El agua en Chile
Señor Director: Son muy relevantes los antecedentes destacados por el abogado y exdirector de la DGA, Matías Desmadryl, en su columna sobre los desafíos y mitos del agua en Chile, publicada recientemente en este medio. Se ha repetido una y otra vez que nuestro país es el único en el que el agua es privada, en circunstancias de que —como demostró Desmadryl— nuestro modelo es el mismo con el que cuentan países desarrollados, como Alemania, Suecia, Canadá, EE. UU, Australia, Nueva Zelandia, India, Rusia y Gran Bretaña, entre otros, y que incluso China está tratando de adoptar por los beneficios que genera. Este régimen ha sido clave para propiciar las inversiones en diferentes rubros, entre ellos la agricultura. Desde 1981, cuando entró en vigencia el actual Código de Aguas, nuestra actividad ha transformado este recurso en alimentos, convirtiendo el agua en productos como uva de mesa, cerezas, arándanos, carne, madera y muchos otros, que a su vez han sido importantes fuentes de divisas para nuestro país y de generación de empleos, A mediados de los 80, el PIB silvoagropecuario de Chile era de US$ 1060 millones, el que en 2018 llegó a US$ 8. 300 millones; es decir, se multiplicó casi por siete veces. Asimismo, las exportaciones en
1985 alcanzaban los US$ 150 millones y hoy, llegando a más de 150 países en el mundo, se han multiplicado por 120 veces, logrando un valor de US$ 18.000 millones al año. Este progreso, propiciado —entre otros factores— por el sistema de derechos de aprovechamiento de aguas vigente, ha estado en sintonía con la disponibilidad del recurso y la priorización de este para el consumo humano. Ad portas de una actualización del Código de Aguas, los agricultores agradecemos el valioso contenido de la columna de Desmadryl. Esperemos que quienes han estado liderando el debate se desprendan de ideologías; dejen de demonizar sin fundamentos el actual sistema y evalúen la legislación actual a la luz de la experiencia, para decidir lo que le conviene más a Chile.
RICARDO ARIZTÍA DE CASTRO Presidente Sociedad Nacional de Agricultura