Los efectos de la prolongada sequía
Es probable que los habitantes de los centros urbanos no alcancen a dimensionar el impacto de este “terremoto silencioso”.
Ay una persistente sequía en todo el país, que se ha venido repitiendo desde el año 2007, al extremo de que los especialistas señalan que ésta ha sido la década más seca en un siglo, debido a que en todo Chile las precipitaciones desde hace tiempo que no alcanzan los umbrales normales. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, ha dicho que Chile perdió el 20% de las aguas de sus embalses y, paralelamente, la menor existencia de lluvias y nevazones invernales hacen difícil recuperar el nivel del recurso acumulado. “Estamos frente a la temporada más dura de la historia, dado el tamaño de nuestra agricultura y economía”, dijo la autoridad. En noviembre de 2009, los embalses acumulaban 7. 644 millones de metros cúbicos de agua y según la Dirección General de Aguas, ahora el volumen es de 6. 099 millones de metros cúbicos. Entre las represas más afectadas están El Yeso, que almacena el agua que se consume en Santiago (con -64%) y Laguna del Maule (43%). Esta sequía histórica, a la que se sumará de los incendios forestales del presente verano, que ya han consumido 13.500 hectáreas, hacen prever que habrá muchas complicaciones para enfrentar el riego en el agro. De acuerdo con los informes del gobierno, se han perdido 100 mil cabezas de ganado, principalmente caprinos, en las regiones de Atacama y Coquimbo y hay una considerable baja de la población de abejas, lo que afecta la producción apícola. Es probable que los habitantes de los centros urbanos no alcancen a dimensionar el impacto de este “terremoto silencioso”, a menos que vean cómo se estrechan los caudales de los ríos. También ha habido en los últimos años un cambio en el régimen de lluvias, porque cuando caen precipitaciones invernales fuertes, se concentran en muy poco tiempo, por lo que el agua escurre superficialmente y no se infiltra para recargar los acuíferos. El cambio climático es una realidad, y paralelamente, está la creciente necesidad de agua que tienen la agricultura, la industria y las ciudades. Por otra parte, la contaminación de ríos, lagunas y lagos es cada vez mayor, lo que acelera la crisis. Son situaciones que deben llevarnos a enfrentar esta realidad.
El cambio climático es una realidad, y paralelamente, está la creciente necesidad de agua que tienen la agricultura, la industria y las ciudades.