Acuerdo fue anunciado por el Ministerio de Educación
Alumnos de la Iberoamericana seguirán |. Estudiando supervisados por la Usach
Los alumnos
de la Iberoamericana celebraron el acuerdo.
“Esto no es un triunfo, es un logro”, cuenta presidenta de la federación de estudiantes de la universidad que está en quiebra.
ARIEL DIÉGUEZ
C C p erdone lo personal de lo que
voy a decir, ministra. Esto quizás no corresponde”, dice Juan Eduardo Vargas, jefe de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación. “Corresponde”, replica con tranquilizadora sabiduría la ministra Marcela Cubillos, sentada a su lado. Ponde?”, pregunta Vargas, aún con dudas. Ella reitera que sí y él finalmente se atreve a contar lo que quería: "No me acuerdo de lo que sueño. No suelo acordarme, pero anoche soñé con este convenio”. Poco más de mil alumnos de la Universidad Iberoamericana, matriculados entre el 2016 y el 2017 en todas
las carreras y en todos los cursos, continuarán sus estudios bajo la supervisión de la Universidad de Santiago (Usach). “Los alumnos beneficiados se van a matricular en la Universidad de Santiago como alumnos en convenio y conti- nuarán con todas sus mallas y pla- nes de estudio”, cuenta Vargas. El título que obtendrán dirá Universidad Iberoa- mericana y, si es nece- sario, profesores de la Usach podrían hacerles clases. "Lo que se bus- ca es respetar el espíritu propio de la Universidad Iberoamericana. Por eso se mantienen los planes de estudios. Se entiende que ese espíritu está representado
por sus profesores. En el convenio lo que se dice es que de manera preferente se va a contratar a los profesores de la Iberoamericana. En el caso de que no haya profesores, la Usach deberá contratar a quienes estime que son los mejores”, asegura. La Iberoamericana, declarada en quiebra, terminará de cerrar el 2020 y lleva más de cien días en toma. Paz Gajardo, presidente de la federación de
estudiantes de esa universidad, cuenta que pidieron que los alumnos no sólo reciban el título. “Peleamos que saliéramos con un certificado que diga que fuimos tutoriados en el proceso de cierre por la Universidad de Santiago”, explica. Asegura que no está orgullosa por el acuerdo. “Al final estamos en una crisis. Esto no es un triunfo, es un logro”, cuenta.