea abierta y descentralizada (2), Enercoop Aysén se ha involucrado activamente en movilizar la noción de "Avsén Reserva de Vida" en la política y en la discusión ciudadana. Así instala el sustrato de proyectos de generación, ahorro, eficiencia, transporte, educativos acorde a stis valores. En estas comunidades existe la noción del daño no sólo en el ámbito de lo concreto, sino en el de las demás posibilidades de la vida, como la identidad, la producción simbólica, la capacidad de imaginar y relacionarse con el mundo. Es por eso que se espera que sigan articulándose estas iniciativas en marcos asociativos y de cooperación. Así como Fukushima, que después del desastre ha impulsado toda una red internacional de energías renovables y de localidad, en Chile, y tras la movilización ciudadana contra la concentración de la energía, se espera la creación de formas distintas de producirla. Colectivos como Buin Solar, que articula inversiones para instalar techos solares financiados por sus miembros vía internet, el programa estatal de Comuna Energética que promueve alianzas entre municipios con ciudadanos y empresas locales, son algunos de los ejemplos que se espera florezcan en los barrios, a modo de iniciativas de autogeneración, cooperativas y generación renovable distribuida, concebidas desde la proximidad urbana, rural e identitaria. Así los lemas "democratización" y "poder ciudadano" se convierten en los impulsores de cada vez más comunidades beneficiadas y no sólo afectadas con los efectos de la energía. I 1.1 Insta el 18de mayóse reciben las propuestas de resúmenes en el sitio oficial: https://eicsr.usach.cl/ 2. Algunas referencia acerca de las distinciones de comunidad energética y experiencias chilenas podrán encontrarse próximamente en la edición de Conectara Desconectar. Comunidades Energéticas y Transiciones Hacia la Sustentabilidad, editado por Gloria Baigorrotegui y Cristian Parker. Además de los estudios en Walkerv Devine-Wright (2018), Vancea, Becker y Kun/.e (2017),Seyfang, Park. Smith (2013). 'Gloria Baigorrotegui es doctora en Filosofía de la Universidad del País Vasco y Licenciada en Ciencias de la Ingeniería e Ingeniera Civil Industrial de la Universidad de Santiago de Chile, y Ana Pizarro es Doctora en Letras de la Universidad de París y Profesora de Estado en Francés de la Universidad de Chile. Ambas son académicas del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile..