Migración y cambio climático
“No tan sólo hay migraciones de un país hacia otro, sino que también al interior de un país. En 2018, el Banco Mundial publicó el informe “Groundswell: Prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos”, donde se estima que para 2050, el número de migrantes dentro de los países de América Latina por consecuencia del cambio climático puede llegar a 17 millones de personas”
N día de abril de 2006, yo llegaba por primera vez a Chile con el objetivo de radicarme en el país. Los motivos porque dejaba Brasil eran muchos, así como mis ganas de aprender y aportar al desarrollo de Chile. Con esta decisión pase a serinmigrante, lo que implicó algunos cambios en mi vida, como el idioma, costumbres locales, estar lejos de mi familia, comidas y algunas cosas más. Según datos de Naciones Unidas, hoy sumamos 258 millones de personas que vivimos en países distintos al de nuestro nacimiento. De todas formas, me considero una persona con suerte porque fui muy bien recibida en Santiago y Punta Arenas, las dos ciudades donde se me ha permitido vivir hasta el momento. Y también porque yo decidí migrar de mi país, no fue una condición de sobrevivencia, lo que cada vez es más común en nuestra sociedad como consecuencia del cambio del clima que estamos viviendo. Como venimos escuchando hace un tiempo, el aumento de la temperatura hará que sean más frecuentes los eventos de sequías, inundaciones, la elevación del nivel del mar, pérdida de fertilidad del suelo, disminución de la
disponibilidad de agua potable, epidemias, entre otros. Situaciones que pueden condicionar la sobrevivencia de las personas, obligándolas a buscar otro territorio para vivir. No tan sólo hay migraciones de un país hacia otro, sino que también al interior de un país, los motivos y los desafíos pueden ser los mismos. En 2018, el Banco Mundial publicó el informe “Groundswell: Prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos”, donde se estima que para 2050, el número de migrantes dentro de los países de América Latina por consecuencia del cambio climático puede llegar a 17 millones de personas. Para hacernos una idea de la dimensión de este número, es como si toda la población de Chile tuviera que migrar, lo que muestra que la problemática no es
menor. Desde de la década del la comunidad internacional viene intentando comprender la compleja relación entre cambio climático, medio ambiente y migración humana. Poniendo especial atención en cómo los cambios en el ambiente por la alteración del clima pueden afectar las condiciones de vida de las poblaciones, principalmente de las más vulnerables. A fines de 2018 se realizó en Marruecos una Conferencia Internacional para la formalización del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular. Entre otros, el Pacto busca aminorar los riesgos y las vulnerabilidades a las que se enfrentan los migrantes en las diferentes etapas de la migración, respetando, protegiendo y cumpliendo sus derechos humanos.
El documento “Groundswell” del Banco Mundial propone que los países practiquen 3 acciones: 1) disminuyan sus emisiones de gases efecto invernadero en el corto plazo; 2) incorporen dentro de su planificación para el desarrollo las migraciones por el cambio climático; 3) realicen inversiones para entender mejor las migraciones internas como consecuencia del cambio climático. Así, entender la migración y al mismo tiempo incluirla en la planificación de los tres niveles de gobierno (local, regional y nacional) a corto, mediano y largo plazo es esencial para que el proceso migratorio por motivos climáticos se realice de forma organizada, y con condiciones dignas para las personas que están obligadas a dejar sus territorios por cuestiones de sobrevivencia. En el caso de Chile nos cabe hacer algunas preguntas sobre esta problemática: ¿ viviremos un éxodo de personas que habitan las regiones más afectadas por la mega sequía a otras regiones? ¿ Estamos preparados como país para enfrentar estas migraciones internas? Es momento de empezar a discutir y planificar estos procesos migratorios, ya que ponen a prueba las capacidades de respuesta de los gobiernos y Estados.
Dra. Cristiane Carvalho Investigadora Centro Regional Fundación Cequa