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Contando cada viernes desde el estallido social:
Expertos analizan los efectos de los carros lanza agua/gases, barricadas y protestas.
An transcurrido 126 días desde que comenzó el estallido social y la presencia de barricadas, carros lanza agua y gases, son recurrentes en algunos sectores una vez llegada la tarde. La crisis desencadenó diversas consecuencias emocionales, físicas e institucionales, pero ¿ qué sucede con los efectos en el medio ambiente? En el 2012, Carabineros realizó la compra de al menos 10 carros modelo RWD Rosenbauer 6100 —LA-11—, los que tienen la capacidad de almacenar 6.500 litros de agua.
Según las Instrucciones de Operaciones de los Carros Lanza Agua (2015), el vehículo lanza 600 litros de líquido por minuto. La Tercera publicó, el 22 de enero, que de los 12 vehículos lanzagua con los que cuenta Carabineros, “solo cuatro pueden salir a controlar eventos”. A partir del estallido social, han sido 18 los viernes de manifestaciones, y con la presencia de aquellos cuatro carros en tres horas de funcionamiento por protesta —sin contar el resto de días con manifestaciones—, se han gastado 7.776.000 litros de agua. Basado en que se consumen 170 litros al día por casa en Chile —según la Superintendencia de Servicios Sanitarios— lo que han gastado los carros equivale a suministrar diez días de agua a todos los hogares (4.446 según el Censo) de la comuna de Petorca, una de las más afectadas por la sequía. Rodrigo Mondaca, ingeniero agrónomo y activista por los derechos del agua (Modatima) responde: “La situación es dantesca, considerando que acaban de hacer anuncios desde el Gobierno donde se plantea la necesidad de reutilizar el agua y usarla de forma estacional”. La Segunda consultó a Carabineros sobre estas cifras, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición. Partículas en el aire Con respecto al carro lanzagases, el vehículo táctico de reacción, como es llamado por Carabineros, expulsa el componente Clorobenzilideno Malononitrilo (CS). El gas está aprobado por la normativa internacional para su utilización, pero en diversos países se encuentra prohibido.
Estudios de salud indican que suinhalación en grandes cantidades puede causar disfunciones reactivas de las vías respiratorias y edemas pulmonares que conducen a la muerte. Según la Normativa Uso de Gases Lacrimógenos (2019), “de acuerdo a la actitud de la manifestación, se hará el uso gradual de los gases, con el fin de conseguir el objetivo visual y psicológico definido”. Es decir, no sobreexponer el químico en el lugar.
Las partículas del polvo proveniente del gas lacrimógeno quedan suspendidas en el aire por cinco días, sin contar aquellas que reposan en el suelo y son levantadas ante el movimiento peatonal o vehicular.
En consulta con la Superintendencia de Medio Ambiente, indican que diversas Cortes de Apelaciones les han solicitado informes sobre cómo inciden los gases en el aumento en la huella de carbono y en las personas.
“Estamos en proceso de recopilación de todos los antecedentes que permitan dilucidar el impacto de dichas sustancias”. El problema de las barricadas Por otro lado, las barricadas que hacen los manifestantes también expiran agentes tóxicos.
Son preparadas con material combustible como neumáticos, plástico, madera y basureros, que generan diversos compuestos que, sumados a la contaminación de Santiago, aumentan la huella de carbono.
Mismo es el caso con la quema de inmuebles, que producen la liberación de más agentes tóxicos.
Sin embargo, desde la División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente, indican que las barricadas “no se traducen en un aumento significativo de los niveles de contaminación en las zonas más afectadas.
El escenario sería diferente si estos eventos se registraran en períodos de mala ventilación, por ejemplo de mayo a agosto”. Otro problema es basura generada por los manifestantes.
Según la Municipalidad de Santiago, solo en la Zona Cero se han retirado 639 toneladas de basura desde el 18 de octubre. Casi 100 toneladas más del total producido por persona en toda la comuna (1,42 kilos basados en los Indicadores de Sustentabilidad Urbana del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable). Los días más críticos son los sábados, ya que “amanece todo el sector con piedras, escombros, barricadas y basura”.
Estrés en personas...y aves En Plaza Italia — renombrada Plaza de la Dignidad — el exceso de ruido genera contaminación acústica.
Jorge Cárdenas, director del Instituto de Acústica de la U.
Austral, cuenta: “Existen elevados niveles de ruido en el entorno inmediato.
Provocan molestia en los vecinos y así impactan el medio ambiente.
Produce estrés, afecta el sueño, altera el ritmo cardíaco, entre otros efectos nocivos para la salud. Además, las viviendas no tienen el adecuado aislamiento acústico para reducir la inmisión de esos ruidos”. En cuanto a la fauna, Juan Carlos Torres-Mura, vicepresidente de la Unión de Ornitólogos de Chile, explica que las aves de la zona como los chincoles, gorriones y peucos, “cuando sienten ruidos extraños, se arrancan.
Les produce estrés que se mide en su fisiología al tener una tasa cardíaca acelerada, al igual que el ritmo de respiración.
Cualquier animal expuesto a estrés prolongado afecta su vida; no se va a reproducir o su vida se acorta, debido a la cronicidad de la alteración y aumento de sus latidos”.
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