El psicólogo y columnista Gonzalo Bacigalupe no cree que estemos preparados para salir de la cuarentena y anticipa un segundo peak para septiembre u octubre. Especialista en terapia familiar y en resiliencia, cree que en el manejo de esta sanitaria ha faltado humanizar las numerosas muerte empatizar más con el duelo de las familias. “Decirles que es un dolor compartido, que no están solas”.
—La negación del trau IMA de la muerte. Gonzalo Bacigalupe, 62 años, psicólode la Universidad Católica, especialis ta en terapias familiares y en resiliencia en espacios de crisis, con 25 años de docencia en universidades de Estados Unidos, un máster en Harvard en Salud Pública, responde así cuando sele pregunta qué es lo que más le preocupa de lo que ha visto en relación a la pandemia en país. Y no es que no le preocupen otras cosas. —Pero esto es muy importante. Que no nos podamos hacer cargo de que la gente murió va a tener consecuencias en el futuro. Y no se trata de buscar culpables, obviamente muchas de esas muertes no son falla de nadie, pasó, es un desastre, ya veremos quién es responsable. Pero sí debemos reconocer el dolor que tiene perder tantas vidas. No puede ser que la conversación del ministro Enrique Paris sea que nosotros contamos mejor los muertos, que somos cuartos en no sé qué ranking. —é Y qué espera que haga la autoridad respecto a eso? —Podría haber un momento en la vocería diaria en que se pase una huincha en la parte de abajo que diga: “Mujer de 28 años, tenía tres hijos, vivía en Cocl mó, era costurera”. “Hombre de 78 años, jubilado, tenía alzheimer, fue pescador”. O que el mismo ministro elija a algunas y las releve, Es importante darle a cada persona un minuto, hacer un reconocimiento. Eso es sanador. —é Y cómo cree que esa falta va a golpear al Gobierno? —El Presidente Piñera no va a ser recordado porlabajaenel PIB a partir dela recesión económica que vamos a enfrentar. No vamos a recordar que tuvimos que sacar mil millones de dólares de alguna parte para pagar no sé qué cosa. La
Historia va a olvidar completamente que subió el dólar o que bajó. Pero los fallecidos, la enfermedad, quedarán impresos en todos nosotros. Es algo que vamos a recordar. Entonces, podemos minimizar eso evitando el contagio y reconociendo estas pérdidas. No podemos hacerlas desaparecer, Eso es muy costoso tanto para la psiquis del colectivo como personas que lo han sufrido, y alí ha faltado incorporar a la cultura. No todo es la tecnocracia de las cifras de la crisis sanitaria, hay todo un aspecto humano en el cual habría que incorporar más gente. —-¿ A quiénes? —En los comités asesores todos son del mundo médico. En el fondo, no hay una apreciación de la humanidad y de la existencia que se ve afectada por esta crisis. —Esta semana hubo un llamado a recordar a los muertos por covid, a cuatro meses de la primera víctima fatal en Chile. Í, yo encendí una vela. Varios de los profesionales que firmamos la “Carta de los 40" estábamos proponiendo que se hiciera esto. El ministro se subió al carro y le cambió la hora, lo que creó confusión, porque hubo llamados para otra cosas a las 21:00. Pero no importa. Para mí es importante hacerse cargo del duelo, decirle a esas familias que es un dolor que no están solas.
Un Gonzalo Bacigalupe irrumpió en los medios de comunicación en esta pandemia. Es columnista y desde hace unos 'meses es número puesto en matinales y noticieros. Tanto ha gustado, que incluso tiene su barra bwittera que celebra sus opiniones, mientras algunas usuarias de la red social le han declarado abierta'mente su amor. Él les pone like a todas, dico, —Me reí mucho el otro día cuando leí
Eso, pero más allá de la broma, creo que la gente busca que les digan las cosas de modo honesto; entonces, lo veo como buen cariño. Las personas se sienten interpretadas y agradecen ser tratadas con inteligencia y cuidado. Yo soy harto honesto en las redes. Y a veces cometo errores, lo reconozco, y en otras me río como todos. Le tengo mucho cariño a las comunidades que se arman. Hay mucha inteligencia colectiva en las redes. Es una cuestión de saber relacionarse en ellas, y durante la cuarentena han sido fundamentales. También es usuario de Instagram, donde no solo publica fotografías, sino también sus pinturas, práctica que, según cuenta, es mucho más que un hobby. —Siempre hacía mucha fotografía, pero me pintar en el invierno de 2017 después de sufrir un accidente en mi departamento. Me quebré en varias partes el hombro derecho. Tengo mala reacción a las medicinas y los calmantes, así que dejé rápidamente de tomarlos, ycomo no podía dormir, me puse a pintar, Pinté mucho y, por casualidad, una curadora vio mis pinturas y montamos una exhibición por a principios de 2018. Después gané un par de concursos de arte e hice exhibiciones. Muy rápidamente dejó de ser un hobby. Hoy pinto mucho y he vendido varias obras para poder financiar los materiales. El rector (de la Universidad Católica) Ignacio Sánchez me compró una, Debe estar colgada en alguna oficina o en su casa Bacigalupe cuenta que este período de cuarentena ha sido muy extraño para él: estaba acostumbrado a viajar constantemente a Estados Unidos, donde hace clases en la Universidad de Massachusets y otras en Europa. —Creo que nunca había estado en un mismo lugar por tanto tiempo en los últimos 20 años —rfe.
Es hijo de un químico farmacéutico y una profesora. Recuerda que pasó su adolescencia en la Gran Avenida y que estudió en el liceo Darío Salas. Tenía 15 años para el Golpe Militar, por lo que se acuerda de todo. Tras salir del liceo, se fue a estudiar inglés a Estados Unidos, Admite que fue por susto. —A mitad de cuarto medio metieron presos a una centena de jóvenes estudiantes que estábamos haciendo una actividad cultural en la Universidad de Santiago. Fue bien dramático. Era 1976, una época muy dura. Por eso, el día después de haber egresado, me fui Laidea era estudiar allá y quedarse, pe= ro la experiencia no fue tan buena, dice, y volvió a Santiago. Al llegar estudió Economía a la Universidad de Chile, En esa época militó en el Mapu y participó en el movimiento Sebastián Acevedo, movimiento era pacífico, pero bien arriesgado. Las acciones más importantes eran ir a ponerse al frente de un edificio donde se sabía que había detenidos que estaban siendo torturados, con la idea no de ir a agarrarse a peñascazos mi resistirse al arresto. Llegaban los guanacos y el plan era no salir arrancando. Lo que se quería era que a la policía se le produjera el dilema ótico de tener que usar la violencia frente a un grupo de personas desarmadas que no hacían nada. Era peligroso y pesado. A mí, lo que más me gustaba de todo esto, era esa sensación de que a pesar de que se venía esa violencia encima tuyo —lumazos, bombas lacrimógenas—, había que resistir. Era seguir el ejemplo de este hombre que se inmoló porque sus hijos estaban detenidos. Una cuestión ética muy importante. Al dejar Economía, estudió Psicología en la Universidad Católica, donde también se metió en política.
—En ese grupo había harta gente que es famosa ahora. Por ejemplo, la Pamela Jiles. Ella estudiaba periodismo, pero en este rollo político estábamos todos juntos, los del Campus Oriente y los de san Joaquín. —A la diputada se le acusó de degradar a la política con su reciente carrera con capa. —No estoy de acuerdo con eso. Lo que degrada la política no es que alguien use o no corbata. Lo que degrada la política es la corrupción, la hipocresía, el lobby (.... Además, la política tiene una parte de teatro. Lo que a mí sí me molesta, lo que para mí es la real farandulización, es que eso se transforme en el foco, en vez de la esencia de lo que se está votando. Bacigalupe dice que él mismo ha vivido esa crítica. —En la academia se critica mucho ala gente que va a un matinal, porque se ve poco serio. Si yo tuviera 45 años sería mucho más difícil ir, porque mis pares lo verían mal. Hoy, como soy catedrático, da igual. —+¿ Por qué existe ese rechazo? —En general, acercarse a la cultura popular se ve como con una cierta displicencia, como si uno no estuviera haMi rector encuentra fantástico que yo esté en los matinales conversando de temas que sé. Aquí, a uno lo miran mal”, dice sobre su participación en TV. En la foto, Bacigalupe rodeado de una de sus pasiones: la pintura.
“Yo creo que la pandemia no debería ser coordinada desde el segundo piso de La Moneda. Debería ser un cogobierno”.
ESTELA CABEZAS
Ciendo el trabajo que debemos hacer como investigadores, como científicos, como lo que sea (. .). Acá se valora mucho que les hables a tus pares y, de hecho, el quees aplaudido es el que haceel artículo en una revista en inglés, y que tiene un lenguaje que solamente es comprendido por los entendidos. —+¿ No pasa eso en todos lados? pero aquí es extremo. En Estados Unidos, por ejemplo, mi rector encuentra fantástico que yo esté en los matinales conversando de temas que yo sé Aquí, a uno lo miran mal. Tras titularse de psicólogo, Gonzalo Bacigalupe trabajó en consultorios y luego ayudando a los familiares de Detenidos Desaparecidos. —También me tocaba ir a ver presos a Fue un trabajo de un año y medio muy doloroso. Todavía me cuesta hablar de eso. De hecho, me di cuenta de que era un período que tenía bloqueado, cuando hace unos años me topé en la calle con un hombre que me saludó, Era uno de los presos. Yo no me acordaba de él, pero ahí me contó lo agradecido que estaba de que yo haya ido a la cárcel. Ese día me dijo: “Sabíamos que tú venías y era bueno. Que tú aparecieras era una conexión con el mundo”. Para mí fue todo lo contrario. Yo entraba ala cárcel, hablaba con ellos, les llevaba mensajes de su familia y cuando terminaba, pensaba: “Que puede haber de bueno en esto”, porque esa gente no debería estar la cárcel, nomás. Ese cansancio emocional le pasó la cuenta, dice, y en 1988 postuló a la Universidad de Massashusets para hacer un doctorado en Terapia Familiar. Así, pocas semanas antes del plebiscito partió con un par de maletas, un contacto en Nueva York y mil dólares. Al poco tiempo se le unió su esposa y su hija pequeña, que entonces tenía un año. Dice que al principio fue duro: trabajó de jardinero y de lo que le ofrecieran, hasta que comenzó a ejercer como terapeuta. Cada cierto tiempo venía a Chile a realizar estudios. En esa época buscó empleo acá, pero no tuvo suerte, cuenta, Es muy cerrado el ambiente académico en Chile. En cambio, en Estados Unidos yo me gradué e inmediatamente conseguí trabajo como profesor en FloriDa. Me fui un tiempo, un año y medio, y después conseguí pega en Boston. Me fui atrabajar a la Universidad de Massachusetts como profesor en un programa de Terapia de Familia En 2015 regresó a Chile. Recién se ha= bía separado. —Siempre quise volver y como ya mis hijos estaban en la universidad, era mi oportunidad de empezar de nuevo.
Un —El problema de los datos del covid es que se manejan como si estuviéramos en guerra, como si fuera un secreto de Estado, cuando todos deberíamos tener acceso a ellos. De hecho, las reuniones del comité social deberían ser televisadas, codiscusiones del Congreso. De modo que todos nos enteremos qué está pasando, dar retroalimentación, hacer contribuciones, criticar, evaluar. —¿ Quién debe manejar esos datos, según usted? —Hemos aprendido que los datos debenser investigados por grupos independientes. Eso hacen muchos países en general. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Casa Blanca no tiene nada que ver con cómo se manejan los datos covid. Eso lo hace una agencia en que el personal no se cambia cuando hay un nuevo Presidente. Pueden cambiar de gerente, pero no la estructura. Así se puede evaluar mejor si lo que se está haciendo es acorde con los datos y evidencias que se tienen. Por ejemplo, el tema de la trazabilidad la deberían explicar expertos, no la figura política, El problema es que la pandemia aquí se ha transformado en una manera de hacer protagonismo político. En España la persona que da los anuncios sobre el covid ni siquiera es del Gobierno. Evalúa la manera en que el Gobierno ha gestionado esta crisis? —Hay una parte que tiene que ver con utilizar la pandemia como una manera de absorber la crisis que ya venía. Por el la gran apuesta fue medicalizar la pandemia, hospitalizarla, y la pandemia se hospitalizó con la propuesta que hizo Mañalich (. .). No puedo pensar que Mañalich es malo, ni que Paris es malo, no parto del supuesto de que son terribles diablos. De hecho, Mañalich es un tipo inteligente, pero su formación es claRa: él es un médico especializado en economía de la salud en contexto clínico, en de hospital, es experto en calcular cuántas camas se necesitan a un cierto costo. Eso es lo que él estudió y eso llegó a hacer en la Clínica Las Condes. Lañalich es un tecnócrata igual que Piñera, y ellos decidieron enfrentar esto como una enfermedad y aumentar la estructura hospitalaria. Lo que se hizo fue mover infraestructura hospitalaria que ya existía a camas críticas. Y eso va a tener costos muy altos en pacientes con otras enfermedades, que van a morir no por covid, sino porque no fueron atendidos por culpa del covid,
—¿Estamos listos para salir de la cuarentena en Santiago? —De acuerdo a lo que sé, no. Los meros no acompañan. Además, creo que hay que hacer algunas cosas antes: hay que educar a las personas mucho mejor en el uso de mascarillas y lavado de manos, hay que buscar maneras de ser más confiables y trasparentes, dejémonos de secretosconlos datos (.. . Yo creo que, de verdad, la pandemia no debería ser coordinada desde el segundo piso de La Moneda, debería ser un cogobierno. Plan “Paso a paso" que presentó el ministro Paris le parece un error? —-El plan debe emerger de una gran conversación nacional. Debe articularse no a partir de un grupito. No solo se nos debe informar. Que se les informe a los
Alcaldes me parece ridículo, porque ellos son protagonistas de esto. Falta visión de país en ese desconfinamiento. Cómo queremos hacerlo, qué queremos lograr con ello. Y falta compromiso de cortar la cadena de contagio. Ya sabemos que terespiradores, no es necesario seguir diciéndolo, Lo que falta es hacer un compromiso, La subsecretaria Daza ha prometido por dos meses el plan de trazabilidad, desde fines de mayo, y todavía noestá. En abril también se dijo. No está. La plataforma se ha prometido semana tras semana; entonces, falta más transparencia. No bastan buenas palabras, más calmadas, como las de Paris. —¿ Cuándo cree que vendrá el segundo peak? —No sé, espero que no haya, pero si uno mira la experiencia internacional se debiera esperar otro peak cuando la gente empiece a salir. Podría ser en septiembre, octubre si no hacemos algo, y es difícil saberlo con los datos que tenemos. Perosinose hace bien, sino se disminuye la entre regiones de alto contagio a bajo contagio, y viceversa, veo dificil que no se produzcan brotes. Dice que hay que seguir en cuarentena? —No, la cuarentena y el confinamiento sociales y emocionales altísimos. Nadie duda de eso. Tiene costo de violencia muy fuerte dentro de la familia, costos muy altos para las mujeres además, mucho más alto que para los hombres, costos para los niños. Entonces, lo quesí puedes hacer es mantener el confinamiento por tres o cuatro semanas de verdad, paralizar el país de verdad, hacer cordón sanitario de verdad, no vuela gún avión, no anda ningún bus, y al virus le quitas cualquier posibilidad de existir, salvo a un nivel muy mínimo, un 19%. —Pero ese1% puede volver a contagiarlos a todos. —Países como Vietnam, Nueva Zelanda, Portugal, Uruguay e incluso Paraguay al principio, decidieron cortar la cadena (. ) Sien Santiago hubiera 50 contagiados y trazas bien a esas personas, controlas el contagio. Pero si tienes cientos de miles, no hay por dónde, estás rodeado. No cree que todos nos vayamos a contagiar?
—No, además pensar eso es muy peligroso, porque no conocemos el virus. Puede que te salves, pero no sabes en qué condición física vas a quedar, las consecuencias a largo plazo pueden ser muy grandes, aún no sabemos si hay inmunidad. Se instaló ese discurso de que todos nos vamos a contagiar, del mismo modo que ahora está instalado el discurso de que no podemos controlar esto hasta que se invente la vacuna. Yo siempre le digo a la gente: ¿ todavía tienes sexo? Y resulta que aún no hay vacuna para el VIH. Entonces, de la misma manera que el VIH ya no es una pandemia, este virus también va a seguir viviendo en el mundo, pero lo podemos controlar. —¿ Le reconoce algo al Gobierno en esta crisis? =Sí, pero sus externalidades negativas superan lo bueno de los respiradores. Porque no estamos construyendo un territorio sin contagios, estamos todavía alimentando que tenemos una sobrecapacidad en las UCI, en las UTI, Lo más importante es que los desastres no ocurran. Lo aprendimos con los terremotos, por eso hoy se construyen edificios que no se caen, y tras el tsunami ahora tenemos un sistema de alerta, Eso se llama resiliencia frente a los desastres, Con esto dela pandemia tenemos que pensar de la misma manera, y eso no se resuelve con respiradores. Por supuesto hay que tener, pero la filosofía del respirador cocentral dela estrategia no vaa ayudar a salir de la pandemia, En ese sentido, se necesita una filosofía que es mucho más relacionada con la resiliencia frente a la pandemia, —¿ Qué quedará pendiente después de esta crisis? —Una de las cosas que no se conversa es que hay que pensar en una nueva relación entre la ciencia y la política. La pandemia pone sobre la mesa la idea de qué dicen los expertos y cómo debe ser la relación, Eso no solo aplica a los expert fuera de las mesas, como yo, también a los que están dentro de las mesas de asesores, Hay una suerte de relación muy complicada que debe cambiar y en estos meses hay luces de cómo debe ser esa relación, Ese tema, que es más macro, no los medios y debemos comenzara discutirlo.
“El problema de los datos del covid es que se manejan como si estuviéramos en guerra. Todos deberíamos tener acceso a ellos”.