Escasez hídrica, la experiencia de California al servicio de Chile
California y Chile poseen muchas características en común, incluidos los desastres naturales. Uno de ellos, la escasez hídrica. Actualmente, Chile enfrenta un escenario de severa sequía. Por su parte, Californiarecientemente llegó al final de un período similar. Para ambas regiones, la escasez se proyecta como un problema a largo plazo: ambas tienen climas mediterráneos, por lo que dependen del agua que fluye desde las cadenas montañosas a los embalses para el suministro a hogares, industria y agricultura. Además, el cambio climático causa un aumento en la temperatura, reduce las capas de nieve y la escorrentía es más rápida, lo cual aumenta las posibilidades de inundaciones y sequías. El valle central de California generalmente se ha visto enfrentado a más escasez de agua que Chile. Como resultado, se ha invertido en numerosos proyectos de infraestructura a gran escala. Así, el agua se captura en el norte, con más precipitaciones, y luego se transporta hasta el sur, donde prevalecen la agricultura y las ciudades. Proyectos como esos han requerido de
mucha negociación política. Mientras la región desde la que se obtiene el agua está preocupada de garantizar el suministro para el uso local a largo plazo, el sector que la recibe busca pagar un costo menor por ella. Muchas inversiones y normas de uso de agua han ayudado a California a mantener el equilibrio. Además, debido a la variabilidad de las precipitaciones, se han diseñado instituciones vinculadas al uso del agua para garantizar que esta se asigne de manera eficiente y que las necesidades de alta prioridad se cubran con el menor impacto. Al igual que en Chile, California utiliza derechos de propiedad privada para asignar agua. Sin embargo, su distribución y uso están mediados por un complejo sistema de gestión hídrica. Este involucra a las agencias reguladoras estatales y federales, como a cientos de distritos de riego y municipios. Aunque todavía surgen conflictos con respecto a algunas regulaciones olitigios, el sistema de gestión hídrica de California funciona y, además, se encuentra en constante evolución, lo que le permite adaptarse a la disponibilidad, a la demanda, a las inconsistencias climáticas y a los objetivos sociales. California tuvo éxito en su reciente sequía de más 5 años, en gran parte, porque los gobiernos locales y regionales desarrollaron y administraron portafolios de suministro y exigieron acciones de reducción que hicieron la gestión hídrica más flexible, adaptativa y cooperativa. Estas acciones incluyeron aumentar el suministro mediante la construcción y operación de presas, canales y tuberías, así como la organización de nuevas acciones para su conservación y mejor uso del agua subterránea. No obstante, no todas las políticas de agua de California hantenido éxito. Durante el siglo pasado también hubo fallas que podrían ser útiles compartir con Chile. Involucran represas que destruyeron patrimonios naturales y ecosistemas ambientales, el agotamiento de acuíferos y humedales, el envenenamiento de algunos pozos de agua comunitarios, entre otros. Asimismo, debido a la sequía en California, se detectaron otros problemas vinculados con el suministro de agua potable en áreas rurales, y con problemas de costo y de acceso para los habitantes rurales de escasos recursos. Creemos que es importante poder compartir este conocimiento con Chile y así transferir los aprendizajes y las nuevas tecnologías, especialmente tomando en cuenta que la experiencia del pasado puede ayudar a enfrentar los desafíos futuros en cuanto a la disponibilidad y uso de un recurso, considerando además que Chile y California seguirán participando de los mismos desafios. Compartir información, ciencia y experiencias sin duda puede beneficiar a ambas regiones.
LOVELL JARVIS, DIRECTOR EJECUTIVO UC DAVIS CHILE -
JAY LUND, DIRECTOR CENTER FOR WATERSHED SCIENCES UC DAVIS