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Médicos inmunólogos y químicos farmacéuticos los identifican
"Una persona que tiene tendencia a sufrir un shock anafiláctico basta que consuma un producto que contenga trazas de una sustancia para que desarrolle esta reacción”, dice el inmunólogo Pedro Mardones.
TERESA VERA/MELISSA FORNO
Hasta comerse una hoja de lechuga puede causar un shock anafiláctico, pero es tan excepcional como el de Alejandra Ibáñez por acariciar a un conejo y que fue llevada de urgencia por un chofer de Uber hasta la clínica donde le salvaron la vida. Pero antes que todo, para que una persona llegue a tener un shock anafiláctico debe ser alérgico. Un hombre, una mujer o un niño sin alergia pueden comer un alimento, inocularse un medicamento o ser picado por un bicho y no sufrir, siquiera, un cosquilleo. Es importante este punto para no alarmarse. Y por lo demás, el shock anafiláctico es poco frecuente entre alérgicos. Se trata, probablemente, de la crisis más grave de alergia que puede pasar y consiste en que la reacción inmune del cuerpo hace que uno se enronche completo y la vía aérea se inflame tanto, que no se puede ni respirar. Pedro Mardones, inmunólogo del Centro del Alérgico, explica que el shock anafiláctico abarca desde en un cuadro alérgico a picaduras de himenópteros, a ciertos alimentos y a fármacos. "Generalmente, una persona que tiene tendencia a sufrir un shock anafiláctico basta que consuma un producto que contenga trazas de una sustancia para que desarrolle esta reacción. Sin embargo, no se puede especificar una cantidad determinada”, agrega Mardones.
Lechuga y la Plaa3
Mardones, director médico del mencionado establecimiento, detalla que mediante la aplicación del test Faber (diagnóstico molecular que permite aumenta la especificidad para detectar alergias, que utiliza 122 moléculas y 122 extractos alergénicos) “descubrimos que hay una molécula en el plátano oriental, la Plaa3 que también está en la lechuga. La persona con rinitis alérgica por el plátano oriental tiene anticuerpos contra esa molécula y de repente come lechuga y le viene la severa crisis. Pero este shock solo le ocurre durante la polinización, no en otra época del año”, comenta. En este establecimiento han tenido tres casos de shock anafiláctico por consumo de este vegetal.
Camarones y proteínas varias Los camarones tienen varias proteínas causantes de las reacciones alérgicas. Según el sitio web Global Healing Center (https://bit.ly/2Apbcyl) están la tropomiosina, la arginina quinasa, la miosina de cadena ligera de quinasa y la proteína sarcoplásmica que se une al calcio. “Un alimento es una mezcla de proteínas y entre estas hay algunas que son más o menos alergénicas”, precisa Mardones. En Chile no hay buen catastro sobre el tema, pero la prevalencia del shock alérgico se estima en 0, 1% de la población, tanto severo como discreto, ambos son
graves, añade.
Almendra y la molécula Betvl "Tengo una paciente en Coyhaique alérgica a la molécula Betvl del abedul. Esta molécula se digiere y los jugos gástricos la hacen pebre y no pasa nada. Pero esta paciente comió almendras y tuvo un shock anafiláctico porque esta molécula también se encuentra en manzanas, ciruelas y almendras. Pero en ella se suma que tenía una manga gástrica".
Abeja y su veneno apitoxina Las proteínas del veneno son las responsables de la alergia. El inmunólogo Mardones precisa que, para que se produzca el shock alérgico, debe existir compromiso de dos órganos: por ejemplo piel y pulmón. Daniela San Martín, química farmacéutica de la Universidad de Chile específica que las abejas obreras secretan un veneno denominado apitoxina responsable de la reacción alérgica.
Leche y caseína La leche es el primer alimento que se ingiere y la alergia suele superarse en la primera etapa de la infancia, dice la doctora María Antonieta Guzmán, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Según la especialista "mientras mayores el consumo de un alimento se incrementa la posibilidad de desarrollar alergia a éste". Además, también incide el factor genético, ya que hijos de padres alérgicos tienen una mayor tendencia a desarrollar reacciones adversas a ciertos productos. Para Marcela Zamorano, química farmacéutica, magíster en alimentos y académica de la Universidad de Santiago, en general, la alergia a la leche de vaca se debe a la proteína denominada caseína.
Huevo y su ovomucoide Zamorano alude al Reglamento Sanitario de los Alimentos que define la lista de alergenos que deben rotularse. "Las responsables de la alergia al huevo son las proteínas ovoalbúmina y ovomucoide presentes en la clara del huevo".
Maní y Ara hl y Ara h2 ¿Se acuerda que Howard, uno de los protagonistas de The Big Bang Theory? Él era alérgico al maní. En un capítulo, para ayudar a que se mantuviera una fiesta sorpresa en honor a uno de sus compañeros Howard se inmola y se come un paquete de 'peanuts' en la sala de emergencias de un hospital. Minutos después, el personaje aparece hinchado y sin poder respirar: un shock anafiláctico en todo orden.
Según Zamorano, en el texto Detecting Alergens in food, editado por Stef J. Koppelman y Sue L. Hefle, en 2006, el maní contiene muchas proteínas que pueden ser responsables de una reacción alérgica.
Entre ellas, la Ara hl y Ara h2. Mardones comenta que en Estados Unidos se prohibe su consumo en los aviones, ya que tiene la capacidad de generar una respuesta inmunológica que produce una inflamación generalizada. Guzmán aclara que los norteamericanos lideran la lista de alergias a esta legumbre debido a su ingesta en diferentes formatos, como la famosa mantequilla de maní.
Penicilina y sus moléculas "Los medicamentos más comunes que generan alergia son los antibióticos y los antiinflamatorios, ya que son los más usados por la población", cuenta la inmunóloga Guzmán. Sobre este punto, Miguel Ángel Morales, médico farmacólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, precisa que la exposición continua o intermitente a los antibióticos desencadena, en algunos casos, una reacción de hipersensibilidad, debido a que la estructura química de este fármaco es muy compleja: al ser macromoléculas son reconocidas por el sistema inmunológico y despiertan respuestas en el organismo y en caso extremo puede ser un shock anafiláctico.
"Por ejemplo, la penicilina (antibióticos utilizados profusamente en el tratamiento de infecciones provocadas por bacterias sensibles) puede generar un shock anafiláctico; a diferencia de los antiinflamatorios, que usualmente inducen a alteraciones cutáneas, trastornos cardiovasculares, problemas respiratorios -rinitis o asma bronquial, entre otras- o urticarias, como una reacción del sistema inmunológico o una respuesta de los tejidos cutáneos".
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