Control de las heladas
Los sistemas más comunes usados para controlar las heladas son del tipo activo, donde el objetivo esreducir los eventuales daños de las temperaturas bajo cero durante la noche, modificando los niveles de temperatura que ocurren durante una helada. Estos sistemas son las hélices de un helicóptero que bajan el aire de las capas superiores -que es más caliente- hacia el suelo -que es más frío-. Un segundo sistema son los calefactores, que pueden ser desde algo tan simple como un tarro con petróleo encendido y que son distribuidos en los huertos, mientras que un tercer sistema apunta a los sistemas de riego o aspersión de agua que mantienen la temperatura a O grados. “Hay métodos que no sirven, como el uso del humo para que los rayos solares no peguen inmediatamente en la mañana a los cultivos, tampoco las neblinas artificiales, pero sí se pueden ocupar los invernaderos para los huertos chicos”, comenta Philippo Pszczolkowski, director de la Escuela de Agronomía de la Universidad Mayor. Recientemente se ha desarrollado en Chile la Red Agroclimática Nacional (RAN), que es un sistema de alerta temprana para las heladas. “Este proyecto es ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA, Vinos de Chile, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF) y está cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura”, explica Marco Mora, profesional extensionista del Centro de Extensión Hortícola Cultiva de la Universidad de Chile. Con respecto al uso del recurso hídrico en zonas afectadas por las sequías, el encargado de la Red Agrometeorológica del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Rodrigo Bravo, comenta: “Las ventajas de los usos de los sistemas están dadas en función de la rentabilidad del cultivo y de la frecuencia de las heladas. En algunos casos el costo de inversión no justifica su utilización, pero en otros la rentabilidad está en niveles que justifican su uso”.