La crisis sociopolítica que vive el país llevó al Gobierno a declinar ser sede de la COP25, que ahora se hará en Madrid. Pese a ello, Chile presidirá la cita mundial sobre cambio climático.
Ompleja, dolorosa, responsable, inadecuada, inconveniente. Esos han sido algunos de los calificativos que ha recibido la decisión del Gobierno de cancelar el desarrollo en nuestro país de la 25* de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), para concentrarse en la búsqueda de soluciones a la crisis social y política que estalló en Chile a mediados de octubre. Cuando solo faltaban 32 días para acoger el evento medioambiental, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció que se había resuelto no ser sede de esta Cumbre ni de la reunión de la APEC, programada para noviembre, asegurando que “ha sido una decisión muy dificil, que nos causa mucho dolor”. El Mandatario afirmó: "Lamentamos profundamente los Inconvenientes que esto va a significar.. . pero como presidente de todos los chilenos tengo siempre que poner los problemas e intereses de los chilenos, primero en la fila”. Añadió: “Nuestra primera preocupación y prioridad como Gobierno es concentrarnos en restablecer el orden público, la seguridad dana y la paz social; segundo, impulsar con toda la fuerza la agenda social para responder a las principales demandas de los ciudadanos; y, tercero, impulsar un amplio y profundo proceso de diálogo y acuerdos”. Frente a este panorama, la Oficina de Cambio Climático de Naciones Unidas, entidad a cargo de organizar la COP25, aceptó dias después el ofrecimiento de Madrid para recibir la cita que se realizará entre el 2 y 13 de diciembre. Asimismo, comunicó que Chile seguía presidiendo el encuentro hasta el próximo año.
PRIORIDADES Y COMPROMISOS
Por su parte, la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, aseguró: “Esta dificil y dolorosa decisión no afectará en lo más mínimo nuestro compromiso para enfrentar el cambio climático y los efectos del calentamiento olobal. Chile, en esta materia, ha tenido y seguirá teniendo un firme, claro y reconocido liderazgo. En ese contexto, nuestros compromisos se mantienen incólumes: en primer lugar, cuidar mejor nuestros océanos que son parte vital en el ciclo de la vida y, en segundo lugar, transformar a Chile en un país carbono neutral, es decir, emisión neta cero de carbono antes del año 2050 a través de un plan que hemos venido trabajando desde hace un tiempo”. Recordó que dicho plan considera principalmente la descarbonización de la matriz energética, el sistema de transporte público con énfasis en la electromovilidad, conservar los bosques y reforestar privilegiando las especies nativas, y establecer un nuevo estándar de eficiencia energética. Más allá de eso, la cancelación de la COP25 no cayó bien en diversos sectores que velan el desarrollo de la cumbre climática en Chile como un aliciente importante para mejorar los estándares medioambientales a nivel país. Desde la Sociedad Civil por la Acción Climática, entidad que reúne a diversas organizaciones no gubernamentales del área medioambiental, indicaron que la cita mundial "constituía una gran oportunidad para relevar los problemas socioambientales que afectan a muchisimos habitantes y zonas del territorio nacional, así como para levantar algo del liderazgo perdido internacionalmente al restarse de importantes y necesarios acuerdos como la firma del Acuerdo de Escazú y el Pacto Migratorio”. De igual manera, anunciaron que de todos modos desarrollarán la Cumbre Social por la Acción Climática, instancia ciudadana que habían convocado en forma paralela a la COP25 para “generar un diálogo democrático y una participación ciudadana real” en torno a estos temas. Recordaron, además, que desde la presidencia de la COP, Chile tiene "la responsabilidad de que esta institución cumpla con sus objetivos. Aumentar la ambición climática y transformar radicalmente nuestra forma de vida, para mantener el alza de la temperatura mundial bajo los 1, 5 *C, sigue siendo una prioridad. Es de suma urgencia entender que los procesos que se vienen gestionando a través de las COP van más allá de la relación con la realidad local, y tienen que ver con el futuro de la humanidad completa”. La directora ejecutiva de Chile Sustentable, Sara Larraín, también lamentó la suspensión del evento, “pues dificulta las negociaciones climáticas que ya eran dificiles, pero reconocemos que nuestro país no puede ofrecer condiciones políticas, ni de seguridad para la Cumbre”. Asimismo, recalcó que “la cnisis social es también profundamente medioambiental. Frente a la actual situación hemos priorizado exigir al gobierno que se ponga fin a las zonas de sacrificio, mediante el cierre de las carboneras, y se adopten estándares recomendados por la OMS. A su vez, necesitamos que se realicen reformas políticas para enfrentar la crisis hídrica, lo que implica cambios profundos del Código de Aguas, proteger los glaciares y recuperar el estatus legal del agua como bien público. Por otra parte, hemos pedido también al gobierno firmar el Acuerdo de Escazú para avanzar hacia la justicia ambiental; y adicionalmente retirar los proyectos pro inversión, que debilitan la evaluación ambiental, y pretenden obstaculizar la protección del agua, los usos prioritarios y la protección de los glaciares”.
AHORA EN MADRID
La COP25 ahora se realizará en el recinto ferial Ifema de Madrid, el cual acogerá a más de 20 mil representantes de los 196 países y la Unión Europea (197 Partes) que forman la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), muchos de ellos con sus máximas autoridades. En ese contexto, uno de los principales desafios será preparar el terreno para que los países presenten, a partir de 2020, contribuciones más ambiciosas para frenar y adaptarse al cambio climático, en el marco del Acuerdo de París con miras a estabilizar el aumento de la temperatura global a 1, 5 *C. Para eso será clave cerrar el denominado Libro de Reglas del Artículo 6, el cual permitirá, entre otros aspectos, regular adecuadamente los instrumentos de mercado que se podrían utilizar para reducir las emisiones de carbono. Ello implica consensuar metodologías para monitorear y verificar las emisiones reducidas, evitar su doble contabilidad, y asegurar la integridad ambiental y transparencia de los proyectos que participen.
66 Partes de la CMNUCC, 10 regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores se comprometieron a lograr cero emisiones netas de CO, para el año 2050 y adoptar acciones de adaptación, en el marco de la Alianza de Ambición Climática que lanzó Chile durante la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU realizada en septiembre en Nueva York.
30% De las áreas terrestres y marinas del planeta debieran conservarse para mantener el alza de la temperatura en 1, 5 *C. Así lo plantearon Francia, Gabón, Granada, Finlandia, Reino Unido y Costa Rica, durante la Pre COP realizada en octubre en este último país.