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María Luz Marín, enóloga

La chilena más influyente en el mundo de los vinos

Fundadora de “Me encantaba el Casa Marín en Lo entorno de campo y playa con esa brisa Abarca, luchó marina. Así fui contra viento y notando que había marea para algo especial en las levantar una de lechugas costinas, 2 que han hecho las famoso a este en pueblo por su blancos, en una tamaño, grandes y zona seca donde crujientes. Sólo se nadie creía que daban aquí, lo mismo que los algo podía crecer. Aliada con la naturaleza, es hoy autoridad internacional en el fascinante planeta de los

mostos.


Fernanda García

n cada rincón de la caso- E na hay un recuerdo con el que María Luz Marín va tejiendo la historia de su vi- da y la de su emprendimiento enológico con el que llegó a una posición de relevancia internacional. En pleno invierno, con las viñas de su parcela en Lo Abarca esperando a entrar en un nuevo proceso de producción, va reconstruyendo los pasos que la llevaron a estar entre las 10 mujeres más influyentes del planeta en la industria vitivinícola, según Drinking Business. “Ha sido la culminación de 20 años de esfuerzo, trabajo e ilusión. De mucho andar queriendo tener una meta más clara”, dice al lado de la chimenea la dueña de Casa Marín en un salón grandísimo hecho de piedra, rústico y acogedor. Antes de que ella lo adquiriera era sólo una bodega oscura que más conspicuos arquitectos quisieron echar abajo. Nose los permitió y a medida que pasó el tiempo fue haciendo el hotel y el restaurante

donde recibe a turistas y visitantes que van a conocer sus 50 hectáreas de viña, situadas en un debido alas características climáticas, donde nadie -solo María Luz-pensó que podrían surgir exquisitos vinos tipo Premium, tanto blancos comotintos, todos de cepas de temperaturas bajas. Pinot Noir, Syrah, Sauvignon Blanc, Riesling, Gewúrtztraminer y Sauvignon Gris han dado la vuelta al mundo incrementando la buena fama delos vinos chilenos y, también situando a la pequeña localidad de Lo Abarca en el mapa vitivinícola internacional.

DENOMINACIÓN DE ORIGEN A pesar de los distintos galardones que ha recibido María Luz el más importante para Denominación de Origen (DO) que recibió el pasado 18 de abril, después de 10 años de permanente insistencia y sólidos argumentos. “Desde que comencé con el proyecto siempre sostuve que este lugar era único, un verdadero descubrimiento, sabía que iba a dar que hablar, que sería muy conocido y para

siempre. De todos los premios y reconocimientos que he recibido, este -la DO- es el que más me llena de orgullo y alegría porque no es sólo para mí, mi familia, también para el pueblo, su entorno y su comunidad”, remarca. El vínculo con Lo Abarca, localidad de no más de 600 habitantes, lo guarda desde pequeña, a sus 10 años cuando Osvaldo Marín, su padre, compró un terreno. No había agua pero ella se enamoró del lugar distante a 4 kilómetros


Del mar y donde daba rienda suelta a su pasión por los caballos. De hecho fue una de las jinetes en varias de las fiestas de Cuasimodo, en Semana Santa. “Con la DO hay una bución a este lugar que quiero mucho, también es un aporte al vino chileno. Nuestro país diversidad de terruños y localidades que este es un grano de arena más”, complementa. PURA PASIÓN -¿ Cuál fue la clave para insistir en hacer un en un lugar en el que nadie lo creía posible? -Hay que soñar y apostar por lo que quieres. Hacerlo con pasión porque si no es así, imposible. Aquí las platas, la parte económica se pone de lado. Es cierto quees un negocio pero a larguísimo plazo, de generación en generación; eso hay que entenderlo y tener paciencia. Entonces nuevamente entran las ganas y el amor que sientes por lo que estás haciendo.

La convicciónde que aquí podría haber un viñedo exitoso? “Yo venía aquí invierno y vera-

no. A la playa con mis amigas, me encantaba el entorno de campo y playa con esa brisa marina. Así fui notando que había algo especial en las lechugas costinas, que han hecho famoso a este pueblo por su tamaño, grandes y crujientes. Sólo se daban aquí, lo mismo que los tomates. Después estudié, soy ingeniero agrónomo, y me especialicé en enología, también por mi padre que le encantaba el vino. Empecéa trabajar para empresas grandes, viajé mucho y me di cuenta en otros países de que la uva es muy noble. La vid se da en sectores con mucha temperatura, con frío con nieve. Es cosa de adaptar la variedad a esas condiciones. Me picó el bichito de tener mi propio vino, pero no tenía el dinero suficiente y nadie seatrevía a financiarme, porque habiendo otros lugares donde se daban muy buenos vinos pensaban que no valía la pena arriesgar una inversión aquí.

-¿ Cómo lo hizoentonces? -Me costó llegar a la decisión de hacerlo sola, siempre pensan Lo Abarca. Primero em-


Pecé a buscar agua hasta que la encontré en una parcela. Fue difícil porque hay que hacer unos pozos subterráneos carísimos, y como yo no tenía plata confié en un hombre que la buscaba con una varillita, en una forma muy artesanal, era divertido. No hice ningún estudio de factibilidad, no existían datos climáticos, ni de suelo. Lo hice todo a la antigua como los agricultores de antes, por intuición. Aposté aquí por lo que había visto y vivido.

-¿ Desde cuándo que estaba postulando a -Desde que empezamos con una calidad diferente, única. Eso me dio más fuerza e hizo que con la consistencia de los primeros años, no haciendo nada especial -eso es importante- sólo permitiendo que la naturaleza actuara, entendiéndola, dejándola demostrarse sin forzar nada, me di cuenta de que sí era posible y que realmente había algo especial. Por eso decidí luchar y buscar cómo obtener la DO. Me encontré con una serie de barreras, de partida Lo Abarca tenía que ser comuna y no lo es, además éramos la única Viña en este sector y es difícil que te apruebensino hay y como aquí había poca agua nadie se quiso arriesgar a venir. Lo otro es que pedían que a lo menos fueran 300 hectáreas y nosotros teníamos 40 a 45 nada más. Pero me dijeron que lo a estudiar y así pasaron 12 años. Finalmente nos la dieron por nuestra calidad, estábamos en la vitrina mundial y se dieron cuenta de que valía la pena.

-¿ Privilegió los vinos blancos por el terroiro por gusto? -No es que yo haya dicho me voy a dedicar a los blancos. Lo que pasa es que contraté a una especialista en cepajes de California, una mujer que sabía mucho de terroir y variedades. El campo estaba lleno de eucaliptos y ella me recomendaba según el tipo de suelo y orientación. Los blancosse adaptan mejor a los climas fríos, la cuestión era qué variedades eran mejores. Y bueno, se dieron muy bien porque aquí los tintos no maduran. Sólo tenemos Pinot Noir y Syrah.

DETINTOS A BLANCOS -¿ Cuáles son los blancos que hoy prefiere y han hecho famosaa Casa Marín? -Lo curioso es que a me gustaban los blancos. Sin embargo, cuando empecé a tomar mis propios vinos viré y ahora me cuesta tomar un tinto excepto que sea muy bueno. Además, el vino blanco si es bueno, lo puedes tomar con osin comida y disfrutarlo en cualquier momento; el tinto por lo general hay que tomarlo con alguna comida. Entonces me acostumbré aun buen Sauvignon Blanc.. . un buen Riesling me fascina. Pero quiero insistir en que no es que hagamos algo especial. Essaber entender el terroir que tenemos, aceptarlo y conocer bien las parras que han nacido y vivido aquí. Son sacrificadas, dan poco rendimiento porque por las temperaturas tan frías, siempre están estresadas con vientos fuertes y suelos bien pobres.

-¿ Cómo lo hace con la escasez de agua? -Nunca hemos tenido un protocolo de riego. Hacemos calicatas -hoyos para ver las raíces- y si vemos que están todavía muy en la superficie ahí les damos agua suficiente porque la idea es que la raíces crezcan y ellas encuentren su propia humedad bien abajo. Les damos lo justo y necesario desde que son pequeñas para que crezcan saludablemente. De esa forma la planta se va adaptando cada vez a menos agua. Así se pone vigorosa y grande con lo que necesita, ni más ni menos. Al final todo se traduce en un equilibrio entre la raíz y la parte aérea, está armónico vas a tener una planta feliz que da una buena calidad de uva. Quizás es más caro o más lento porque tenemos que estar viendo le agregamos más o menos agua. Estamos conscientes de que tenemos que cuidar el recurso y siempre nos hemos preocupado deeso. La naturaleza nos ha ido enseñando y uno va aprendiendo en la medida que el tiempo va pasando.

EMPRESA FAMILIAR Casa Marín es de María Luz, ella la fundó e integró a sus hijos, Felipe y Nicolás a trabajar con ella. “La empecé siempre con la idea de hacer esto a largo plazo. Felipe es enólogo y Nicolás ve la parte logística operacional. Él ahora está a cargo del etnoturismo”.

-¿ Ése es el paso siguiente? -Sí claro, después de observar mucho, en California por ejemplo, noté que todas las viñas de mi tamaño, el 100%, o las medianas, venden sus productos in situ, tanto a los turistas nacionales como extranjeros. Es muy agradable porque así conocen la historia de la viña, de

la familia, los productos y es más rentable que exportar o estar constantemente viajando. Tenemos un par de casitas como -Bed « Breakfast- y un hotel que tengo hace más de una década. Todos estos años hemos apostado al restaurante, a ampliar y llegó el momento de fortalecer el etnoturismo que viene con fuerza en Chile, de hecho el próximo año es el Congreso Mundial. Además, estamos al lado del puerto de San Antonio, parece que vamos a tener el Mega Puerto y se supone que va a haber un mayor desarrollo. Ya tenemos la DO, entonces creemos que es el momento porque se nos están dando todas las condiciones.

-¿ Qué desafios le significa estar entre las 10 mujeres del planeta más influyentes en el mundo de los vinos? Es chilena y sólo dos sudamericanas, usted y una enóloga argentina. -Eso habla de que el mundo enológico me conoce y de que lo estoy haciendo bien. Tengo peso y eso hace que la gente crea en ti. Ojalá que ayude a vender vino chileno, porque en el fondo, estamos todos en el mismo barco.

-¿ Cuánto tiempo le dedica al campo en su rutina diaria? Vivo en Santiago, pero viajo todas las semanas, dos a tres dí-

as. Cuando empieza la temporada alta, de octubre a abril, vengo más, a veces me quedo toda la semana. Pero en época de vendimia me quedo 100%, marzo y abril. Voy a Santiago a veces, a tomar un poco de smog.

-¿ En un campo tan competitivo como es el vino, realmente Chile está bien posicionado a nivel mundial o es menos de lo que creemos?-Somos un gran aporte a esta industria en el mundo, pero lo que pasa es que afuera consideran todavía que tenemos buen vino pero de bajo precio, entonces nos ha costado a los productores salir y decir: oye este vino es tan bueno como el mejor blanco de Francia o de Nueva Zelanda, aunque tengamos precios inferiores. Cuando empezamos a exportar, hace unos 25 años, el vino era bueno pero barato y eso quedó instalado. Es como lo que pasa con lo Made in China, está esa etiqueta de que, como es económico, quizás no es muy bueno. A ellos también les ha costado cambiar esa imagen. Además, tenemos mucha competencia, estamos tan lejos que nos cuesta llegar adonde tenemos que llegar pero se ha hecho bastante. Hemos subido en escala y categoría, somos hoy el cuarto país exportador de vinos y el primero del Nuevo Mundo.

-¿ Ha pensado en tener más hectáreas? ¿ Es posible que siga crecien Marín?-Antes teníamos 50 hectáreas plantadas y nos redujimos a 40. Arrancamos 10 porque después de 20 años te das cuenta de cuáles son los mejores sectores. Estamos en el proceso de dejar descansar esas tierras y ver qué vamos a plantar porque la idea es mantenernos en 50. Y si vemos la necesidad de ampliarnos veremos si compramos uva a nuestros vecinos. Esaesuna opción. (4


“No hice ningún estudio de factibilidad, no existían datos climáticos, ni de suelo. Lo hice todo a la antigua como los agricultores de antes, por intuición. Aposté aquí por lo que había visto y vivido”

Lo curioso es que a ní no me gustaban os blancos. Sin mbargo, cuando 'mpecé a tomar mis vinos viré y hora me cuesta omar un tinto 'xcepto que sea muy ueno. Además el ino blanco puedes lisfrutarlo en ualquier momento”

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