Sequías y escasez de agua
El reparto de agua en camiones aljibe obliga a millonarios desembolsos pero no aporta a soluciones reales en los campos.
As fuertes sequías que se viven en La Araucanía y otras regiones del país ya no obedecen a fenómenos cíclicos sino a un cambio climatológico permanente que se reitera año tras año y para lo cual es imprescindible buscar soluciones nuevas y radicales, las que, por cierto, implican altos costos. Los pozos existentes hasta hoy entregan escasa respuesta, nula al avanzar la época estival. Se necesita profundizarlos a niveles cuyo costo es inalcanzable para el campesinado. En materia de acumulación de agua, ya sea en megatranques, en iniciativas intraprediales o en emprendimentos familiares la deuda es gigantesca. ¿A que ha llevado la falta de agua tanto para consumo humano como animal o riego de huertas y cultivos? La respuesta es conocida: decenas y decenas de camiones aljibe recorren la mayoría de las comunas de La Araucanía repartiendo agua para cubrir las necesidades mínimas de las familias campesinas. Los gobiernos pasan uno tras otro y los grandes tranques que necesita La Araucanía siguen en el papel; los medianos y los pequeños, igual cosa. Ha habido algunos esfuerzos, pero absolutamente insuficientes. Hoy existen tecnologías probadas, como aprovechar el agua que escurre de los techos, guardándola para tiempos difíciles, en muchos casos con baja inversión, sin embargo, no hay muchos emprendimientos en ese sentido. No hay políticas oficiales imaginativas ni apoyo para las mismas en el sector de la agricultura vulnerable. Continuar gastando ingentes sumas de dinero sin aportar a soluciones de fondo no es inteligente ni sustentable. Se requiere una decisión política de mediano y largo plazo para ir reemplazando estas medidas de parche que se reiteran año tras año. Un país al que se pretende motejar de agrícola no puede producir en estas condiciones, menos aún aportar al mundo exportador.
Hoy existen tecnologías probadas, como aprovechar el agua que escurre de los techos, guardándola para tiempos difíciles.