ESCASEZ DE BAILARINES: la vigencia del síndrome de "Billy Elliot
A propósito del estreno — el 4 de octubre — del co el Teatro Municipal de Las Condes, las principales escuelas compañías de ballet revelan las dificultades para atraer a varones a e esta disciplina artística. Si bien, lentamente aumenta el número de inscritos, aún persisten prejuicios en torno a esta profesión, aprensiones de las familias y, sobre todo, falta de centros formativos de excelencia que sepan potenciar talentos locales.
MAUREEN LENNON ZANINOVIC
ace poco más de un mes el Teatro del Lago se atrevió con una producción propia del ballet “Coppélia”. El público aplaudió de manera entusiasta el montaje de Esdras Hernández, los diseños de Pablo Núñez y el notable desempeño de los estudiantes de Danza de su Escuela de las Artes, en su mayoría femenino. Hernández señalaba a “El Mercurio” —a propósito de esta presentación— que configuró la coreografía en los integrantes de la escuela de Frutillar. “Hay pocos bailarines y por eso, en el primer acto, los varones parten a pelear a la guerra. Había que solucionar esta carencia y en mi versión el pueblo queda vacío de hombres. Solo permanece Franz”. Carmen Gloria Larenas, directora artística del Teatro del Lago, crítica de danza y exintegrante del Ballet de Santiago, comenta a “Artes y Letras” que siempre es un desafío convocar talentos varones. “Existen aún muchos prejuicios y desconocimiento. Es algo bien idiosincrásico, porque es una profesión magnífica. Lamentablemente, aquí la danza es una disciplina que tiene una menor valoración que otras expresiones artísticas”, sostiene. La profesional continúa con su análisis y explica que también hay otros elementos culturales en juego. “Los chilenos somos poco expresivos con el cuerpo, tendemos al recato en nuestras formas de expresión. Comparados con otros países de la región, nos cuesta más incorporar el baile en nuestros espacios de esparcimiento. Y eso, sin duda, constituye una barrera”. Agrega que se debe seguir trabajando en la puesta en valor de esta disciplina, “porque las artes en general son una gran herramienta de promoción social, y en el mundo que viene, las profesiones creativas y artísticas serán valoradas y demandadas en una dimensión nueva y más amplia”. Carolina Munizaga —exintegrante del Ballet de Santiago— tiene una reconocida academia en la calle Lo Fontecilla, con la certificación de la Royal Academy of Dance, y también es maestra preparadora de la tercera gala internacional de ballet de Providencia. Reconoce que cautivar a los hombres sigue siendo un reto. “A mi escuela no llegan. Las familias del sector oriente aún no se atreven a dar el paso y tienen mucho susto de que uno de sus niños se dedique al ballet. Los pocos chicos que hemos tenido son extranjeros”, dice Munizaga. La profesional añade que —fuera de la Escuela del Municipal de Santiago— “en la Región Metropolitana los varones tienen pocas alternativas de calidad para formarse. La gran pena es que esa maravillosa escuela de la calle Moneda no puede acoger a todos. Muchos, por altura u otros factores, no quedan. Algunos me han llamado pidiendo entrar a mi academia, pero como viven en sectores más periféricos los traslados terminan desincentivándolos. Es una realidad que no alcanzan a llegar desde sus colegios hasta Las Condes”. Carolina Munizaga se explaya en la formación y advierte que “esta es una carrera que requiere bastante sacrificio y muchos no están dispuestos a ello. No hay que abandonar la clase diaria de una hora y media. En mi época, cuando no hacíamos la clase, Ivan Nagy se enojaba. Para ser estrella hay que tener una disciplina y fortaleza enormes”. Carmen Gloria Larenas comparte este análisis y agrega que también “todavía hay muchos prejuicios. La ropa que usa un bailarín o el maquillaje que es necesario para subirse a un escenario son malentendidos o encasillados erróneamente como aspectos propios de lo femenino”. El especialista cubano Lester Tomé, profesor de teoría de la danza en el Smith College (Massachusetts), se suma a esta reflexión y añade a “Artes y Letras” que siempre es necesario aclarar que dentro del ballet “hay bailarines heterosexuales, como mismo hay bailarines homosexuales. El estereotipo de que todos los bailarines son gays o afeminados es errado, pero lamentablemente persiste”. El académico considera que el mundo del ballet de los 80 y 90 “era más restringido que la cultura en que vivimos.
Hoy hay adolescentes que son más libres a la hora de desafiar las normas, en muchos casos con apoyo de sus familias”. Lester Tomé concluye que los estereotipos sobre los bailarines varones, aunque siguen siendo relevantes, en la actualidad han pasado a ocupar un segundo plano, especialmente en países como Estados Unidos y el Reino Unido, “donde la comunidad de la danza se ha enfocado más en el tema del racismo, en la creación de programas para acoger a estudiantes y bailarines negros. Otra discusión actual de gran relevancia es la falta de representación de mujeres coreógrafas en el repertorio, donde la gran mayoría son hombres”.
Buscando al talento chileno
Valentín Keller (34), integrante del Ballet Nacional Chileno, explica a “Artes y Letras” que “hoy sigue siendo muy difícil que “un chico, desde muy pequeño genere un vínculo con la danza. Todavía tenemos como meta la universidad. Además, muchos empezamos a estudiar tarde, no como en otros países donde la formación se inicia a los cinco años. Otro elemento que juega en contra es la precariedad económica que supone dedicarse a esta carrera”. A ese panorama se suma que, en nuestro país, varios de los puestos de excelencia —tanto del Ballet de Santiago como en una compañía contemporánea como el Ballet Nacional Chileno— son ocupados por talentos extranjeros, especialmente argentinos, brasileños, paraguayos, franceses y colombianos. La directora artística del Teatro del Lago afirma que eso “simplemente, refleja donde estamos en materia de danza: lejos todavía de otros países latinoamericanos y para qué decir, europeos. Tenemos que avanzar en detección de talentos y ampliar las oportunidades para el desarrollo de los futuros bailarines chilenos. Y como sociedad debemos ir rompiendo mitos y paradigmas gastados y ser capaces de liberar nuestra vocación artística vinculada a la danza que, aunque existe, está dormida, esclava de prejuicios anacrónicos o a la espera de que podamos perfeccionar nuestra herencia cultural”. Renato Peralta, maestro y director de escena del Ballet Nacional Chileno (Banch) —padre del popular dúo de danza urbana Power Peralta— comenta que tuvo el privilegio de estudiar su profesión en la Universidad de Chile. “Nuestra inspiración como intérpretes eran los integrantes del Banch. ¡Ellos fueron nuestros modelos! Pero, lamentablemente, esa instancia formativa se perdió”. El profesional concluye que hoy “las principales compañías de danza en el país tengan un buen número de bailarines extranjeros, nos habla muy mal de la calidad de las escuelas. Arriba del escenario tienen que estar los mejores. Yo, que participo en las audiciones de este cuerpo de baile, debo reconocer que los talentos nacionales no son los mejores. Llegan con mala base”. Sara Nieto, legendaria exbailarina estrella del Ballet de Santiago y quien cuenta con una destacada academia y una compañía propia, también lamenta la falta de varones. “Necesitamos más artistas como César Morales (principal en el Ballet Real de Birmingham) o Rodrigo Guzmán (bailarín estrella de la compañía que dirige Marcia Haydée), es decir chicos con un talento increíble. Yo en mi escuela tengo muy pocos niños, aunque los adolescentes o más mayores se atreven y toman clases. El porcentaje es un 10% varones, en contraposición a un 90% de mujeres”.
Testimonios emocionantes
Todas estas opiniones cobran viPedos trasla te de su madre, descubre que su pasión no esel boxeo, sino la danza clásica. En plena crisis social en 1984, con la huelga de mineros que paralizó la industria del carbón en Reino Unido durante el gobierno de Margaret Thatcher, este chico lucha por desarrollar su pasión por el baile. Rodrigo Guzmán (40), bailarín estrella del Ballet de Santiago, comenta que cuando se estrenó la película de Stephen Daldry, “me identifiqué de manera profunda con la historia”. El artista de Magallanes rememora que en 1997 viajó desde Punta Arenas a la Escuela del Municipal. “Cuando llegué a Santiago éramos muy pocos bailarines varones. De hecho, de ese grupo seguimos solo Agustín Cañulef y Esdras Hernández. Incluso, nos tuvieron que subir de curso porque no podían darnos clases a solo tres chicos. Después nos tomó Ivan Nagy y seguimos formándonos en el Ballet de Santiago. Hoy, afortunadamente, he visto que cada vez hay más hombres en la escuela. Tengo esperanza de quese vienen nuevos talentos locales”. Este multpremiado musical “Billy Elliot” —ha ganado seis Oliver Awards y 10 Premios Tony— llegará al escenario de Las Condes con dirección artística del argentino Eduardo Yedro (ver nota relacionada). Este último, quien se formó en el Teatro Colón de Buenos Aires y actualmente es maestro y coreógrafo del Ballet de Santiago, confiesa que asumir la dirección de la obra ha significado reencontrarse con parte de su propia historia. “Siempre me sentí muy apoyado en mi vocación, pero tuve muchos amigos que —a escondidas de sus padres— tomaban clases de danza. En Argentina hemos tenido varios referentes importantes, como Maximiliano Guerra y Julio Bocca. Sin duda ellos incentivaron el desarrollo de las figuras masculinas”.
JAN 29 DE Aly
RADIOGRAFÍA Los desafíos de la danza masculina en nuestro país
Afiche de la película británica protagonizada por el actor y bailarín Jamie Bell.
HÉCTOR YÁÑEZ
Eduardo Yedro dirige "Billy Elliot”.
AM MARQUEZ
Rodrigo Guzmán es bailarín estrella Ballet de Santiago.
HÉCTOR YÁNEZ
Valentín Keller integra el Banch.
FELIPE VARGAS FIGUEROA
Carolina Munizaga y su academia.
HECTOR YAÑEZ
Renato Peralta, maestro del Banch.
PROGRAMARSE Musical "Billy Elliot” Teatro Municipal de Las Condes Billy Elliot: Facundo Yedro/Dorian Grobet Papá Billy Elliot: Víctor Montero Director Artístico: Eduardo Yedro Director Musical: Patricio Meneses Coach Vocal: Annie Murath Coach Ballet: Ederson De Paiva Fechas: Desde el viernes 4 de octubre (19:30 horas) hasta el domingo 20 de octubre (18:00 horas) Más información de valores y fechas en Tmlascondes. Cl
Debemos ir rompiendo mitos y paradigmas gastados y ser capaces de liberar nuestra vocación por la danza”.
CARMEN GLORIA LARENAS