TALCA. - El miércoles 29 de enero a eso de las dos de la tarde, se activó la alarma de emergencia, anunciando que un grupo de personas fueron arrastradas por el caudal del río Maule, debido a la apertura de las compuertas del embalse Laguna del Maule. Al verse totalmente sorprendidos por esta situación, Matías Correa Silva, de 11 años, no logró salir con vida de las aguas y su cuerpo fue recuperado al día siguiente, en el sector de la Cascada Invertida. Pero el primero de este niño logró sobrevivir a la crecida, aferrado a una roca, esperando ser rescatado por personal especializado. La intervención debía ser inmediata, ya que el niño llevaba más de una hora resistiendo al agua, con síntomas de hipotermia y cansancio. La empresa Ferrovial Agroman, al recibir la alerta de Carabineros sobre el incidente, alertó a Enel Green Power. Allí se despachó a la unidad de rescate, quienes llegaron al lugar con un equipo completo de asistencia, incluyendo ambulancias y personal sanitario. Entre el personal especializado, se contaba un hombre con más de 30 años de experiencia en rescate y servicio. Christian Venegas Contreras, de 44 años, desde temprana edad sintió la vocación de servir a la comunidad y vidas en peligro. Pero jamás imaginó que como niño brigadier de Bomberos se convertiría en un especialista en rescates
de personas. Director académico de Resilientes, fundación creada por Carlos de Gavardo en ayuda de la comunidad y respuesta ante situaciones de emergencia, se tituló de ingeniero en prevención de riesgos y fue pieza clave en el rescate del Río Maule ese fatídico miércoles 29 de enero.
IMPACTO PSICOLÓGICO Para un profesional del rescate, es algo rutinario
convivir con escenas ¡ mpactantes y fuertes por diversos accidentes. Para Christian, a pesar de su experiencia, existe un episodio que nunca olvidó. “Recuerdo un accidente entre un microbús atrás del Estadio Nacional, donde una madre se encontraba con un traumatismo craneano y su pequeño hijo lloraba y le decía que no se muriera”, afirmó. En todos los trabajos
existen dificultades y la cordillera no es la excepción, explicó Christian, quien «además de salvar personastiene que capacitar sobre los riesgos a los que se exponen los operadores de maquinaria en faenas de alta complejidad. “Lo más difícil es hacer entender a las personas que son únicas y que deben cuidarse, aunque por más que entreguemos herramientas para que no ocurra algo, siempre estará el riesgo” argumentó.
MIÉRCOLES FATÍDICO Christian es un profesional que vive en Santiago y trabaja para Ferrovial Agroman. Ahora estaba en el momento justo para realizar un rescate como tantas veces lo ha hecho. Está acostumbrado a las complejidades y recuerda que el día de la emergencia, lo más complejo fue “la desinformación, ya que no haLa muerte del pequeño Matías Correa Silva afectó a una región completa y advirtió sobre los peligros que existen en tiempos de excursión y vacaciones. Allí debió intervenir Christian Venegas para auxiliar a una de las víctimas que logró sobrevivir de milagro tomado aunaroca
Entrevista exclusiva con Diario El Centro
Bía seguridad sobre cuantas personas fueron afectadas por el caudal”. Se activaron los protocolos de emergencia y acudieron al lugar, donde se percataron de un niño aferrado a una roca. Acudieron a su rescate instalando las cuerdas de seguridad y, junto con los respondedores (personal capacitado para asistir en las emergencias) lograron asistir al niño de 13 años. “El menor que rescatamos no presentaba síntomas graves de salud, solamente hipotermia, la angustia y, por supuesto, el trauma sicológico por lo ocurrido”, dijo. Recuerda que con más “calma” se informó que había otro niño pequeño desaparecido. Eran pasado las seis de la tarde, por lo que cada minuto contaba en la búsqueda, la cual por el difícil acceso y la baja visibilidad, fue muy compleja. Al día siguiente, tras 22 horas de búsqueda y con mayor apoyo, los funcionarios de Carabineros encontraron el cuerpo sin vida del niño que arrastraron las aguas.
¿ NO HABÍA ADVERTENCIA? Para Christian no son
desconocidos los casos de accidentes por imprudencia o baja preparación. Aunque, en este caso, mencionó que es algo “atípico”, debido a que “la gente llega muy arriba en la cordillera, los ríos están intervenidos”, agregando que “la gente debe educarse e informarse donde van a ir y los riesgos asociados”. La geografía de la zona es diversa y también lo son sus caminos. Existen zonas que están señalizadas, sectores donde la gente sabe lo que no se puede hacer. “En la zona donde ocurrió el accidente es manejada por el Estado y no contaba con señaléticas adecuadas”, dijo. En su opinión, sin duda que falta mayor información de parte del Estado para indicar a las personas que existen lugares peligrosos, tanto para los vehículos, turistas, tanto en caminos primarios y secundarios. “En este paso de transito internacional mucha gente se detiene a verlo, porque es hermoso, por ende, las medidas de seguridad deben ser mayores”, apuntó.
Ítalo Núñez
O Recomendaciones
Para no volver a lamentar perder una vida, como la del pequeño Matías, es necesario sacar lecciones de los errores y avanzar en medidas de seguridad sobre todo, en el autocuidado. “Cuando las familias planifican un viaje hay que tomar en cuenta a las autoridades, a los organismos regionales y locales donde uno va a estar”, dijo. Entre las recomendaciones que entregó el especialista, se cuenta que antes de iniciar un viaje, revisar la página web de la Onemi en la sección de Chile Preparado, donde podrán encontrar toda la información respecto al lugar y los riesgos asociados. “Las lecciones son fundamentales para aprender y evitar las tragedias, además de mejorar en medidas de seguridad”, indicó Christian.
O Posibles responsabilidades
La familia viñamarina Correa Silva, que estaba conformada por el padre, hijo y tres sobrinos (menores de edad), quienes veraneaban en la zona, sufrió momentos de terror y hoy se encuentran de luto. El fiscal, Ángel Ávila, junto a la Brigada de Homicidios de la PDI, llevarán a cabo la investigación en torno a si el protocolo utilizado por parte de la DOH (Dirección de Obras Hidráulicas) del Ministerio de Obras Públicas (MOP) fue el correcto en el momento de abrir las compuertas del embalse. Al respecto, Christian comentó que, de acorde a su experiencia, en estos casos las responsabilidades son compartidas. “Las personas que veranean o disfrutan de estos lugares deben informarse, tanto como quienes están a cargo. Eso es materia de investigación” enfatizó.