Un enorme desafío
El pasado martes 17 de Marzo he tenido el honor de asumir como Presidenta del Senado, responsabilidad que debo alos parlamentarios de mi partido, el PPD y de la oposición, que me han propuesto para dicho cargo y, por cierto, a los habitantes de nuestra Región, de Elqui, Limarí y Choapa, que me eligieron para representarlos. Sin duda, que esta nominación surge en un momento extraordinanamente complejo. Por una parte, Chile y el mundo entero atraviesan una delicada situación, con el avance del COVID 19, pandemia que se ha extendido implacablemente, dejando ya miles de muertos. La situación actual de Europa, particularmente de Italia y España, pero también de Francia y Alemania es muy inquietante, en tanto sabemos que cuentan con sistemas de salud más modernos y equipados que el nuestro y aún así no han dado abasto con la agresividad del virus. Se agrega, ciertamente, la situación especial de nuestro país, a partir del 18 de Octubre. La ciudadanía expresó con fuerza y claridad su molestia por la enorme desigualdad en el el acceso a derechos básicos, por sueldos y pensiones, por el maltrato y abuso, en diversas esferas de la vida cotidiana y con un sistema político e institucional que parece no estar en sintonía con sus demandas. Estábamos avanzando en un cronograma para generar una Nueva Constitución y discutiendo las propuestas del Gobierno para enfrentar los problemas sociales, cuando sobrevino esta amenaza sanitaña de proporciones globales. El desafío, entonces, para este período, como Presidenta del Senado, es poder contribuir a que nuestra Corporación ponga toda su energía y tiempo para enfrentar ambos problemas. Tenemos que ser capaces de dar todos los pasos que se requieran para proteger la salud y la vida de las chilenas y chilenos, sin olvidar la necesidad de avanzar en la agenda social e institucional que la ciudadanía nos demanda. Asimismo, nos hemos propuesto dar a esta Mesa los énfasis propios de quienes asumimos. En mi caso, ella apunta a varios objetivos claros. Primero, impulsar la agenda sobre equidad de género y el fin de la violencia contra las mujeres. Segundo, poner en el centro del debate el cambio climático y la crisis hídrica que afecta al país y, particularmente, a nuestras comunidades. La situación del COVID 19 ha mostrado dramáticamente esta realidad, cuando se recomienda el lavado frecuente de manos y recordamos que hay unos cuatrocientos mil compatriotas que no cuentan con este elemento tan indispensable.
En tercer lugar, ciertamente otro de los temas cruciales es la regionalización. Es imprescindible que el país avance hacia el fin del centralismo y los territorios dispongan de atribuciones y recursos.
Adriana Muñoz D'albora, Senadora