Gestión del agua
Uesta comprender que una zona excedentaria en disponibilidad de agua como la Región de Ñuble exhiba un incremento tan alarmante en el número de familias que se deben través de camiones aljibe, y es que éste es quizás uno delos mejores ejemplos delas consecuencias de la falta de planificación, de la escasez de conocimiento y del exceso de burocracia estatal. La prolongada sequía que se extiende por casi una década y que ha afectado principalmente a las familias de zonas rurales con menos recursos que tradicionalmente se abastecen a través de pozos, deja al desnudo la lentitud del aparato público en materia de adaptación al cambio climático, pero fundamentalmente la gran tarea pendiente es la gestión del recurso hídrico. De hecho, existe coincidencia entre expertos locales en que la ausencia de un plan integrado de manejo de cuencas ha impedido avanzar en la búsqueda de soluciones definitivas e integrales, dando paso a soluciones “parche”, donde lamentablemente, la preocupación de los políticos ha estado más focalizada en la discusión de una reforma al Código de Aguas que paradojalmente sigue donde mismo empezó hace 5 años y no contribuye a contar con más agua. La gestión del agua es quizás uno de los mayores desafios de una región que aspira a ser potencia agroalimentaria, pero también es una herramienta clave para asegurar el derecho al agua potable y al saneamiento en una región con altas tasas de ruralidad. Por ello, es importante que las autoridades compren dan que la inversión en materia de acceso es probablemente una de las formas más eficientes de reducir las inequidades en el territorio.