Ignacio Sánchez D.

Rector, P. U. Católica de Chile

La familia, un desafío

uestra institución tuvo el privilegio de acoger al Noveno Congreso de Familia para Todos, con la colaboración de trece instituciones que aportaron con su trabajo, esfuerzo y estímulo para hacer realidad este encuentro. Creemos muy necesario apoyar a los padres —los primeros y principales educadores — en una misión que es permanente y fundamental. La familia está llamada a ser la primera en procurar que las leyes y las instituciones del Estado defiendan positivamente sus derechos, intima y especialmente relacionados con los derechos del niño. En esta responsabilidad educativa, junto a la familia se encuentra la sociedad misma que aporta a través de diferentes proyectos que provienen de agentes públicos y privados. A su vez, el tercer protagonista en la educación es el Estado, el que debe entregar una educación pública de calidad y al alcance de todos. Familia, sociedad y Estado conforman los pilares esenciales en la formación de los niños y jóvenes. La familia — quienes viven y comparten un hogar — tiene un rol central en el proceso educativo; en ella se aprende a compartir, a respetar y a construir los valores que conducen a una convivencia constructiva y pacífica. Y es en ella donde se recibe y cultiva la fe, se aprende la solidaridad entre las generaciones, el respeto, el perdón y la acogida del otro. Este congreso se organizó como una propuesta para fortalecer a la familia chilena desde diferentes perspectivas e intercambios de experiencias personales o académicas, pero centradas especialmente en los niños. Una instancia en la que se compartieron ideas y proposiciones en torno a la realidad de la familia a nivel local, sus posibilidades de construcción y crecimiento; en torno a los hábitos, las amenazas que pueden constituir los nuevos modelos valóricos, el rol e importancia del autocuidado; la formación en valores, la sociabilidad y, en general, la educación de los hijos. Tenemos el desafío de reflexionar acerca del tipo de país que queremos seguir construyendo, y por ello la voz de los padres, profesores, orientadores, diferentes profesionales e investigadores es de gran relevancia. Es importante destacar la noble tarea de promover la alegría del amor a través del cuidado especial que merecen los niños, aquellos que le dan verdadero sentido a la vida familiar.