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Una de las especies chilenas, la Corynura chloris, se alimenta en las flores de arándanos.
Investigador explica que la especie agresiva fue introducida por europeos
Este tipo de insecto nativo es pacífico porque no debe defender a su colonia, a diferencia de la extranjera Apis mellifera.
MELISSA FORNO
as abejas nativas desarrollan varios roles, dentro de los más importan- tes son formar frutos y polinizar. Además, la mayoría de las plantas que cuentan con flores, requieren ser visitadas por estos insectos que son fundamentales para mantener la biodiversidad. En general, la más conocida es la Apis mellifera (abeja de miel), la típica que uno conoce como abeja doméstica. Rresponde solo a una especie que no es nativa porque fue introducida en Chile hace muchos años (en 1850, aproximadamente). Es ampliamente comercializada especialmente por su producción de miel y por su manejo de colmenas para polinizar grandes extensiones de cultivos”, cuenta Luisa Ruz, entomóloga y conservadora de la Colección de Abejas de la Universidad Católica de Valparaíso. Añade que un alto porcentaje de las abejas nativas resultan ser endémicas por encontrarse distribuidas geográficamente en áreas específicas y únicas del país. “Las especies chilenas corresponden
en la actualidad a 436, sin embargo, la estimación podría ser bastante mayor, pues muchas de ellas permanecen aún sin ser descritas, ni publicadas”, agrega.
Chilenas pacíficas y democráticas Dentro de las diferencias que existen entre las abejas que producen miel y las nativas, es que las segundas no son agresivas. “Ninguna abeja nativa pica porque no son sociales. Es decir, no tienen que defender a una reina y a una colonia como la Apis mellifera”, dice Víctor Hugo Monzón, entomólogo, director del Laboratorio de Ecología y Abejas de la Universidad Católica del Maule. Además, las nativas no tienen roles definidos, tal como se conocen: una abeja reina, que pone los huevos; una nodriza, que cuida las crías; y otra obrera que sale a buscar el polen, explica Monzón, que junto con un equipo de científicos desarrolló la aplicación Guía
Interactiva de Abejas Nativas de Chile, con apoyo de Explora CONICYT, y que se puede descargar en forma gratuita para Google Play. “Las nativas son más democráticas, ya que todos los roles que la abeja de miel tiene diferenciados por castas los realiza cada especie nativa”, destaca. Entre la región de Coquimbo y la Araucanía existe una gran cantidad de abejas por la abundancia de flora endémica. "Si hay flora que sólo se da en la región del Maule es porque tenemos un polinizador exclusivo de esta zona y, por lo tanto, hay que cuidarlo”, dice el científico. Fundamental para paltos y arándanos Para Monzón, dentro de la inmensidad del mundo de las abejas nativas, destaca la Colletes seminitidus. "Se caracteriza por salir a volar muy temprano, en agosto, cuando las temperaturas todavía son bajas y, por lo tanto, poliniza la flora temprana. Finaliza su trabajo
entre febrero y marzo. La hemos encontrada asociada a paltos, cerezos, arándanos, entre otros cultivos. Además, realiza sus nidos en suelo. Otras, lo hacen en los arboles”. El científico además destaca la Corynura chloris, especie muy pequeña, de color verde metalizado y fundamental para los arándanos y paltos. Necesariamente para que se produzcan frutas debe haber transporte de polen de una flor a otra entre distintos árboles y flores, es decir, polinización. Sería imposible que ocurriera este proceso si no existiera un agente que transportara ese polen: el viento, el agua, los animales o insectos. “En los paltos y los arándanos los principales agentes encargados son distintos tipos de abejas”, cuenta Gabriel Núñez, ingeniero agrónomo y profesor UC. Las productoras de miel se utilizan porque están domesticadas y se pueden trasladar desde diversos puntos. “En cambio, las nativas dependen absolutamente del medio ambiente y se encuentran bajo presión porque están muriendo. Porlo tanto, alos paltos, por ejemplo, se les está quitando una fuente natural de polinización”, advierte Núñez.
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